- Mi amor – lloriqueó su madre al teléfono - ¿por qué no habías llamado, cariño? Mamá se sentía preocupada –
- Lo siento, mamá – se disculpó, lanzándole una mirada al par que husmeaba en su cocina.
- ¿Esto es dietético? – preguntó Taeyong a Yuta, sacando una lata de crema batida del refrigerador.
- ¿Importa? – le arrebató el objeto de las manos para agitarlo y verter un poco en la boca del otro.
- Mhm – negó – no. No es dietético –
- ¿Johnny? –
- Perdón, ¿dijiste algo? – preguntó distraído.
- Preguntaba si te estás adaptando bien –
- Sí – dijo mientras le quitaba unos calmantes de la mano a Yuta.
- ¿Y ya hiciste algún amigo? –
- Taeyong, en serio, baja de la estufa – ordenó en voz baja – sí, mamá – dijo al teléfono – un par de ellos –
- ¡Mi Johnny hizo amigos! – chilló emocionada – están contigo ahora, ¿no? ¿son amables? –
- Johnny, se una buena perra y cocina un poco de ramen para tus invitados – pidió Yuta, saliendo de la cocina junto al otro – iremos a dormir una siesta – anunció, entrando primero a la habitación de invitados y luego a la suya.
- Lo son, mamá – mintió – muy amables –
- John, esto es delicioso – elogió Yuta, sorbiendo sus fideos.
- Lo sé – respondió orgulloso.
- Vamos, Taeyong. Come algo – invitó el japonés.
- No lo creo – sonrió con falsedad – estoy seguro de que Johnny va a envenenarme por haber roto su estúpido jarrón –
- No seas ridículo – dijo el mencionado – deja de imaginar cosas y come –
El otro suspiró, acercándose el plato que el estadounidense había servido para él.
- De todos modos – giró a verlo – vas a pagarlo, ¿no? –
- Por favor – resopló, comenzando a comer.
- ¿Taeyong? –
- Johnny – llamó Yuta, golpeando su hombro para obtener su atención - ¿qué vas a hacer el jueves? –
El alto dio su jarrón por perdido y suspiró resignado.
– No lo sé, ¿vas a arrastrarme a prisión? –
- No seas idiota – golpeó más fuerte, haciéndolo tirar algo de su comida – el jueves en mi cumpleaños. Mamá y papá quieren que vaya a cenar a casa. Tal vez puedas ir conmigo –
- Oh – tosió, atragantándose - ¿por qué no llevas a Taeyong? –
Yuta lo fulminó con la mirada.
– Sólo di que no quieres ir –
- Increíble, Johnny – intervino el tercero – Yuta es amable contigo y tú sólo lo rechazas –
- Quiero decir – tomó una toallita húmeda para limpiar el piso - ¿por qué yo y no Taeyong? –
- Taeyong estaba invitado también, obviamente – rodó los ojos – pero no puede ir porque el idiota se inscribió a un taller de literatura creativa –
Johnny giró a verle sorprendido, encontrando la mirada decidida del otro.
- No voy a dejar en paz a ese hijo de puta – aseguró antes de volver a sus fideos.
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Best buds
FanficJohnny no podía evitar sentirse terriblemente solitario cuando fue a vivir a otra ciudad, dejando todo lo que conocía atrás. Se dijo a sí mismo que debía hacer amigos. Era lo normal. Excepto que las personas con las que se topó eran todo menos eso...