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"Pero quiero decirte estas palabras,

quiero que sepas,

con todo,

no dejaré esto ir.

Estas palabras son mi alma y mi

corazón.

Me aferraré a este momento,

lo sabes,

mientras hago sangrar mi corazón

para demostrarlo

y no te dejaré ir.

Leo tus pensamientos no dichos,

siempre y ahora

pedazos de recuerdos

caen al suelo"

With me-Sum 41

💟💟💟

Un par de días después, Byul se encontraba en el centro del bosque, esperando. El líder de la manada había avisado que uno de los licántropos iría ese día para hablar con la vampiresa. Pero pasó un rato, y al ver que nadie llegaba, ella se sentó sobre la raíz sobresaliente de un árbol y apoyó sus codos en sus piernas, comenzó a jugar con diminutas piedras que había a su alrededor, las acercaba y las amontonaba, antes de tomar otra piedra más grande y lanzarla para derribar la pequeña montaña que había hecho.

No pasó mucho tiempo más antes de que la pelinegra escuchara pasos detrás de ella, pero cuando volteó no encontró nada. Frunció el ceño con curiosidad y volvió a dirigir su mirada al frente, al hacerlo vio justo delante de ella a un chico castaño que la miraba fijamente y muy de cerca. La vampiresa gritó por la sorpresa al tiempo que, impulsivamente, se empujó hacia atrás. -Hola. -Dijo el chico como si nada. -Me llamo Christopher Bang. Puedes decirme Chris. -Sonrió con un gesto adorable. Byul sólo lo miró mientras recuperaba la calma luego del susto. -BaekHyun me eligió para ayudarte mientras te adaptas al mundo de los humanos.

-Oh... -Dijo una vez hubo reaccionado. -Ya veo. Hola Chris... -Lo analizó un poco, intentando recordar su rostro de entre los de la manada. -No te había visto antes... -Concluyó al no reconocerlo.

-Es entendible. -Respondió él muchacho, encogiéndose de hombros. -Hace apenas un par de años que me convirtieron y a decir verdad... No suelo venir a la isla aparte de los días en que hay luna llena. -Dijo haciendo una mueca que le daba una expresión pensativa. -Como sea. Bueno, si quieres vivir en la ciudad, lo primero que debes saber es que los humanos dependen totalmente de algo llamado dinero. Sin él, no puedes comer, ni tener un lugar donde vivir, ni ropa que vestir. La comida, en tu caso, no será necesaria, pero lo demás sí. -Byul escuchaba atentamente mientras el chico hablaba rápido y con precisión. -Normalmente el dinero se consigue trabajando, pero para eso debes estar en contacto con humanos, algún día podrás hacerlo, pero por ahora no, así que... Te enseñaré una forma interesante para conseguir dinero. -Su sonrisa tomó un aspecto misterioso y le hizo una señal a la pelinegra para que lo siguiera. Ella obedeció. Caminaron varios largos minutos en silencio hasta llegar a la orilla de la isla. -¿Sabes nadar?

-Sí, ¿vamos a pescar? -preguntó la vampiresa, curiosa.

-Algo así... -Dijo antes de tirarse al agua. -Ven. -Instó.

Ella le dedicó una mirada llena de inseguridad, pero finalmente entró también. -Está helada...

-Creí que los vampiros no sentían. -Comentó sorprendido.

-En realidad nuestra piel es mucho más sensible que la de los humanos o... Los hombres lobo... -dijo ella tiritando.

-No lo sabía, lo siento.

-Descuida, estoy bien... -Dijo y un breve momento después dejó de temblar. -¿Qué vamos a hacer aquí?

-Sigueme. -Indicó el menor y comenzaron a nadar, de manera que se fueron adentrando poco a poco en el mar. -Mira, ¿ves eso? -Preguntó luego de un considerable lapso, señaló hacia una pequeña masa gris que flotaba a varios metros de ellos y empezaron a nadar hacia éste.

-¿Qué es? -Preguntó la pelinegra mientras se acercaban, y en cuanto llegaron tomó entre sus manos la pequeña bolita.

