"Ha pasado dos meses desde que me fui de la prepa, siento mucho no haberte dicho sobre mi beca, no encontraba las palabras para decirte. Espero que no estés enojado conmigo. ¿Como sigue Kanao? De seguro muy imperativa como siempre jeje. Se paciente con ella...
Lo bueno que conservo tu correo...
Te mando mi perfil de IG, me encuentras como @**********
Ahí podrás ver todas las fotos que me he tomado cuando llegué a Canadá. Y me puedes mandar DM...
Bueno... cuídate mucho.
XOXOXO
Saori"
Tonta... si supieras que aún guardo tu primer correo... y lo tengo en Destacados.
Miru empezó a llorar... fue como un consuelo.
No sabía cómo lidiar con ese sentimiento, cuando terminó de leer el correo. Bajó al comedor.
-¿Tienes algo, hijo?
-No, es que recibí un correo de Saori. Y pues, me ganó la melancolía.
Su madre dio un suspiro.
-Esa pequeña niña, bueno la última vez que la ví no era ya una niña...
-Madre, casi tenemos la misma edad.
-Es verdad, pero no aparenta su edad, ya casi tienen 17 ambos. ¿Ya por fin te dijo que le gustas?
-¿De qué hablas?
-Ay hijo... se ve que no prestabas tanta atención. Mejor almorcemos.
Terminando de almorzar, Miru subió a su habitación. Se tumbó en su cama, pensando en lo que le dijo su madre.
¿De verdad le gustaba a Saori? Ella es muy linda y todo... pero no sé si sienta lo mismo que ella, aunque cuando pienso en ella desde el día que se fue, no la recuerdo como una simple amiga.
Estaba en paz en su habitación, cuando estaba recibiendo una llamada.
-Que sucede Kanao?- respondió
-¿Oye, ya estás en tu casa? ¿Será que puedas venir aquí cerca de la nueva nevería? Quiero que veas algo.
-Que tramas esta vez.
-Solo ven.
La última vez que Kanao le dijo a Miru que vaya a un lugar, ella se había metido en problemas. No entrando en muchos detalles, Miru pago una cuenta de 10,000 yenes por los daños causados.
Llegando a la nevería que indico Kanao, ella le dijo que la siguiera.
Ambos caminaron a la estación para tomar un tren hacia Akihabara.
-Oye, pensé que solo querías ir por un helado.
-No, nada de eso. Observe algo. Quiero que lo veas.
Llegando a Akihabara fueron a un Manga-Café. Miru pensó que Kanao ya no tenía internet.
¿Porque no fuiste a un ciber-café normal? Será que usó el Manga-Café porque sabe que soy fan de los mangas... buena jugada Kanao.
-Bueno, ¿entramos? – Miru estuvo de entrar cuando es frenado por Kanao.
-No, no venimos para entrar.
-¿Entonces?
-Observa, quien trabaja ahí.
Cuando miraron por la ventana, observaron a una muchacha vestida de maid, un traje típico de color negro con delantal blanco. En su cabello lacio tenía lo que sería una diadema tejida a mano. Cuando se dio la vuelta vieron que era Hellen con el flequillo hacia la izquierda, mostrando su ojo azul claro.
-¿No es Hellen?-Preguntó Kanao.
-Se parece, pero ella en la escuela mostraba un ojo marrón.
-Bueno, en estos tipos de Manga-Café se usa mucho el cosplay, es Akihabara después de todo.
-Sí igual tenía pensado que usa pupilentes. ¿Eso es todo lo que me querías mostrar?
-Este... ya que estamos aquí vayamos a un sitio! – Exclamó Kanao con nerviosismo.
-Bueno, pero debo regresar a las 7:00 pm
-Tenemos 4 horas de diversión entonces.
Sería una salida normal entre amigos, pero Kanao lo veía diferente. Tenía planeada esto desde hace unos días. Antes le temía a salir a solas con Miru, no podía hacerlo por su cuenta hace dos meses...
Fueron a un centro con juegos arcade. Kanao era muy mala jugando, pero lo que le llamó la atención era una máquina de peluches de un tamaño colosal, pero en ella tenía algo especial. El premio más codiciado era un peluche de Oso Panda, fácilmente Kanao podría abrazarlo, casi era de su tamaño.
-Es una máquina de peluches muy grande. -Expreso Miru.- Mejor juguemos a...
Kanao le brillaba los ojos de la felicidad con solo ver el peluche. Se dio cuenta que ella lo deseaba. Se acercó a la maquina con una moneda de 100 yen e intento obtenerla. Su primer intento fue inútil. Intentó de nuevo, con malos resultados. Analizó la posición del peluche se las ingenió para poder sacarlo. Cuando insertó la moneda, no uso la garra para agarrar el peluche si no que tiró un Cocodrilo de Peluche que estaba casi por encima del Panda, cuando el Cocodrilo cayó, el peso hizo que el Panda igual cayera.
Dos pájaros de un tiro.
Sus gritos de felicidad se escuchaban en toda la sala de juegos, las personas cercanas a la máquina aplaudieron por la destreza sacaron los dos peluches.
Kanao se abalanzó hacia Miru, dándole un fuerte abrazo. Y se miraron fijamente. Sus ojos se conectaron, Kanao se sonrojaba. Miru miraba sus labios, era la primera vez que estaban tan cerca. Ambos corazones latían al compás de sus respiraciones. Kanao se apartó de él rápidamente.
-Gracias... apreciaré este peluche con mucho cariño- dijo Kanao mientras sacaba los peluches de la máquina.
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Más allá de una sonrisa
Любовные романыA veces las sonrisas, son máscaras que ocultan las verdaderas intenciones. Por más que trates de ver a sonreír a esa persona, la vida puede dar otro significado. Detalla la historia de jóvenes que tratan de buscar sus objetivos, buscando su propósi...