Capítulo 34

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Kael

La guerra ha comenzado, el Reino del Cielo y el de los Desiertos, están uno contra otro. Mientras intentan llegar a un acuerdo, inocentes mueren, se puede ver la penumbra en sus corazones y la hambruna generada por la destrucción. Entretanto el territorio está inestable, las personas por momentos viven bien y por otros están sufriendo, no solo por el ambiente que es pura catástrofe, sino que las autoridades del Reino han estado tomando represalias.

¿Qué hice? No acepté la propuesta de Andur, no deseo ser una de sus marionetas. Todo se acabará, pero no planeo estar en medio de este reinado corrupto.

Ahora me encuentro con Endek y Logan. Este demonio extrañamente me regresó el collar de Jacky, con la condición de acompañarnos. Aunque con su traje de Paraleio llama mucho la atención por aquí. Conseguimos unos caballos, nos dirigimos a reunirnos con unas personas que nos ayudarán, gente que no está de acuerdo con lo que sucede en el Reino y que reciben a los desamparados.

Detengo mi caballo cuando el collar de Jacky brilla, entonces Logan y Endek hacen lo mismo. Bajo de mi corcel, entonces me dirijo para donde siento que debo ir.

Freno y me quedo firme visualizando esos ojos que hace tanto no veo. Ella me mira de forma fija, sin apartar la vista de mí, entonces abro mi boca levemente para nombrarla.

—Jaelyne. —Hace tanto que deseaba pronunciar su nombre.

Baja la vista y mira el collar.

—Dámelo —se limita a decir.

Hace tanto deseaba oír su voz.

—Jacky, yo... —Doy dos pasos hacia ella pero soy interrumpido.

—Hola, hermanito. —Sale Fared de detrás de la pared.

Había olvidado por completo que estaban juntos.

—¡Wash! —grita contento Logan que también baja de su caballo y se acerca hasta nosotros—. Jaelyne —saluda a Jacky con una reverencia.

Ella se pone pálida al verlo, se gira, se acerca a Fared y salta sobre él, a sus brazos como si nada.

Había olvidado mi vena de celos y la acabo de recordar porque se me activaron, hasta me titila el ojo.

Fared la suelta de manera bruta sin ninguna contemplación y ella cae al suelo, de todas maneras gatea, entonces se esconde detrás de él.

—¡Cumple tus promesas! —le pide Jacky y el rubio bufa.

—De acuerdo —le contesta. Veo como mi hermano se acerca a Logan y le pega un puñetazo, así que ese demonio cae al suelo—. Una amenaza, no te acerques a mi muñeca o la próxima te vuelvo a encerrar en tu botella —advierte de mala gana, solo porque aceptó la insistencia de Jaelyne.

Sinceramente no creí que ocurriría esto, estoy perplejo. Además me encuentro por completo fuera de esta conversación, estoy de más. Maldita sea, solo quiero hablar con Jaelyne a solas.

Belleza del Océano #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora