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"¿Puedo tener a tu hija

por el resto de mi vida?

Di que sí, di que sí,

porque necesito saberlo.

Dices que jamás tendré tu bendición

hasta el día que muera.

Mala suerte amigo.

Pero la respuesta es no.

(...)

Me casaré con ella de todos modos.

(...)

Sí, no me importa lo que usted diga.

(...)

Y seremos una familia"

Rude-MAGIC!


💟💟💟


<Sunnie~ Buen día>

Luego de pedir su número de teléfono, Byul enviaba un mensaje a YongSun cada mañana, cada tarde, cada noche. Habían transcurrido varios meses ya y ellas pasaban mucho tiempo juntas, salían en citas, o simplemente se quedaban en casa juntas, comiendo, viendo televisión, cocinando (esto último lo hacían con mayor frecuencia, puesto que la vampiresa tenía gran interés en aprender a cocinar)

Además, a pesar de que ella no podía saborear los alimentos, estaba esforzándose para adaptarse a la comida de los humanos. Comía mañana, tarde y noche. Sin embargo, esto le había dado problemas en más de una ocasion, ya que, al no sentir el sabor de lo que ingería, llegó a comer alimentos caducados, lo que terminó causándole dolores de estómago leves (que no pasaron de eso, gracias a sus altas defensas de vampiro)


A parte de todos esos pasatiempos que había adquirido, había uno que era su favorito: le gustaba que YongSun leyera para ella. Se acomodaban juntas en cualquier lugar cómodo, en el sofá, en la alfombra, en la cama, en una banquita en el parque, sobre el césped... En ocasiones DakHo las acompañaba y otras veces se quedaba en casa, jugando videojuegos o juegos de mesa con Chris, o éste le ayudaba a hacer sus tareas. Ambos chicos se habían vuelto buenos amigos, puesto que se llevaban bien, tenían cosas en común y gustos similares. También mejoró la relación entre el niño y la vampiresa, esto a raíz de que el pequeño conoció a la novia de su padre y decidió que Byul era mucho más agradable.

A Byul le gustaba que YongSun le leyera cuentos, llenos de magia, misterio, amor... Le entretenía y le ayudaban a comprender un poco más la vida de los humanos.

Un día estaban en la casa de la vampiresa, solas. Byul tenía la cabeza recostada sobre las piernas de YongSun, quien estaba sentada en el sofá, sosteniendo un libro de cuentos. En ese momento leía Ricitos de oro y los tres osos.

-El pequeño osito se acercó a la mesa y comenzó a lloriquear. "¡Oh,no! ¡Alguien se ha comido mi sopa!" -Narraba la rubia.

-Eso es muy poco realista... Los osos no hablan, ni comen sopa... -Reclamó Byul, frunciendo el ceño.

-Es un cuento de hadas, se supone que así son. -Respondió la humana, sonriendo divertida.

Bright side of the sun (Moonsun)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora