El lunes había llegado y Kendal y Santiago estaban a mi lado.
— la fiesta estuvo épica— dijo Kendal con una sonrisa.
— si que lo estuvo— comente, ambos no notaron que me había ido, supongo que bebieron tanto.
— por cierto, Darios te estaba buscando — dijo Santiago.
— ¿a mi?
— si, estuvo buscándote toda la noche, supongo que no te encontró por tanta gente que había en la fiesta.
— seguro fue eso... Los veo luego—me despedí y entre a clase de química, el profesor no había llegado y todos hablaban entre ellos.
Me senté en una silla cerca de la ventana y quede concentrada en el movimiento de los árboles por el viento.
Los frondosos árboles verdes daban tranquilidad a ese bosque, no había ido ahí desde el incidente con el profesor Cooper, aún no me lo puedo creer...
¿como es que Galati llego a esto? Ahora caminar por las calles ya no era nada seguro.
— Jane— levante la mirada observando a Darios.
— hola— salude, él se sentó a mi lado y sonrió.
— ¿extrañas ir al bosque?— preguntó y negué.
— creo que aún me da pánico— me alegraba poder hablar con él.
— ¿quieres caminar por los pasillos?— negué con la cabeza.
— el profesor de química no tardara en venir.
— pero hoy no tenemos química.
— ¿como lo sabes?
— eres tan distraída...
— tú sabes que lo soy...
— claro que lo sé, no te recordaste de nuestro primer mes de novios— reí.
— te pedí mil y un disculpas, siempre fui una mala novia.
— para mi eras la mejor— me extendió su mano y yo la tome.
Con la otra mano tome mi mochila y la puse en mi hombro.
— el profesor de química no vendrá porque esta pasando un mal momento, la chica que murió hace unos días era su hija.
— que mal...— dije con tristeza.
— ni que lo digas.
Salimos de la clase, Darios no soltaba mi mano y me guió hasta la cancha de la universidad, un lugar amplio, a lo lejos observamos a los jugadores.
Nos detuvimos detrás de las gradas y cuando estábamos ahí vi sus intenciones.
— ¿recuerdas que solíamos venir aquí?— asentí con la cabeza.
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La Niña de Drácula
WampiryDos almas que se pertenecen no pueden ser separadas porque siempre volverán a juntarse. El destino curo las heridas dejando a la muerte atrás, un nuevo alma reencarna atrayendo a lo que sera la desgracia. Para no volver a morir tendrá que huir, la...