-Esto es ámbar gris. -Explicó Chris. -Es la forma en que se le conoce al vómito de cachalote. -Al oír eso, Byul soltó de inmediato la masita, lo que hizo reír al menor. -Es una secreción billiar. -Habló de nuevo, siendo él quien tomaba el extraño material.

-Huele horrible. -Comentó Byul e hizo una mueca ante el aroma fecal del ámbar gris.

-Sólo ahora. -Continuó explicando Chris mientras analizaba la irregular bolita. -Se tiene que dejar secar y en unos días olerá dulce. Es un aroma verdaderamente agradable.

-¿Y esto hará que tengamos dinero?

-En efecto. El ámbar gris es muy valioso. Se utiliza en perfumes y cosméticos, pero es muy caro puesto que es difícil de conseguir. Flota en el agua, sin embargo, la corriente pocas veces lo lleva a lo orilla. Además... Los cachalotes no son muy abundantes por aquí. -Dijo y comenzaron a nadar de regreso, atentos por si encontraban más. A pesar de que era un material ciertamente escaso, era fácil encontrarlo por esa parte del mar, era una zona profunda y lograron conseguir algunas piezas más. -¿Confías en mí? -Preguntó el chico cuando llegaron a la orilla de la isla.

-Pues... Realmente no te conozco lo suficiente, pero mis padres confían en BaekHyun, y al parecer él confía en ti, así que supongo que sí. -Respondió pensativa.

-Bien, voy a llevarme esto a la cuidad para venderlo. -Dijo envolviendo en una hoja de palmera los trozos de ámbar gris. -Pero tomará un par de días porque debe secarse primero. Cuando tenga el dinero, vendré por ti.

-¿Por qué no puedo ir ahora?

-Para empezar, necesito conseguir una casa para que puedas vivir ahí. No puedo llevarte a la mía porque ahí viven mis padres también y ellos son humanos... -Dijo apenado, pero con su usual tono lleno de calma. -Asumo que entiendes lo peligroso que sería que te quedarás ahí. Además, me gustaría buscar un lugar más cerca de la casa de tu alma gemela... ¿Cuál era su nombre?

-YongSun. Kim. -Se apresuró la pelinegra a contestar.

-De acuerdo. -Comentó despacio y pensativo. -Me encargaré de vender esto, cuando lo haga y haya conseguido una casa, vendré para llevarte a la ciudad. ¿Está bien?

Ella asintió despacio. -Por favor, sólo intenta no tardar tanto...

-Trataré hacerlo a la brevedad posible.

Luego de que se despidieron, la vampiresa volvió a internarse en el bosque, después de mucho caminar, llegó a la orilla de la pequeña laguna donde había besado a su sol por primera vez, donde le había confesado que eran almas gemelas, donde le había revelado que era una vampiresa.

Miró hacia el cielo y recordó la brillante luna creciente que las había iluminado aquel día. Ahora estaba nublado, pero Byul podía ver el astro en su mente y con total claridad. Bajó nuevamente la mirada hasta posarla en su mano derecha. En su anular permanecía el anillo de plata con el dibujo de un sol. Lo acarició con su pulgar antes de suspirar. Se sentó sobre el piso y comenzó a cavar con sus manos en el lugar exacto, que recordaba a la perfección; sacó mucha tierra hasta que encontró un pequeñísimo cofre de concha nácar, hecho torpemente a mano, pero que estaba bien sellado. Lo abrió y de él extrajo el otro anillo, lo tomó y lo vio por largos segundos, recordando la manera en que se veía en la mano de YongSun. Acarició el dibujo de la luna menguante antes de sonreír sin mostrar los dientes. -Voy a devolverte esto, Sunnie... -Habló para sí misma. -Te lo entregaré de nuevo junto a la promesa que te hice aquel día y que ahora no recuerdas... -Se puso el anillo en la mano izquierda antes de susurrar con el corazón lleno de esperanza. -Sólo tienes que esperar un poco más, amor mío...

Continuará...

Bright side of the sun (Moonsun)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora