Capítulo 14

4.6K 339 190
                                    

Tiana Miller.

Jamás había sido tan propensa a cometer estupideces como lo estaba haciendo en menos de una semana. Añadir mentalmente un nuevo error a la larga lista de insensateces que se me pasaban por la cabeza estaba comenzando a ser algo habitual.

Sus labios cálidos y apetecibles se están volviendo en mi talón de Aquiles. Todo en él me llama de una manera inexplicable, las fuertes emociones que me produce es algo que me aterra a más no poder. Tyler a simple vista era guapo, pero la atracción física no se parecía ni de lejos con lo que siento con Hades.

Las líneas que delimitaban cada baldosa del suelo formando varios cuadrados parecen haber acaparado toda mi atención, pero en el fondo mi mente junto con mis pensamientos está trasladados al momento que he vivido con el maldito mafioso. Estábamos tan cerca que nuestros alientos se mezclaron entre ellos; tabaco, menta y alcohol.

Nuestras bocas a pesar de querer conocerse, este tampoco parecía ser el momento para ello, y es que, de nuevo, nos habían interrumpido dejándonos, o dejándome, con las ganas de saber lo que se sentiría besar unos labios prohibidos, unos labios a los que ni siquiera debería pensar en rozarlos con los míos.

Los amigos de Hades abrieron la puerta de par en par y desde entonces, mi obsesión por mirar el suelo parece no querer desaparecer. La chica atrevida se había esfumado para dejar paso a Tiana la tímida. Separarme de sus brazos había instalado esa sensación de vacío en mi pecho, y aún más, hacerlo en menos de un segundo para evitar cualquier mirada curiosa de sus amigos.

Todos, excepto Giselle, me saludaron. Camine torpemente hasta un lado de la habitación mientras hablaban con Hades y así los segundos comenzaban a pasar. Evito levantar la cabeza, no quiero mirar a Hades, no después de haber habido otro intento de beso entre nosotros.

Aún sin levantar la vista podía apreciar que la bonita amistad que trasmitían las fotos, es totalmente cierta. Se notaba que entre ellos había confianza por la forma en la que se dirigían y como hablaban sin miedo alguno.

Una mano tapa mi visión al suelo. Alzo la vista observando la camisa blanca adherirse en su brazo, marcando sus músculos, hasta llegar a los ojos verdes que tanto me atormentan. Su rostro vuelve a tener esa expresión impenetrable, pero puedo apreciar una pizca de calidez y compasión en su hipnotizante mirada, como si solo quisiese que yo viera eso.

— Ven que ya vamos a comenzar — Coloco mi mano encima de su palma y me arrastra para reunirme con todos los demás.

Kaiden y Dean son los primeros en sentarse en las sillas que rodean la mesa redonda. Mia avanza rápida para sentarse al lado del pelinegro, Hades avanza aún conmigo de la mano para indicarme que me siente a su lado, gesto que agradezco, pero Giselle se lanza en la silla antes de que pueda hacerlo yo.

— Ups — Coloca la mano encima de sus labios pintados de un rojo pasión combinado con su larga melena — No sabía que te ibas a sentar tú.

— Giselle — Le advierte Hades.

Muevo la silla que está entre Mia y Giselle, deslizo mis piernas hasta sentarme bajo la atenta mirada de todos los presentes. La timidez sigue presente en mi organismo, pero la rabia que siento por la idiota de la pelirroja provoca que anule la timidez en un tanto por cierto y que sonría a los demás con seguridad.

— Como bien sabéis las fiestas de Navidad son días importantes para suministrar droga a nuestros clientes — Casi no me lo creo que esté en mitad de una reunión con un mafioso hablando de droga, en vez de estar con mi familia celebrando la nochebuena. La de vueltas que da la vida — Generalmente, no hay mucha vigilancia y la exportación de droga por las fronteras pasa sin ningún problema, pero como los Donovan quieren arruinar nuestras ventas han filtrado información confidencial nuestra a la policía.

Hades © ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora