Capítulo 43

506 85 35
                                    

Rebecca

Un sueño, un sueño profundo. Se siente muy real. El agua moja mi vestido, pero no la veo, solo la noto en la tela. Está todo muy oscuro.

En el horizonte, empiezan a aparecer imágenes. Mi madre y las sacerdotisas muriendo. Mis padres adoptivos asesinados. La gente del Océano fallecida. La lanza que es clavada en Askar e Irina desapareciendo.

Jacky está en frente de mí.

Alzo mis manos que han sido mojadas por el agua, que en realidad es sangre. El artefacto cae sobre mis palmas y me sobresalto.

Yo también comienzo a desvanecerme como Irina.

No solo lloro lágrimas de dolor, lloro la sangre de mis seres queridos.

~~~

Abro mis ojos de manera abrupta, entonces me inclino rápido en la cama. Respiro agitada. Giro mi vista y el artefacto está en el mueble. Vuelvo a mirar al frente, observo el espejo. Me levanto de la cama, así que me le acerco. Toco despacio mi reflejo, lo suelto enseguida cuando veo una visión de la imagen de mi runa que rápido desaparece. Mi respiración continúa acelerada y retrocedo.

—¿Rebecca? —Entra Askar al cuarto.

Askar

Oigo grito desde la habitación de Rebecca, por eso me levanto rápido. Me mareo un poco por esta acción y por la fiebre, así que tengo que caminar despacio. Una vez que logro salir de mi habitación con mucho esfuerzo, consigo llegar a la de ella. Abro su puerta, entonces la veo frente al espejo, se gira y la veo con la cara empadada en lágrimas.

—¿Rebecca? —expreso preocupado—. ¿Qué ocurre? —agrego mientras me le acerco.

—No puedo... —Baja la vista—. No puedo decirte, no puedo decirle a nadie.

—Pero...

—¿Me abrazas? —me pide.

—Claro.

Rodeo mis brazos en su cuerpo y la acerco al mío, siento sus suaves manos temblando, agarrándose de mi espalda. Aleja su rostro de mi cuello, para mirarme frente a frente. Pasa nada más un segundo, que sus labios despacio se posan en los míos. Entonces le correspondo.

Siento el sabroso tacto de su boca, nuestros labios juegan en un frenesí apasionado, la adrenalina surge y de un momento a otro mi espalda cae sobre la cama, mientras seguimos el beso. Rebecca se sienta a horcajadas sobre mí, mientras nuestras manos se acarician de forma cariñosa y la bata de dormir de ella comienza a bajar, pero detengo su acción.

—Espera, mujer de sueños —la llamo agitado—. Esto no me parece correcto.

—¿Por qué? —Me da otro beso, entonces siento su largo y suave cabello rozar mi mejilla—. ¿No te gusto acaso? —La tengo tan cerca.

—Sí, pero...

—Entonces bésame. —Une sus labios otra vez con los míos.

—No, Rebecca. —Tomo sus brazos y la aparto de sobre mí. Se encuentra sentada a mi lado en la cama y observo su mirada triste, así que procedo a explicar—. Yo te respeto, no podría simplemente tomarte como si fueras un pedazo de carne, no me sentiría bien conmigo mismo, no importa lo mucho que te desee, no lo haré.

Se gira para no mirarme, entonces oigo sus sollozos.

—Soy una estúpida, quería detestarte, ponerte en el lugar de muchos hombres, y me sigues demostrando que eres distinto, ¿así cómo puedo odiarte? Maldita sea.

—Estás muy alterada, necesitas descansar. —Toco su hombro.

Nunca la he visto así, siempre está tranquila. Creo que acaba de explotar, tiene muchas emociones juntas de repente. Tan solo puedo pensar en preocuparme por ella.

—Rebecca... —Suspiro—. ¿Quieres hablar? —insisto.

—Te vas a morir y voy a llorar otra muerte —dice de manera fría—, y a Irina le va a pasar lo mismo, todos van a morir hasta que yo desaparezca. Solo quería acortar el proceso, soy una tonta. —Se cubre la cara con ambas manos y llora más—. Estúpida...

—No es cierto.

Gira su vista hacia mí, entonces vuelvo a ver su rostro empapado en lágrimas.

—Me equivoqué, quería conseguirle las respuestas a Jacky, pero caí en un grave error.

—¿A qué te refieres?

—No puedo. —Baja vista.

—Rebecca, por favor. —La agarro de los brazos y me mira otra vez—. No me hagas ir a Fared o arriesgarme con mi madre para preguntarles qué sucede, dímelo ahora.

—El artefacto tiene las respuestas, pero también tiene un precio, un precio que ya se empezó a cobrar hace tiempo, cuando lo ocultaron en la profundidad del océano.

Belleza del Océano #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora