Deep And Darker (En Proceso)

2. Beautyful Life

Pasamos la tarde con Hope, sin que nos dieramos cuenta ya era de noche, cuando estaba con ellos dos me olvidaba por completo de todos los hombres que Jason ponia alrededor de la casa para cuidarnos.

—¿Pizza?— me pregunta Jason— Ouch— tiene a Hope sobre sus hombros y le esta jalando de los pelos, mientras finje que le duele, ahora que me daba cuenta necesitaba un corte.

—Si.

El saca su teléfono para pedirla y me pasa a Hope.

—Dos pizzas familiares, calle Vielman... — dice mientras va camino a su despacho y le hace seña a dos de sus hombres para que los acompañen a su despacho.

Mi estomago suena, y Hope se ríe.

—¿Te causo mucha gracias eh?

Ella solo se sigue riendo.

—Ay ¡Como te amo!— digo mientras la aprieto contra mi.

Después de un rato llega la pizza pero Jason aún sigue en lo suyo, voy a buscarlo y abro la puerta.

—No quiero que vuelva a pasar— dice Jason molesto señalando a Jamie, el solo se limita a asentir.

Jason voltea a verme, el ambiente se siente pesado.

—Ya llego la pizza— le digo.

—Claro ya voy.

—Ok.

Cierro la puerta, y me dirijo a la cocina, meto a Hope en su silla de comer al lado de la isleta, y busco dos plato, uno para Jason y otro para mi.

Ya le he dado de comer a la bebé y yo también he terminado, Jason aún no ha vuelto ha pedido demasiada pizza, guardo lo restante lavo los platos y me voy arriba con la bebé, me encanta su cuarto, yo elegí la decoración y también la de la habitación que comparto con Jason, en todo lo demás de la casa no tuve que ver deje que él hiciera todo.

Me siento en la mecedora y espero a que ella se duerma para colocarla en su cuna.

Voy a nuestra habitación la cual es enorme, elegí colores crema para las paredes, la cama era enorme y con sabanas vinotintas, en el baño cabía cinco veces mi antigua habitación de universitaria y el guardarropas lleno de toda la ropa que una chica pudiera querer, muchas de las cosas de Jason estaban mezcladas con las mías a pesar de que el también tenia uno.

Tomo mi pijama, una blusa de seda de tiros color azul y un short del mismo color, me tumbo en la cama y me duermo rápidamente.

Unos brazos rodeándome me despiertan, Jason me aprieta contra si y mete su cabeza en mi cuello.

—Hueles tan bien.

—Si, siempre me lo dices— digo adormilada.

Él se ríe.

—Duerme— me da un beso en la nuca.

Al poco tiempo caigo rendida otra vez, esta vez más cómoda en mi lugar favorito. Sus brazos.