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"Todos y cada día

escondiéndose del sol,

vagando a la sombra.

No muy viejo,

no muy joven.

Todas las noches otra vez,

bailando con la luz de la luna.

(...)

No es un cuento de hadas

lo que veo en tus ojos.

En espera de tu error,

no muy cerca,

no muy lejos.

Furtivamente en el dolor,

toda verdad se vuelve mentira.

No voy a confiar en mí mismo"

The wolf-Siamés


💟💟💟


Byul estaba nerviosa. Debía admitirlo.

Le preocupaba que DakHo se volviera problemático por su causa, que ella le desagradara o que hiciera sentir mal a YongSun. Sólo deseaba que el niño pudiera entender y aceptar su relación.

Llegó a casa, tan concentrada en sus pensamientos que no se percató de la ausencia de Chris. Se sentó en el sofá durante un muy largo rato y al no escuchar más que silencio, le llamó, curiosa.

-¿Chris? -No hubo respuesta. -¿Christopher? -Le pareció extraño, puesto que el castaño nunca mencionó que iba a salir. "Tal vez le surgió una emergencia" pensó la pelinegra.

Fue a su habitación y de arriba del mueble tomó los anillos que había dejado ahí, ahora estaba lista para devolverle el suyo a Yong...

Su pensamiento parecía haberla invocado, porque tan pronto se puso su propio anillo, el timbre sonó. Al abrir, se encontró con la rubia y su hijo, que le veían al otro lado de la puerta.

-Hola... -Dijo la pelinegra, entusiasmada por ver a su novia, a pesar de que acababa de verla hacía unas horas; también tenía un poco de nerviosismo ante la presencia del niño, que tenía la mirada baja.

-Hola. -Respondió YongSun con una gran sonrisa. -DakHo quería decirte algo. -El nombrado se mantuvo en silencio.

-¿Es así? -Preguntó la pelinegra, curiosa, antes de mirar al pequeño, quien de inmediato hizo una reverencia.

-Lamento haberme comportado de mala manera hace rato. Fui grosero con usted, por favor, disculpeme...

La vampiresa miró sorprendida al niño y después a YongSun, quien simplemente asintió, adivinando su pensamiento. -Descuida... Si realmente lo sientes, todo está bien... Por mí, está olvidado...

El pequeño se enderezó, aún sin mirar a Byul. -Y olvide lo que dije antes. Por favor, venga a casa cuando lo desee... Mamá se pone muy feliz con sus visitas...

-Bueno. -Interrumpió la rubia, ligeramente sonrojada. -Suficiente, Dak, sólo tenías que pedir disculpas... -Rió despacio y con nerviosismo.

Moonbyul ronrió divertida, mordiendo su labio inferior para evitar reír. Miró al niño, quien le devolvió la sonrisa de la misma forma.

-Estaba hablando enserio. -Susurró el pequeño, siendo escuchado por las dos.

-Él sólo quería disculparse, ya lo hizo, así que... Ya nos vamos. Lamentamos haberte molestado por algo tan tonto como esto. -Mencionó YongSun, a modo de despedida y se dispusieron a retirarse, pero la pelinegra tomó su brazo.

-Espera... -Bajó su mano hasta sostener la de la rubia, y con la otra sacó de su bolsillo la pequeña alhaja plateada, con el dibujo de una luna. -Esto te pertenece... -Dijo Byul antes de colocar cautelosamente el anillo en el dedo de YongSun, quien casi se quedó sin aire al verlo. Su corazón latió con fuerza al percatarse de que la pelinegra también llevaba puesto el otro. No habían sido sólo un sueño...

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Byul entró de nuevo a su habitación, con la sonrisa de YongSun grabada en su mente, tan brillante, tan feliz. Se aseguraría de mantener esa sonrisa para siempre en el precioso rostro de la rubia.

Los pensamientos de un futuro juntas aparecieron en su mente, soñó despierta y se ilusionó, dejándose llevar por las fantasías de su mente durante varias horas.

Vio el reloj que colgaba de la pared y se sorprendió. Era medianoche ya, y Christopher aún no volvía a casa. La pelinegra se levantó, y en un impulso fue hacia la ventana, se asomó, esperando que tal vez él estuviese regresando en ese momento, pero lo que vio le hizo paralizarse: Había luna llena...

Era la segunda desde que estaba viviendo en la ciudad, pero durante la anterior, el castaño le había avisado que iría a la isla para pasar su transformación con la manada. Seguramente en esta ocasión lo habría hecho igual, sólo que a Byul le preocupaba el hecho de que no se lo hubiera dicho.

Más que nada, le impactó el darse cuenta de que, desde que estaba en la ciudad, ya no estaba tan pendiente de las fases lunares; a diferencia de cuando estaba en la isla, que siempre sabía exactamente cuando habría luna llena para evitar entrar al bosque durante esas noches. Ahora estaba tan concentrada en pasar tiempo con su alma gemela, que todo lo demás se había convertido en algo irrelevante para ella.

Permaneció en su habitación el resto de la noche, y al día siguiente, ya entrada la mañana, su amigo licántropo entró a la casa. A pesar de que estaba en su forma humana, Byul detectó en él un aroma extraño y fuerte, como a perro mojado.

-¿La pasaste bien anoche? -Preguntó ella, en tono de broma, mientras permanecía sentada en uno de los sofás.

-Ni lo menciones. -Respondió el castaño, parecía cansado, estaba húmedo y lleno de tierra y lodo en algunas partes de su piel, en sus brazos, en su rostro y en su cabello. Suspiró. -Tomaré un baño, vistete bien, vamos a salir.

-¿A dónde? -Cuestionó la vampiresa, llena de curiosidad.

-Ayer no te avisé porque olvidé hacerlo antes de que te fueras con la señora Kim. No podía ir a su casa para decirte que iría con la manada. Creo que en estos casos, sería útil que tuvieras un celular. Iremos a conseguirte uno. -Explicó. -Date prisa, ponte algo bonito, vamos a ir al centro comercial. -Dijo y se dispuso a ir a la ducha, pero se detuvo antes y miró a la pelinegra. -Y tal vez deberías recoger tu cabello, es un día caluroso.

La vampiresa sintió sus tripas retorcerse. Era la primera vez que iba a ir al centro comercial... No se sentía del todo lista. Ya podía tolerar la presencia de una gran cantidad de humanos, pero en el centro comercial, la cantidad de personas era superior.

No, sin importar cuántos humanos hubiera, tenía que conseguirlo. Si lograba controlarse ahí, prácticamente ya podría soportarlo todo. Podría vivir completamente como humana.

Esa podía considerarse como su última prueba...


Continuará...

Bright side of the sun (Moonsun)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora