Capítulo 2

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Askar

Nubes en el viento, niebla que se disipa, mis pies descalzos en la arena. A lo lejos el mar, las olas se acercan y siento el agua en mis dedos. Bajo la vista, el color ya no es cristalino, es rojo.

Al volver a mirar hacia arriba, un pequeño halcón vuela hasta mí. Agacho la cabeza, para que no se golpeé conmigo. Entonces cuando vuelvo mi vista hacia el mar, veo a aquella rubia, parada sobre el agua con la mirada perdida. Sus ojos azules alzan la mirada, entonces visualizo una edificación, para donde observa ella. Un castillo enorme sale de debajo del océano, esparciendo el agua por todas partes.

Desde el palacio, comienzan a dispararme lanzas, así que retrocedo, me giro corriendo y sigo al halcón. Siento el dolor cuando me atraviesa una, entonces despierto.

Abro los ojos abruptamente en mi cama y noto una lengua larga en mi rostro. Me siento al ver a Or, mi lagartija gigante.

—Querido, me estás aplastando —Me río —. Ahora sé porqué sueño con agua, guacala —Agarro un trapo de mi mesita y me limpio la cara, luego lo vuelvo a dejar allí.

—¡Hijo! —Entra papá muy contento a mis aposentos, su alegría se esfuma cuando me ve todavía en la cama —¡Askar, no seas imbécil! —Empuja a Or, las mantas y me tira al suelo —¡Mucho mejor! —expresa emocionado y da dos aplausos —¡Señores, limpien esta porquería!

Los sirvientes entran comenzando a ordenar mi habitación, mientras yo me levanto despacio del suelo.

—Em ¿No debería hacer esto el encargado? Tú tienes otras obligaciones.

—¡Es que estoy emocionado! —Me abraza.

—¡Papá, me avergüenzas frente a los sirvientes!

—Y te voy a avergonzar más frente a tu prometida —Me toca la nariz un momento y se aleja —¡Vamos, vístete, no hay tiempo! —Alza los brazos.

—¿Quién? —exclamo confundido —Me dijiste que no la conocías.

—Sí, pero tu mamá al fin me la presentó —Se gira emocionado —. Tienes que conocerla, Irina es maravillosa. Apúrate, te espero fuera.

Se termina yendo del cuarto y quedo perplejo. Papá siempre hace lo que le dice mamá, no importa que sea el gran rey de los cielos, él siempre obedece cada capricho de ella. Muy pocas veces piensa por sí mismo, mamá es todo su mundo y si madre decide una cosa, nada hará que cambie de opinión.

Bueno, no importa, vamos a ver quién es esa chica, aunque últimamente mi mente piense en otra.

Estos sueños me van a volver loco.

Belleza del Océano #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora