Belleza del Océano #2

Capítulo 12

Rebecca

Me mantengo en la cama, cerrando mis ojos y respirando en profundidad. Estoy tan lejos del océano, me siento tan cansada. Abro despacio mis ojos cuando oigo la puerta y parpadeo varias veces antes de sentarme. Le sonrío a Jaelyne cuando la veo.

—Jacky —Veo que Askar e Irina también llegan —¿Sucede algo?

—¡Oh, lo siento! —dice el pelirrojo cubriéndose los ojos al yo usar mi pijama de una sola pieza.

Me río.

—Su alteza, qué respetuoso, gracias —Me levanto de la cama y tomo mi bata para cubrirme —. Díganme ¿Qué los trae por aquí? Estaba descansando, tengo uno de esos días en los que mi cuerpo no se siente bien.

—Bueno, podemos volver en otro momento —expresa amablemente Askar cuando baja sus manos, pero Jaelyne lo detiene —. Ay, solo intentaba ser comprensivo.

—Qué importa —expresa la rubia y me mira —. No se te ve nada ¿Por qué te tapas? ¿No que venimos del mismo mundo?

Me río.

—Es por respeto a la cultura —le aclaro —. Aparte ya me acostumbré.

—Bueno, sí, llevas años aquí, igual yo no me acostumbraría, extraño mi ropa.

—¿Y cómo es tu ropa? —pregunta Askar curioso.

—Poca, muy poca —exclama orgullosa y me río.

Me siento de nuevo, ya que estoy cansada, así que Irina se me acerca.

—No te ves bien ¿Te ayudo? —expresa preocupada la castaña.

—Me encuentro bien ¿A qué han venido?

—Necesito que me cuentes toda la verdad —dictamina Jacky —. Basta de juegos, Rebecca, si algo sabes, tienes que decírmelo, somos amigas, me preocupo por ti, por mí, por nosotras —Mira a Irina también —. Eres la que más conoce de las Bellezas, y la Reina no puede saber más que nosotras ¿Cuál fue la conversación que tuviste con ella?

Sonrío mirando al suelo.

—Si te hace sentir mejor, no le dije nada.

—Por favor, Rebecca —Da dos pasos hacia mí —. Tienes que contarme, lo que sea que falte, te lo suplico.

—Solo puedo decirte que es una maldición y que en la profundidad solo se pueden obtener respuestas.

—¿En la profundidad?

Alzo la vista y la vuelvo a observar seria.

—En la profundidad del océano.

Mis ojos brillan, puedo percibirlo.