Capítulo 9: Amiga

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Jueves.

Había entrenamiento, pero no querías ir. Ayer al regresar a casa tras el encuentro con Kakashi lloraste toda la tarde y aún continuabas decaída.

Definitivamente no iré pensaste tras apagar el despertador, volviendo a acomodarte en la cama.

Pareció que habían pasado unos instantes cuando un golpe te sobresaltó, despertándote;  te habías dormido nuevamente.

Te levantaste, te pusiste el primer buzo que encontraste para ocultar esos pezones que se erigían sobre el camisón y te dirigiste a la entrada de tu casa. En el corto camino te acomodaste un poco el pelo y te refregaste los ojos. 

— ¿Diga? — preguntaste tras carraspear, con la oreja apoyada en la puerta.

— Katsumi, abre — respondieron del otro lado.

Esa voz. Entreabriste la puerta y te apoyaste en el marco.

— ¿Qué haces aquí, Sasuke? — preguntaste sorprendida al ver a tu compañero.

— ¿Qué hago aquí? Empezamos el entrenamiento hace dos horas y no apareciste, Kakashi me mandó a ver si te pasaba algo— te regañó, con las manos metidas en los bolsillos. 

Desviaste tu mirada al suelo; tu sensei ni siquiera era capaz de ir a verte personalmente. 

Además de mezquino, cobarde. Sentiste tus ojos humedecer.

— Oye, ¿me estás escuchando? — reclamó Sasuke.

No podías dejar que te viera llorar, seguramente se lo diría al resto de tu equipo. Naruto te insistiría para que le dijeras el motivo y de Kakashi no hacía falta ni decirlo... Te ignoraría haciéndote quedar como una obsesiva despechada. 

— Si. M-me dolía la cabeza, eso es todo. Puedes irte — lograste decir y le cerraste el paso en la cara.

Te apoyaste de espaldas a la puerta como si quisieras evitar que Sasuke o cualquier otra persona entrara a tu casa (o a tu vida) y mientras oía los golpes y reclamos de tu compañero, te dejaste caer al suelo. Las lágrimas comenzaron a brotar de tus ojos; esos dos días habías llorado más que en los últimos seis meses.

Tras un rato te levantaste y te sentaste en el sillón de la sala, para repasar tus sentimientos y distinguir el origen de los mismos: Kakashi siempre te había parecido atractivo, tanto por su físico como por su personalidad, ¿pero cuándo te enamoró?

Repasando sus actitudes te diste cuenta que empezó a portarse más cercano contigo varias semanas antes de la misión, pero tu lo ignoraste porque jamás hubieras sospechado un interés romántico de su parte. Además los gestos no eran la gran cosa, ofrecerse a acompañarte, hacer alguna observación sobre tu personalidad, sonreírte con más frecuencia. Y tu solo empezaste a percibir este cambio cuando tuvieron aquel encuentro la semana pasada, que se sintió como una inocente cita de niños. Ese encuentro te confundió tanto que empezaste a verlo con otros ojos. 

Todo eso culminó con la misión, donde sentiste en un principio tanto una conexión espiritual si se quiere como una atracción física entre ambos. El broche de oro fue la segunda noche, en el que un beso furtivo abrió de par en par la puerta de un romance prohibido. Pero que los siguientes días se comportara de una forma tan distante solo te hizo sentir una tonta.

¿Cómo era capaz de entrar a tu vida, hacer un caos e irse tan indiferente? 

No podías aguantarlo, tenías que hablar con alguien al respecto.

No voy a quedarme aquí, sufriendo en silencio.

Te diste una ducha. Al haber faltado a tu entrenamiento estabas básicamente de día libre, así que te pusiste un vestido gris, ceñido a la cintura, y un poco de máscara de pestañas. Verte bien ayudaba a levantar un ánimo decaído.

Amor desenmascarado | Kakashi x OC | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora