Capítulo 8

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Harry

La última semana he pasado mucho tiempo con Kendall, estamos aprovechando los últimos días juntos. No he hablado mucho con los chicos estos días, no he tenido tiempo, pero les dije que lo que quisieran hacer por mi estaba bien.

Hoy Kendall se va para Los Ángeles y yo voy a llevarla a el aeropuerto. Son 45 minutos desde la casa que mi mamá tiene aquí en Lóndres, pero prefiero conducir todo ese tiempo a quedarme aquí en casa pensando en cosas sin importancia.

- Sabes que puedes venir cuando quieras linda, ésta es tu casa. -dice mi mamá mientras abraza a Kendall.

- Gracias Anne. -responde.

- Si quieres llegar debemos irnos. -digo dándole un beso en la mejilla a mamá, despidiéndome.

- Que les vaya bien. Conduce con cuidado hijo. 

- Lo haré mamá. -digo y nos subimos al auto.

El camino desde casa hasta el centro de Londres fue realmente corto y tranquilo. Cuando pasamos por un supermercado Kendall me pidió que parara para llevarle algunos dulces ingleses a su familia.

- No tienes idea como le encantan a mis sobrinos todos estos dulces que no se ven en Los Ángeles. -dice mientras escoge diferentes dulces.

- Me imagino. -sonrío y la abrazo por la cintura.

- Después de verte con los chicos, deberías venir a Los Ángeles. Mi familia amará verte, no te ven hace mucho.

- Sobre todo tu mamá. A veces pienso que me imagina desnudo. 

- ¡Que grosero! -dice y ambos nos reímos.

- Pero mira que pequeño es el mundo, ¿Harry y Kendall? -dice una voz que es muy familiar y me irrita. 

- Hola... - digo al ver a Eleanor y Louis cogidos de las manos detrás de nosotros.- ¿Que tal? -le doy la mano a Louis y un beso en la mejilla a Eleanor. Dios como desearía tener un balón de fútbol americano y tirárselo en la cara.

- Todo bien, y ustedes que hacen aquí chicos? -pregunta Eleanor.

- Harry vino a acompañarme hasta el aeropuerto. -responde Kendall al ver que yo no digo ni una palabra. El ambiente es muy incómodo en éste momento.

- Ah... ¿ya te vas? -pregunta Louis.

- Sí, tengo trabajo. -Kendall le responde y sonríe.

- Deberíamos ir a tomar algo en el café que queda aquí cerca los cuatro, ¿les parece? -lo que faltaba. No, no quiero ir y menos contigo.

- Hem... -miro a Kendall

- Nos encantaría, pero yo debo tomar un vuelo. -responde Kendall- Tal vez otro día. 

- Si, otro día, sin apuros. -digo sonriendo de la manera más hipócrita que existe.

- Seguro. No hay problema - dice Eleanor

- Nos vemos luego, adiós. -digo, tomo a Kendall de la mano y damos media vuelta.

- Adiós. -dicen Lou y Eleanor al mismo tiempo.

(...)

Luego de dejar a Kendall en el aeropuerto compré unos postres para compartir con mi mamá y me fui directo a casa. En todo el camino a casa no paraba de pensar en el encuentro tan incómodo con Louis y Eleanor, que mierda de encuentro. Si Eleanor no hubiera estado todo habría sido normal, dos viejos amigos que se encontraron y se saludaron, pero siempre que ella está al rededor las cosas son tan raras y me enoja demasiado. Sólo espero que la próxima semana con los chicos, las cosas con Lou no sean tan raras como lo fueron hoy.


Nuestro Encuentro [Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora