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"El amor no es fácil para nosotros

y me mata tener que aguantar

y esperar a que sea suficiente

Así que me estaba preguntando:

¿Puedes decirme si esto

es una pérdida de tiempo?

¿Estás olvidándote de mi amor?

(...)

Si te estás olvidando de mi amor,

cariño, di la palabra y dejame ir...

(...)

Porque he notado los silencios

en las conversaciones muy largas.

Apenas puedo aguantar..."


Leaving my love behind-Lewis
Capaldi.


💟💟💟

Este capítulo poseé contenido que podría ser inquietante para personas sensibles. Leer bajo su consideración y con discreción. ⚠

Al inicio todo era miel sobre hojuelas. YongSun podía considerarse una persona feliz. Trabajaba haciendo lo que le gustaba, gozaba de buena salud, estaba mentalmente estable, y tenía un esposo que la amaba y consentía en todo momento. JiHo siempre fue un chico cariñoso, aprovechaba cada oportunidad que tenía para demostrarle su afecto y la trataba como si fuera una reina.

Ni qué decir cuando supieron que tendrían un bebé. Ese proceso fue la cúspide de su matrimonio, sin embargo, luego de llegar a la cima siempre hay un deceso y el suyo comenzó después de que YongSun tuviera una de sus crisis más fuertes.

Resultaba que cierto día, no había previsto que su medicamento se había terminado, por lo que no sabía que esa noche no podría tomar su dosis. En cuanto se percató de ese hecho, su marido se apresuró a buscar el medicamento, pero ya estaba entrada la noche y además de que, por ser un tratamiento especial, no era sencillo de conseguir, no encontró ninguna farmacia que no estuviera ya cerrada. Se puso muy nervioso y cuando volvió a casa, su esposa lo calmó diciendo que no pasaría nada por abstenerse un día de tomar el medicamento. A pesar de que al final logró convencerlo, su suposición fue errónea.

Cercana la madrugada, YongSun se despertó gritando, después de tener una de sus frecuentes pesadillas, pero incluso cuando hubo despertado, el lobo no desapareció. Seguía de pie junto a la cama gruñéndole y mostrando amenazadoramente sus dientes. Su esposo trataba de calmarla diciéndole que no había nada, que no estaba en peligro. Pero entonces el lobo comenzó a hablarle...

-¡Voy a matarte! -decía el animal entre feroces gruñidos. La rubia cerró los ojos con fuerza, pero aun así la visión no desaparecía. Ella seguía gritando llena de terror, mientras JiHo se paniqueaba sin saber qué hacer, puesto que a pesar de que trataba de abrazarla, ella seguía pateando y dando duros golpes al aire, atinándole algunos a él.

-¡YongSun, escuchame! ¡Tienes que calmarte! -gritó el muchacho cuando logró sujetar a su esposa por los brazos, sin embargo, sus gritos empeoraron el estado de Yong. Su visión se volvió completamente negra, a excepción del lobo que continuaba de pie frente a ella, incluso su marido había desaparecido de su campo de visión. Varias voces, sin rostro ni nombre se unieron al lobo, algunas le decían cosas incomprensibles o en otras lenguas. Otras más se mantenían susurrándole a la chica cosas que era simplemente horroroso escuchar. La mayoría de las voces sonaban profundas, como un eco, y otras tan agudas como si se tratara de un silbato. Escuchó inquietantes gritos y cientos de murmuros confusos. Pero entre todo eso, escuchó claramente como le daban órdenes...

"Matalo... Debes matarlo. A él y al niño... " -le ordenaban matar a su esposo y a su hijo, que en aquel entonces tenía 4 años.

"Ellos son malos... Quieren hacerte daño... Son crueles... Tienes que protegerte de ellos. Debes matarlos tú primero... "

"Matalos o van a matarte a ti..."

"Será muy divertido... Hazlo... "-dijo la voz de una niña, que rió alegremente ante sus palabras.

"Escucha bien... Una vez que los hayas matado, debes arrancar sus brazos primero..."

"Después corta sus piernas y arranca su piel... "

YongSun seguía gritando, en un intento de que sus gritos fueran más fuertes que aquellas voces que seguían dándole indicaciones para que descuartizará a su familia y se los comiera.

"Creeme, te va a fascinar... La carne humana es exquisitamente tierna..." -le insitaban.

"Y recuerda grabar mientras los comes... "

"Te darán un lindo recuerdo..."

Se estremeció terriblemente al sentir una pesada e inconstante respiración justo a lado de su oído, por lo que cubrió desesperadamente sus orejas.

"Estúpida, ni siquiera puedes defenderte a ti misma..."

"No mereces vivir en este mundo, sólo eres un desperdicio de oxígeno..."

"Eres una molestia para todos... Matalos...o matate..."

Ese episodio duró alrededor de cuarenta minutos y repentinamente todo quedó oscuro y en completo silencio, a pesar de que YongSun seguía consciente. Poco a poco comenzó a escuchar la voz de su esposo, llamándola. Al inicio se oía lejana, pero en varios segundos se volvió clara, al igual que su visión.

-Yong... ¿Estás bien? -preguntó el chico, sin acercarse demasiado.

La rubia lo miró y se sintió mal al ver que había rasguños en su rostro, cuello y brazos. A lo lejos escuchaba el llanto de su hijo, que se había despertado por los gritos y lloraba asustado.

-Sí... -asintió ella despacio. -Estoy bien...

-Tranquila, ¿ok? Ya está todo bien...

La rubia volvió a asentir, con la mirada perdida. JiHo la ayudó a ponerse de pie y y la recostó en la cama.

-Ve a ver a DakHo... -pidió ella y su esposo asintió antes de salir en dirección a la habitación de su pequeño hijo.

Las cosas estuvieron un poco incómodas entre ellos durante los siguiente días, y a partir de eso, YongSun notó un cambio en su marido. Seguía siendo cariñoso y atento, pero había momentos en los que se comportaba indiferente e incluso mantenía cierta distancia, aunque trataba de no ser tan obvio.

Con el pasar de los años ambos se acostumbraron a ese estilo de vida. Estando juntos, pero distanciados a la vez. Queriéndose, y al mismo tiempo evitando la cercanía.

Después, repentinamente JiHo comenzó a tener reuniones de trabajo después del anochecer. Reuniones a las que nunca llevaba a su esposa alegando que podría aburrirse con los temas de conversacion puesto que sólo se hablaba de negocios. Reuniones de las cuales no volvía hasta la madrugada o cuando ya había amanecido. Él podía presumir que era un hombre discreto, pero YongSun no era tonta y desde el principio sabía lo que significaba el comportamiento de su marido, a pesar de que él evitaba impregnarse con el perfume de aquella otra mujer...

Continuará...

Bright side of the sun (Moonsun)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora