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Hace cuatro años
- Estás seguro? No creo que sea buena idea, tal vez eso este embrujado o algo así- Le dijo la chica mostrando miedo en los ojos.
- No te preocupes, estoy contigo ahora, no va a pasarte nada, Han- Contesto Jungkook tomando una de las frías manos de ella.
El castaño puso un poco de aceite en la lámpara y con un encendedor prendió aquella mecha. Instantáneamente, se formó una llama que brillaba más de lo que ellos imaginaban.
- Ves? Te lo dije, no ocurrió nada paranormal- Río el chico abrazandola.
- Por favor, no me dejes sola- Susurró con voz débil.
- Tengo que hacerlo, mi padre no dejará tranquila mi madre si no me voy con él- Acarició el cabello de su novia porque sentía como comenzaba a temblar- Te prometo que volveré.
- En cuanto tiempo?- Pregunto ella intentando separarse de él para verlo a los ojos.
- Terminaré la escuela en Canadá, intentaré volver después de eso.
- No vas a dejar de quererme, verdad?
- Jamás dejaré de quererte, aunque suene estúpido creo en que esta maldita lámpara no dejará de tener esta pequeña pero potente flama ardiendo, te querré siempre, Hansul, por favor confía en eso- Acarició su mejilla besando su frente- Debería yo tener miedo de dejarte, estarás aquí y cuánto apostamos que a penas me vaya, ya tendrás mínimo diez pretendientes.
Lo único que Jungkook quería, era no verla triste, y logró hacerla sonreír por su comentario. Su madre les había contado desde niño la historia de la lámpara de aceite, que si dos personas se amaban y estaban destinadas a estar juntos está jamás se apagaría. Incluso si llovia sobre ella, no iba a desaparecer, a menos que uno de los dos dejará esta tierra, no lo haría.
- Voy a extrañarte mucho, Jungkook- Se quedó en el pecho de su novio un tiempo, porque sabía que en unas horas ya no podría estar junto a él.
- También yo, Han- Comenzó a acariciar su brazo para darle calor- Todo va a salir bien, te lo prometo.
Actualidad
La pelinegra se encontraba recostada en su cama sin mucho que hacer. Ese recuerdo la había hecho bufar por segunda vez en el día y ya comenzaba a cansarse. Sabía que le había prometido que lo esperaría, que confiaría en esa lámpara y en él, pero sentía que ya era inútil, incluso veía aquella llama de fuego un poco más débil, per luego pensaba que no podía ser solo culpa de Jungkook si no de ella también por estar dudando de su promesa.
