La escuela cuenta con sistema de becas para estudiantes del extranjero, solo con un promedio del 80 pueden ingresar y con saber lo básico del japones. Es común ver estudiantes de diferentes regiones del mundo, mayormente americanos y españoles.
Sentado en medio del salón, un joven estudiante leía tranquilamente en su celular un mensaje con un resumen de las noticias de su localidad.
-Oye Miru, ¿quieres ir a jugar un rato vóley? -expresaba con entusiasmo un compañero de clase.
-No creo – mientras colocaba su celular en el bolsillo – pero porque no invitas a Saito, hace tiempo que no lo invitas a jugar.
-Bueno... si cambias de opinión estaremos en la cancha.
-Si, lo tomaré en cuenta.
Los jóvenes invitaron a la persona que Miru recomendó, dada la respuesta positiva, procedieron a ir a la cancha.
-En que estaba pensando Aiko, sabe que soy pésimo en los deportes, solo haré el ridículo.
Miru se levantó de su asiento, dirigiéndose a la ventana donde podría apreciar como Aiko y los demás jugaban. Haciendo recordar su época de secundaria, donde podía estar la mayoría de tiempo en las canchas como observador de las actividades que realizaban el alumnado. Como esquivaban el balón en el juego de quemados, los grandes goles que metía en ese entonces el gran capitán de la escuela.
-Son simples recuerdos.
Volvió a sacar su celular de su bolsillo, cerro el mensaje de noticias y abrió la aplicación de correo electrónico, espero a que cargara para abrir un correo destacado.
-Dime Miru, ¿esperas algo importante?
-AHHHH!!!!!... Kanao, no me espantes así.
-Jeje, perdón por asustarte.
Por detrás de Miru se encontraba Shiro Kanao, la vicepresidente del consejo estudiantil, se podría decir que ella es muy servicial en cuestión de su ocupación de la escuela, pero fuera de eso es una de las mejores amigas de Miru.
-Pero, siempre veo que abres tu correo, ¿esperas una noticia?
-No, solo veo un correo que me llegó hace tiempo.
-Ohhhh... acaso será de...
El sonido de la puerta al abrirse invadió el salón, dando a notificar a los alumnos a tomar sus asientos.
-Hora de comenzar la clase de Filosofía- exclamó la maestra en turno. - ¿Dónde están Aiko y Saito?
-Están en la cancha- respondió un alumno.
-Me supuse, Kanao ve por ellos por favor.
Kanao salió del salón para ir a la cancha. Miru se retiró de la ventana para ir de nuevo a su asiento. No paso más de cinco minutos cuando regreso Kanao con Saito y Aiko, la maestra como sanción le iba a quitar dos créditos en su examen final.
Es una maestra muy exigente que no perdonaba quien faltase a su materia.
-Bueno, les vengo a recordar- dijo la maestra – la próxima semana empieza un nuevo parcial, pero nos acaba de llegar un memo al personal académico, que nos explica que esa misma semana ingresara una nueva estudiante, se desconoce de donde proviene. Lo más probable es que sea americana. No quiero quejas cuando llegue, en especial a ti Aiko.
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Más allá de una sonrisa
RomanceA veces las sonrisas, son máscaras que ocultan las verdaderas intenciones. Por más que trates de ver a sonreír a esa persona, la vida puede dar otro significado. Detalla la historia de jóvenes que tratan de buscar sus objetivos, buscando su propósi...