Hades © ✓

Capítulo 27

Tiana Miller.

Oigo unos pasos, reconociéndolos inmediatamente, hasta que su cuerpo aparece en mi campo visual.

— Tranquila, estoy contigo. — Extiende su mano frente a mi cara.

Dudo por unos segundos hasta que finalmente la acepto y me incorporo con su ayuda. Mantengo mis ojos pegados a los suyos, aunque muero de curiosidad por saber quienes son las personas que quieren hablar conmigo, pero sigo mirando a Hades.

Entrelaza nuestros dedos, dándome una agarre fuerte y seguro, suficiente para darme fuerza. Me transmite seguridad, tranquilidad y, sobre todo, coraje para poder lentamente separar nuestras miradas y observar a la pareja que se encuentra delante de mí.

Un hombre y una mujer, los cuales no he visto en mi vida. Con un breve escaneo, me limito a asumir dos cosas. La primera es que también están metidos en el mundo de la mafia; y la segunda, es que son de avanzada edad, tal vez, unos cincuenta seis o cincuenta y siete.

La mujer me observa, por unos segundos, que parecen años, antes de centrar su atención en Hades.

— Queremos hablar a solas con ella. — Desvía sus ojos desganada hacia todos los demás que nos acompañan en la sala.

— Chicos por favor. — Los nombrados miran con todo el odio posible a la pareja que se encuentra delante nuestra, excepto Ethan, quién se le nota un poco confuso. — No os preocupéis, lo tengo todo controlado.

Salen pasando por el lado de ellos. Giselle choca su hombro con el de la mujer, provocando que esta retroceda y la fulmine con la mirada, mientras que Dean hace lo mismo con el hombre, quien aún no se ha inmutado.

— He aceptado a que hables con ella, pero por nada del mundo, la voy a dejar sola contigo. — Ladra Hades, cuando la mujer vuelve a mirarlo fijamente.

— De acuerdo. — Sentencia antes de comenzar a caminar resonando sus tacones por el suelo con fuerza y sentarse justo donde anteriormente había estado Dean.

El hombre la imita sentándose en el otro sillón individual. Hades me arrastra hasta sentarnos en el sofá de enfrente quedando cara a cara, yo frente al hombre y Hades frente a la mujer.

Me siento totalmente perdida, sin entender porque esta pareja quiere hablar conmigo. Aún me encuentro un poco desorientada por el hecho de poder volver a retomar mi vida anterior, acabo de despertarme después de largas horas y lo último que mi pobre cabeza necesita es esto.

— ¿Y bien? ¿Qué eso que tanto necesitabais decirle? — Indaga el rubio mientras nuestras manos aún están unidas, y su cuerpo está a la defensiva.

— Tiana ¿No? — La miro confusa, pero al final asiento manteniéndole la mirada por breves segundos. — Quisiera pedirte perdón. Perdón por todo lo que te ha sucedido en estos cuatro meses.

La expresión de mi cara tiene que ser todo un chiste. Mis cejas casi parecen ser una sola de fruncirlas tanto por la mueca de gran confusión que pongo. Desvío mis ojos hacia Hades en busca de alguna aclaración de porque se disculpan, pero este tiene toda su atención puesta en la mujer.

— No... No entiendo. — Murmuro al ver que Hades no me va a servir de ayuda. — ¿Qué tienen ustedes que ver en eso?

— Mi nombre es Simone Donovan y él es mi marido Birger Donovan, y ambos somos los padres de Marcus.

Me tenso, y no solo eso, sino que acerco todo lo posible a Hades mientras mi cuerpo se encoge de miedo. Solo su mención me revuelve todo el cuerpo, pero saber que sus padres están a escasos metros de mí, provocan las mismas sensaciones multiplicadas.