Cute As Hell 『Ziam』©

❀ 3 ❀ Pijamada

Su cuerpo estaba siendo sacudido y un quejido brotó de sus labios, manoteó a quien lo estuviera moviendo y se dio vuelta, acomodándose boca abajo para seguir durmiendo.

— Si no fueras tan lindo, te tiraría de la cama. —La voz de Niall se escuchó risueña mientras sentía su cama hundirse.

— Hay veces que odio haberlos conocido. Saben que necesito mi siesta de belleza reparadora. —Zayn murmuró contra la almohada abriendo de a poco los ojos. Louis y Niall lo miraban divertidos, el moreno refregó sus ojos levantándose de la cama mientras que se contagiaba de su diversión. Ellos se habían conocido de pequeños, podrían aparecerse en cualquier momento en su casa que nadie iba a cuestionar el porque y les abrían la puerta, eran parte de su familia. Por eso, muchas veces el sueño de Zayn era interrumpido por alguno.

Al dirigirse hacia el baño vió a un lado sus bolsos para mañana, al estar en último año se les permitía quedarse tres días. Mientras que hacia sus necesidades y se higienizaba recordaba las palabras del día anterior.

— Mañana vendremos y nos quedaremos, te toca a ti organizar la pijamada antes de la salida de la luna. —Lou habló mientras aparcaban en el hogar del moreno, este sonrió recordando como empezó todo. Estaban demasiado nerviosos por la primera vez que iban al bosque y acordaron juntarse a dormir juntos un día antes para así distraerse viendo películas. Esa había sido como una tradición que cumplían cada mes, alternando las casas.

Salió del baño y se tiró en la cama estirando el cuerpo contra esta—. Presiento que mañana será un buen día, pero estoy nervioso. —Confesó el moreno mientras mordía su labio inferior—. Liam y Harry se veían demasiado decididos viniendo hacia nosotros ayer. ¿Creen que haya alguna posibilidad de que nos quieran?

— Obviamente la hay, no ven la mirada que me dan por estar con ustedes. No se habrán acercado porque seguramente piensan que soy una amenaza. —El mayor levantó la barbilla orgulloso, se escuchó un silencio repentino y de repente los omegas empezaron a carcajearse, posando las manos sobre sus estómagos cuando comenzó a dolerles de la risa—. ¿Qué les causa tanto, eh?

Una vez ya calmados, Louis secó una lágrima que salía de su ojo y respiró hondo varias veces para poder hablar—. Perdónanos, rubia. Pero no eres intimidante y puedo apostar mi almuerzo a que esa siquiera es una opción. —Se encogió de hombros para luego mirarse las uñas con autosuficiencia.

— Antes de que empiecen a luchar, que específicamente saben que tienen que hacerlo en el patio, empezaré a hacer mi bolso. Así podremos relajarnos antes de mañana. —Se levantó de su comodidad y palmeó sus espaldas para luego dirigirse a su armario.

De reojo vió a Louis sacar su celular y poner música, para luego verlos "bailar". Negó divertido con la cabeza mientras sacaba lo que consideraba necesario para esos días. Buscó un bolso, dobló y guardo su ropa y pertenencias, y colocó a un lado la bolsa de dormir color turquesa.

Luego de eso, bajaron y fueron a la cocina por un suministro de snacks, chocolates y jugo de frutas. Subieron nuevamente a su cuarto y pasaron la mayor parte del día y la noche viendo películas y atiborrándose de la deliciosa "comida".

Una alarma los despertó de golpe, no recordaban cuando se habían quedado dormidos, pero estaban con las piernas y brazos enredados, Niall en medio de los dos omegas. El rubio sonrió al pensar que el aroma de los pequeños se quedaría en él por el resto del día, una oportunidad para seguir molestando a los otros alfas.

Los tres se levantaron perezosamente, acomodaron las cosas, se vistieron e higienizaron, y Zayn agarró sus bolsos. Bajaron las escaleras con una sonrisa tirando de sus labios, al llegar al piso de abajo la mamá del moreno se les acercó.

— ¿Tienen todo? ¿Llevan supresores de emergencia? —Trisha los miraba preocupada, aunque ya no fueran pequeños, siempre serian cachorros.

— Sí, mamá. No te preocupes, vamos todos los meses. —Tranquilizó a su madre con una suave sonrisa mientras su padre se reía atrás.

— Cuídense mucho. Niall, sabes que deben volver todos sanos y a salvo.

El rubio asintió hacia las palabras del alfa y salieron de la casa. Se subieron al auto del mayor y Zayn apoyó la cabeza contra la ventana, sus pensamientos desviándose hacia Liam mientras los demás entablaban una conversación.

Mas le valía al castaño que hiciera algo esas noches, el moreno se había cansado de esperar. Pensaba hacer algo para que el alfa se fijara en él, ya no más un Zayn tímido. Solo esperaba que el otro correspondiera sus sentimientos.