Capítulo 11

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Seguía perturbada al darme cuenta que aquella arma fue utilizada y no sabía por quién aunque se sentía muy cercana a mí aquella persona.

Justo tocaron el timbre y caminé hacia el recibidor, abrí la puerta y me encontré a Elliot junto con dos hombres que entraron y agarraron los equipajes que habían a mi lado en el recibidor.

Elliot me miró esperando a que saliese de la casa y suspiré, miré mi alrededor y sentí que no debería irme, que me tenía que quedar aquí a pesar de que últimamente no hubo momentos muy buenos.

Apreté mis labios y volví a mirar a Elliot.

—¿Qué harán con la casa?–Pregunté esperando que respondiese.

Elliot me miró pensativa y dudó en decirme pero finalmente suspiró.

—Estará a nuestras manos hasta que seas mayor de edad, la casa estará a tu nombre y tú decidirás finalmente si te la quieres quedar o no. Nos encargaremos de dejarla en orden mientras que tú estés fuera.

Asentí y con pasos decididos y me encaminé junto con Elliot hacia el auto, entré y me acomodé en el asiento.

El auto comenzó a moverse y yo solo miraba por la ventanilla, sin más que hacer o qué decir, cerré los ojos y me dejé llevar por el momento y los pensamientos.

Mi mente volaba a cada recuerdo, pensaba cosas e imaginaba lo que quería que ocurriese en aquél momento.

De repente, comencé a recordar sobre el día en el que volví a despertar. Viéndolo de esa manera, se veía muy trágico, volver a la vida y de repente no solo volviste sino que también llegaste a una vida nueva.

Llegué otra vez a la vida , con una nueva pero afectada por las cosas que ocurrieron en el pasado.

Tenía una segunda oportunidad, una que me hizo darme cuenta que tengo que aprovechar para terminar lo que no pude hacer.

Volví a la vida, una la cual está afectada por su pasado, tenia cosas del pasado que no recordaba pero causaba el caos. Estaba metida en un catástrofe y no sabía el por qué, sin embargo, tenía que entender el por qué para poder solucionarlo.

Me parecía irrealista, había vuelto a abrir los ojos pero con una nueva mirada, con una nueva perspectiva la cual todavía tenía que trabajarla.

Antes hubiese preferido quedarme sin saber nada, muerta como muchos dicen y en un profundo sueño como otros hablan.

Y ahora, ahora solo quiero respirar para vivir y poder entender así cuando muera que sea cuando todo esté terminado y no hecho a medias.

Sin embargo, las cosas no son iguales cuando actúas, puedo hablar mucho pero no puedo actuar tanto.

Era frustrante pero realista, no puedo hacer algo cuando no sé ni cómo comenzarlo, pero sí puedo hablar y quizás hablar sea el acto que tengo que hacer de mientras.

Abrí mis ojos y miré que las calles que pasaban y se quedaban atrás, igual que mi casa, se quedó atrás junto con los momentos que dejé ahí.

Junto con pruebas.

Dejé de apoyarme y erguí mi espalda rápidamente.

El arma y algunas notas.

Si van a estar cuidando la casa significa que también limpiarán y puede que las encuentren.

Tomé mi celular que estaba a mi lado y busqué el número de Kevin y recordé que no lo tenía en mis contactos todavía.

—Mierda. —Maldije en un susurro el cual llegó a llamar la atención a Elliot.

FríoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora