Capítulo 20

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El baile se llevaría a cabo en el jardín principal, por lo que la locación estaba hermosamente decorada con luces, mesas y sillas de madera, una barra de dulces y ponche e incluso, habían mandado a instalar una pista de baile y un escenario.

Además de eso, todos se veían increíbles.

Había relucientes vestidos y elegantes trajes por todos lados. Estudiantes bromeando en compañía de sus amigos, algunos bebiendo el alcohol que habían contrabandeado y otros bailando al ritmo de la música. La estaban pasando bien.

Excepto Yuta.

El japonés frotaba sus manos con nerviosismo, revisando de vez en vez su reloj, y veía la entrada del jardín con insistencia.

- ¿Quieres calmarte? – pidió Taeyong, golpeando su espalda – todos te miran raro –

- Nos miran raro porque te escucharon planear como quemarías la escuela, Taeyong – regañó - ¿por qué mierda no llegan? –

- ¿Quién no llega? – preguntó Donghyuck, sentándose a su lado con un plato de frituras.

- La banda – murmuró Mark quien, tras haber escuchado el plan al menos una decena de veces, se sentía igual de nervioso que el mayor.

- ¿Saben algo? – dejó las frituras a un lado para sacudir sus manos – con el tiempo, he aprendido a no preguntar. No quiero saber – declaró con una sonrisa triunfal.

- Haces bien – coincidió el azabache – soy Mark – se presentó.

- Ya sé – admitió, estrechando su mano – Tae no deja de hablar de ti –

- Hyuck, come tus botanas – ordenó el mencionado.

- Tae – llamó Johnny, uniéndoseles en su mesa - ¿podemos hablar? –

Éste lo miró extrañado y lo siguió a unos metros del resto.

- ¿Qué pasa? –

- Tenemos un problema – lo tomó por los hombros.

- Sólo dime que es – hizo una mueca – estás asustándome –

- La banda canceló – gritó en un susurro.

- ¿Qué? – se acercó más a él - ¿por qué? – comenzó a morder sus uñas.

- Se les reventó un neumático en el camino – comenzó a agitar sus manos – todos están bien, pero no van a lograrlo –

- Amigo, ¿qué vamos a hacer? – comenzó a dar saltitos.

- No lo sé, ¿decírselo a Yuta? –

- Oh, ¿en serio? Va a entrar en una crisis nerviosa –

- ¿Quién? – preguntó el recién llegado, provocando un gritito vergonzoso en el par.

Primero, se miraron unos a otros, ante la mirada interrogante de su amigo.

Johnny suspiró.

- Yuta – llamó el más alto – amigo –

- Tienes malas noticias, ¿no? – metió las manos a sus bolsillos – debí suponer que pasaría – sonrió con tristeza.

- Lo siento – susurró Taeyong, palmeando su hombro - ¿hay algo que podamos hacer para hacerte sentir mejor? –

- Estaré bien – suspiró pesado – supongo que hoy no era el día –

- Podemos planear otra cosa – sugirió Johnny – algo con más tiempo –

El japonés los miró.

Parecía estar pensando en algo.

- ¿Saben? – negó – no voy a esperar – sentenció caminando hacia el escenario.

- ¿Qué haces? – preguntó Johnny, siguiéndolo.

- Voy a declararme hoy. Es la noche perfecta – señaló a su alrededor – no voy a dejar pasar esta oportunidad. No soy un cobarde –

Rápidamente subió los pocos escalones de la tarima, dijo algo al dj, quien apagó la música, y todos giraron a verlo con curiosidad.

Hasta ese momento, Yuta no había considerado la situación, sino cuando ya estaba frente al micrófono y tuvo la atención de todos los presentes.

Carraspeó con dificultad.

- Bu-buenas noches – sonrió - ¿la están pasando bien? –

Nadie respondió.

- Bien – murmuró – bien –

Observó entre los asistentes por un rato hasta que encontró la mirada extrañada de quien buscaba.

- Quiero hacer un anuncio – rió – no es un anuncio. En realidad, no sé qué es – admitió.

Johnny y Taeyong sólo miraban con lástima desde abajo.

- SiCheng – llamó – sé que esto es extraño para ti. No había pensado en cómo decirlo, así que sólo lo diré: me gustas – dijo con seguridad – me gustas y había planeado todo un espectáculo para pedirte que salieras conmigo, pero como soy yo, las cosas no salieron como planeaba, así que no queda más que hacer las cosas por mí mismo –

Frunció el ceño y tomó una larga respiración.

- 1, 2, 3, 4 – susurró antes de chasquear los dedos y comenzar a entonar una balada romántica.

O lo que pretendía ser una.

Algunos de los estudiantes parecían aguantar la risa y otros sólo veían con vergüenza la escena.

- Tae – llamó Johnny.

Ambos intercambiaron una mirada silenciosa que decía mucho.

Taeyong dio un vistazo rápido a Mark, quien parecía querer decirle algo desde la distancia, y luego miró nuevamente hacia el más alto y asintió, antes de que cada uno saliera corriendo por su lado.

- Olvídenlo – susurró el japonés avergonzado, dando la espalda para salir del escenario.

Antes de que pudiera lograrlo, pudo escucharse una melodía de instrumentos acústicos y un par de voces corear la canción.

Se dio media vuelta y no pudo evitar la creciente sensación de alivio.

Johnny había robado la guitarra que estaba junto al escenario sin dar explicaciones. Taeyong, por su parte, robó el vaso de bebida de un estudiante, lo vació sobre el césped y lo relleno con frituras, improvisando una maraca.

Cuando sus miradas se encontraron, Yuta sonrió brillante, volviendo a su micrófono para continuar con la canción.

Ya no se sentía tan extraño.

Salvo que, al terminar, lo único que pudieron escuchar, fue silencio incómodo.

Nadie hacía nada, todos miraban expectantes al pequeño grupo de estudiantes sobre el escenario.

Y luego un golpe.

- ¡Fuego! – gritaron Mark y Donghyuck al unísono, haciendo a los presentes alarmarse y comenzar a gritar.

Un mantel se estaba incendiando, hasta que un héroe llegó y le tiró un vaso de ponche encima.

- No es nada – tranquilizó a la multitud – sigan disfrutando de la fiesta – pidió, antes de girarse enojado hacia el par de menores.

El héroe, era SiCheng.

Ahhh que cringe.

Bueno, nos leemos el miércoles ❤️

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