XIX

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Mierda, mierda y mil veces mierda, no, no entraría y lamentaba lo que haría porque amaba la clase de literatura

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Mierda, mierda y mil veces mierda, no, no entraría y lamentaba lo que haría porque amaba la clase de literatura.

— ¿Jane?— una voz detrás de mí provoco que me sobresaltara.

— demonios Santiago, no me asustes de esa manera— reproche golpeando su pecho.

— perdón... no pensé que estuvieras tan concentrada observando la clase de literatura ¿que no piensas acercarte y entrar?

— no traje el reporte firmado— conteste.

— quizás el profesor te deje entrar y te perdona lo de ayer.

— no lo creo— negué.

— deberías entrar, Gadiel no es tan cruel— lo mire de reojo.

— y tú escondes algo, tarde o temprano me lo dirás, iré a esperar en las gradas a que pase la última clase para luego regresar a casa, adiós Santiago— me despedí

Me senté en las gradas recostando mi cabeza en la fría pared.

Si la situación de Jasmín continuaba mal tendría que meterme y detener a Roberth, ya lo hice una vez y estaba dispuesta a hacerlo de nuevo.

Pero esta vez actuaria razonable y lo haría sola, no dejaría que ninguno de mis amigos se metiera, ni mucho menos Santiago quien estaba empezando a agradarme.

— señorita Stanley— levante la mirada encontrándome con esos ojos color celestes.

— profesor Gadiel, no esperaba verlo en estos momentos, se supone que debería estar dando la clase.

— lo sé pero se supone que usted debía entregarme un reporte firmado para luego entrar a clases.

No dije nada más y vi el piso, el profesor Gadiel se sentó a mi lado provocando nerviosismo de mi parte.

— entrégame el reporte— dijo extendiéndome su mano.

— ¿para que? de igual forma no lo traje firmado.

— ¿por qué?

— no estaba dispuesta a mostrárselo a mis padres.

— el reporte— volvió a pedir.

Di un suspiro de resignación y saque el reporte de mi mochila para luego dársela.

Él la leyó y luego la rompió en dos.

— ¿pero que?¿por que hizo eso?— pregunte confundida.

— no hay reporte, ahora levántate y ve a clases.

Él se levanto y yo lo seguí.

— es un profesor bastante extraño— dije ocultando una sonrisa.

— todo en este mundo es extraño Jade...

— es Jane, con N— aclare y él solo camino a la clase mientras yo lo seguía.

La Niña de DráculaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora