Deep And Darker (En Proceso)

10. Stormy Night

Un ruido me hace despertar, lo oigo moverse por la habitación, coloca el arma y la navaja sobe la mesa de noche, abre la sabana y se acuesta a mi lado, me aprieta contra el y toma una honda bocanada de mi cuello.

Al poco rato lo siento dormirse, pero yo no logro conciliar el sueño otra ves hasta un tiempo mas tarde.

Siempre me habían gustado los días lluviosos, los subtonos grises en el cielo, tal vez por eso me gustaba Londres, casi todos los días aquí eran así, pero ahora literalmente reflejaban el color de mi vida.

Jason últimamente casi no esta en casa, el se va todo el día, solo lo siento llegar en la madrugada y acostarse a mi lado, y la casa ahora tiene el doble de guardias.

Estoy sentada en el borde de la piscina solo con mis pies dentro y con Hope sentada en mis piernas.

—Señora— Uno de los grandulones se acerca a mi— El señor O'Brien dice que está noche este lista a las 8, porque la llevará a una cena- dice tan seriamente que casi me da risa.

—¿Y por que no viene y me lo dice él?

—Señora yo solo cumplo ordenes, con permiso- se retira.

Odio que me diga señora, me siento una anciana, por Dios solo voy a cumplir veinte.

Siento que algo tira del cuello de mi blusa hacia abajo.

—Maa a— balbucea mi hija.

—¿Tienes hambre otra vez?—digo riéndome de sus intentos por sacar mi pecho— Eres la cosita más adorable del mundo— Saco mi pecho y ella se hecha encima de el rápidamente— Ay ¿Qué voy a hacer con tu papá?.

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No se a que lugar me va a llevar así que decidí ponerme algo que se vería bien en ambos sitios, un vestido blanco de tirante que se ajustaba a mi cuerpo y me llegaba un poco más allá de la mitad de los muslos, unos tacones color nude con tacón transparente, me maquille solo un poco, pinte mis labios de un rosa pálido, me puse mascara de pestañas, me coloque base, polvo y dejé mi cabello suelto, no recuerdo cuando fue la última vez que lo corte y ya casi tocaba mis nalgas.

Estoy frente al gran espejo del armario poniéndome unos pendientes de perlitas cuando lo siento colocarse detrás de mi, nunca lo había visto así, lleva una camisa negra manga larga, arremangada a sus antebrazos, algunos botones del cuello están desabrochados, dándole un toque muy sexy, lleva pantalones también negros, y botas del mismo color, es una de las pocas personas que conozco que el color negro en lugar de opacar, le da vida.

-Estás hermosa- baja su cabeza y susurra en mi oído, un pequeño escalofrió me recorre- Tengo algo para ti.

Yo sigo frente al espejo, lo observo sacar algo de su bolsillo.

Es una pequeña caja de seda roja, el la abre, pero no logro ver que saca, pone sus manos frente a mi alrededor de mi cuello y lo veo, es un hermoso collar la cadena es delicada y de oro blanco, y de ella cuelga un corazón que parece de diamante pero no lo creo... ¿O si?

El lo coloca en mi cuello y lo abrocha detrás.

-Sabia que era para ti en cuanto lo vi, ¿te gusta?- llevo mi mano al corazón de diamante y observo sus ojos a través del espejo, me observa como hace tiempo no lo hacia.

-Es hermoso pero, es demasiado ¿es de diamante?.

-Para mi no lo es, y si. Es un diamante- me sonríe tiernamente.

-Me encantó- miro al suelo, no quiero que el piense que tiene que comprarme cosas para que lo perdone- pero no tenías que... - el levanta mi barbilla.

-Claro que si, mereces eso y más- toma mi mano y besa mis nudillos- ¿Vamos?.

Asiento, tomo mi pequeño bolso negro negro y lo sigo.

El está en la puerta de la habitación y extiende su mano hacia mi, no dudo y la tomo, caminamos hacia la puerta que da al garage, me sorprendo cuando no veo solo su Jeep, su lamborgini negro, mi auto y su moto, sino que también veo otros cuatro autos que parecen realmente caros, tres son convertibles y la otra es una Range Rover Plata oscuro.

-Los traslade hace poco- me dice mientras me encamina hacia un convertible azul oscuro, la puerta se abrió de una forma muy extraña alzándose sobre mi cabeza, y un poco asustada di un respingo.

El se ríe cómico.

-Cariño es un Ducati- me explica.

-Sabes que no se de autos- digo mientras me siento, el se agacha y me coloca bien el cinturón de seguridad, y me besa en la frente, el cierra la puerta rodea el auto y entra, en este ambiente cerrado todo está impregnado con su aroma, aspiro su olor, huele a aquamarina, loción de afeitar y a Jason, mi olor favorito en el mundo.