Capítulo 13

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Tiana Miller.

Después de tres torturados días, llenos de remordimientos por dejarme llevar y casi cometer otro gran error en mi vida, el día de nochebuena ha llegado. Cuando le conté a mi madre que no iría a la cena ni tampoco a la comida del día siguiente, se rompió a llorar. Por un instante, estuve a punto de decirle que era broma y de comenzar a empacar mis maletas para irme allí, aunque dejase tirado a Hades y tal vez, mi vida comenzase a correr un riesgo mayor.

Salgo de la ducha en vuelta en una toalla, camino por el pasillo hasta llegar a mi dormitorio donde me espera el vestido que cogí prestado de la tienda y que aseguré devolver de una pieza, y no, como el anterior.

Es un mini vestido con aros, diseñado con una lujosa tela metálica adornada con pedrería decorativa. Además, tiene un cuello de tortuga y un escote en forma de V. He decidido acompañarlo con unas plataformas de tacón alto y con cierre de tiras junto con un abrigo de pelo para resguardarme del frío, ambos de color negro.

Reviso la hora en mi móvil, apenas quedan un par de minutos para que marquen las ocho de la tarde y la bocina de un coche suena en las afueras. Agarro el abrigo de la cama junto con el bolso, y me asomo a la ventana para asegurarme de que se trata de Hades. Su lujoso coche resaltando entre los demás vehículos de mis vecinos, llama mucho la atención, por lo que, para evitar preguntas vergonzosas, salgo rápidamente de la casa.

Dudo entre si abrir la puerta o no. La ventanilla del asiento del copiloto se baja permitiéndome ver el interior y para mi sorpresa el asiento en el que pensaba sentarme, se encuentra ocupado por la misma morena con reflejos rubios con la que estaba Hades en la cafetería.

Intento no lucir sorprendida y sonrío forzosamente. La morena curva sus comisuras formando una sonrisa hermosa y recorre mi cuerpo observando mi atuendo. Desvío mis ojos hacia el asiento del conductor, donde se encuentra Hades mirando por su ventanilla.

— Estas increíble — Centro mi atención en la chica — Debes decirme donde has comprado ese pedazo de vestido — Se remueve en el asiento hasta darle casi la espalda al conductor — Por cierto, yo soy Mia que aún no nos habían presentado.

Extiende su mano a través de la ventanilla — Tiana, un gusto conocerte.

Recibo su saludo y queriendo evitar más esta situación abro la puerta trasera, acomodándome en el amplio asiento de su coche. Después de haberme montado varias veces en su coche, había conseguido que mi miedo por este vehículo se calmase, resultándome hasta cómodo el viaje.

Arranca el coche y sale de mi barrio, conduciendo por las calles de la ciudad hacía quien sabe a dónde. Mia intenta entablar conversación un par de veces, pero yo decido no meterme excepto cuando me pregunta y Hades parece no estar de muy buen humor.

Observo el rostro serio de él a través del retrovisor. Sus ojos están puestos en la carretera, totalmente concentrado y de vez en cuando las luces de algún coche viniendo de frente iluminan su cara dejándome ver sus perfectas facciones.

— La policía — Masculla el rubio sacándome de mis pensamientos.

Sus ojos miran el retrovisor observándome, me remuevo incomoda ante la intensidad de su mirada. Detiene el coche a la paz que un agente de policía se aleja del coche que hay detenido delante nuestra para venir hacia nosotros. Mia y Hades se observan, asiente como si se hubieran entendido con la mirada y luego, él gira en su asiento para observarme, abre la boca, pero el golpeteo en su ventanilla del agente le interrumpe.

— Actúa normal — Dice rápidamente antes de bajar la ventanilla.

— Buenas noches jóvenes — El cuerpo de Hades impide que tenga visión de quien se trata, pero de inmediato reconozco su voz — Siento interrumpir, pero debido a las fiestas debemos registrar vuestro coche para evitar el tráfico de drogas — Trago nerviosa y comienzo a retorcer los dedos de mis manos.

Hades © ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora