Bendito viernes, no había logrado dormir toda la noche, cada vez que cerra los ojos aparecía él con una sonrisa.
Cerré mi casillero con fuerza espantando a los que pasaban a mi alrededor.
Esto en verdad estaba mal...
— Jane... ¿podemos hablar?— Mire Darios.
— no— dije clara, intente irme pero como cualquier hombre estúpido tomo mi brazo—me sueltas o grito.—Darios arqueo las cejas.
— no serias capaz...— abrí lentamente la boca con intención de gritar pero cubrió mi boca—okey no lo hagas, solo déjame hablar...
Aparte su mano y lo mire enojada.
— habla ahora, no tengo mucho tiempo.
— Lo de la vez pasada— antes de que continuara hable.
— vamos, discúlpate por eso, idiota.
— no me disculpare por eso, quería besarte y lo hice, de hecho ahora quiero besarte— di un paso para atrás.
— ya hemos hablado de eso, en verdad te aprecio Darios, eres mi mejor amigo y no quiero arruinar las cosas, pensé que estábamos de acuerdo.
— solo tú estas de acuerdo con eso... ¿que pasa Jane? Cense que sentías algo por mí...
Creo que lo hacía...
— eso era antes, no ahora— suspiro y se dio la vuelta yéndose.
Las cosas jamás terminarían bien si seguía al lado de un Briggs.
Las clases pasaron, los profesores hablaban y hablaban mientras todos nos dedicábamos a poner atención.
Cuando la campana sonó indicando el reseco me levante, salí de la clase y alguien me tomo por los hombros, reconocí el aroma inmediatamente.
— que te e dicho— dije intentando sonar dura pero Kendal solo me acerco más a su pecho.
— que me amas y que soy tu mejor amiga— beso mi frente y empezamos a caminar.— te encanta abrazarme ¿verdad?—pregunte con una sonrisa, él se detuvo y me vio.
— claro que si, me encanta abrazarte, hermosa— rodé los ojos, jamás me dejaría de llamar a si.
— ¿y Santiago?
— no vino hoy, así que sera como en los viejos tiempos, tú y yo.
Sonreí, llegamos a la cafetería, tome una manzana, una galleta salada y una botella de jugo de naranja.
— ahora si puedo asegurar algo— dijo Kendal bebiendo de su botella de agua.
— ¿que aseguras?— pregunte dándole una mordida a mi manzana.
ESTÁS LEYENDO
La Niña de Drácula
VampireDos almas que se pertenecen no pueden ser separadas porque siempre volverán a juntarse. El destino curo las heridas dejando a la muerte atrás, un nuevo alma reencarna atrayendo a lo que sera la desgracia. Para no volver a morir tendrá que huir, la...