𝐀𝐃𝐕𝐄𝐑𝐓𝐄𝐍𝐂𝐈𝐀: Este capitulo contiene escenas que podrían resultar fuertes para el espectador, incluidas descripciones de agresión sexual, si sufres de sensibilidad ante estas escenas te recomiendo que saltes hasta la parte que aparezcan los tres puntos (...) en mitad de la novela. Gracias.
— ¿Creíste que era tan estúpido como para dejarte revisar mi casa como si nada? —soltó una risa amarga Alonso mientras soltaba otro golpe en la cara de Horacio.
—Por favor, pare —pidió adolorido Horacio.
—¿Que pare? —esta vez rió más fuerte—. Esto es recién el comienzo, cariño —mientras reía desabrochaba su pantalón poco a poco.
—No, por favor—sollozó Horacio viendo como Alonso bajaba sus boxers.
—Vas a aprender a respetar a un superior.
Horacio, a pesar de la fuerza divina que poseía, no podía librarse de esta situación. Sus manos estaban esposadas a dos gruesas cadenas de hierro, estaba de rodillas y completamente desnudo. Temblaba debido al miedo y al frió que hacia en aquel cuarto oscuro.
La habitación estaba alumbrada por una luz tenue de color amarillenta, el olor a humedad y las paredes cubiertas de moho daban a entender que era una habitación que estaba en desuso hace bastante tiempo.
Los gritos de Horacio eran inaudibles ante los demás agentes de Joe Álvarez, ya que el cuarto se encontraba demasiado bajo de las instalaciones. Las lagrimas llenas de miedo y desesperación brotaban como mares de los ojos cafés de Horacio, los cuales tenían unas grandes ojeras negras moradas, y sin contar los moratones, cortes y rasguños que tenía en su rostro y cuerpo.
Alonso se acercó a Horacio con una sonrisa plasmada en su rostro, y a cada paso que daba, despojaba una prenda de su cuerpo. Rompió su camisa y con un pequeño pedazo de tela hizo un bollo para meterla en la boca de Horacio.
—Si antes no escuchaban tus gritos, ahora menos —dijo para luego agarrarlo de la cara fuertemente—. Eras tan lindo, lastima que tan estúpido.
Su cara se trasformó a una seria, se colocó detrás de Horacio para luego, sin delicadeza, penetrarlo. Horacio lloraba y rogaba que sus amigos lo sacaran de esta tortura.
Se trataba de convencer que todo esto era un sueño, que Volkov despertaría con él y le diría que todo estaba bien, que Gustabo, llegaría con el desayuno y que Segismundo reiría a carcajadas de sus chistes malos, pero no, era la realidad y debía afrontarla.
Urriaga gemía, entraba y salía de Horacio como si fuera un juguete, tocaba su cuerpo como si no valiera nada. Se sentía sucio, se sentía débil, se sentía inferior. Y se preguntaba ¿Que había hecho él para merecer este sufrimiento?
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𝐥𝐨𝐬 𝐚́𝐧𝐠𝐞𝐥𝐞𝐬 𝐝𝐞 𝐂𝐨𝐧𝐰𝐚𝐲 ; spain rp
Fanfictionhistoria con relación a la película 'Los ángeles de Charlie' de Joseph McGinty Nichol. 𝐀𝐃𝐕𝐄𝐑𝐓𝐄𝐍𝐂𝐈𝐀: contenido +18 puede contener; escenas sexuales, lenguaje vulgar, uso de drogas y/o alcohol. se lee bajo el propio consentimiento del lecto...