Доверять/ confianza

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"confía pero verifica"

Igor.

Ekatherina me mira con furia desde su escritorio

— ¿Como es que no me dijiste? Ryan está muerto y no se sabe nada de los niños ¿Björn lo sabe? — pregunta, niego con la cabeza

— No deberías estar gritándome a mi — le recuerdo — fue Ixander quien le dio ideas a Alexey, Alenna solo hizo lo que le ordenaron, y sabes bien que nunca es algo bueno — los planes originales implicaban hacer caer a Alexandr en Petak, Constantine iría a reunir información, pero él no sabía nada de Alenna.

— Maldición, no puedo enviar a mi hija tras él sin el respaldo de Ryan, dudo que Björn quiera participar —  noto que ha dicho "mi hija" la mujer durante años había lamentado haber dejado atrás a Alenna, eso lo sabía porque mi padre fue quien la ayudó a escapar, pero también lo habían matado por ello.

— De igual forma ella quiere hacerlo, matar a Alexey no cambiará la respuesta de la bratva, con o sin Constantine — Ekatherina se pone de pie, analizando la situación — Deberías se sincera con ella en lugar de amenazarla, es una niña des....

— ¿Una niña? Igor, tu has visto su fama, la has visto pelear, ella dejó de ser una niña hace tiempo, Alexey se encargó de ello

— Y tu piensas entonces que enviarla a la guerra contra él te hace mejor — aquello hace que se crispe molesta, Ekatherina era de la vieja escuela, también había ganado algo de fama y respeto dentro de la bratva, secretamente manejaba a gran parte de la organización desde América, pero tenía serios problemas al momento de decidir sobre sus hijas.

— ¿Qué sentido tiene tratarla como una niña? Me aterra que me odie, y que le haga daño a Lara... — cierra los ojos, la entiendo, Lara era su mundo, la cuidaba y la protegía como si fuera de cristal, comenzando la culpa de no haber salvado a su otra hija, pero era ridiculo

—  ¿Alguna vez le preguntaste a Ixander como la criaron? — pregunto, ella aparta la mirada con culpabilidad, se estaba escondiendo de todo el asunto

— Sé que entrenó desde joven, Alexandr siempre quiso que sus hijos fueran los asesinos perfectos — asiento, en eso tenía razón, el hombre tenía hijos con todas las mujeres que conocía, era como si criara su propio ejército familiar, lo cual era enfermizo.

— No sólo eso, esa chica no tuvo una mierda de lo que le diste a Lara, nunca fue a la escuela, cuando fui por ella, se la habían llevado, y cuando regresó, había tenido que sobrevivir un par de días en el bosque, y sabes bien como son los bosques de esa mierda — ella se estremece, apartando la culpa

— ¿Acaso te encariñaste? — pregunta en cambio, retandome con la mirada

— Tal vez — admito, Alenna tenía algo en la mirada, no era esa forma de mirar que te atravesaba el alma y analizaba tus movimientos, era una especie de... Tristeza que me atraía y me hacía querer consolarla. Una tristeza que he visto crecer con los años.

— Ella hará que acabes muerto entonces — dice con seriedad — Ni tu ni yo hemos matado tanto como ella, tiene 17 años, Igor, es fría y capaz de matar a su propio hermano, ella...

— Ixander trató de matarla a ella, y lo sabes muy  bien— le reprocho de vuelta — Ixander quería matarla desde que Alexandr decidió que ella sería la heredera, y lo sabes, tu idea era posicionar a tu hijo como el líder, él era quien lo mataría, porque ni Frank ni Tatiana quieren ayudarte con tu plan de mierda

— No te olvides con quien estás hablando — grita levantándose

— Y no te olvides de que soy el único que puede ayudarte a encontrar lo que Alexandr te quitó — gruñe, pareciendo tentada a ordenar que me maten, pero no lo hace, se deja caer en la silla.

— Vete, y mantén a Lara lejos de Alenna, lo último que necesito es que le diga la clase de cosas que hago.








Alenna es una chica preciosa, y creo que todo el personal de seguridad lo considera así, es diferente con Lara, quien actúa como una niña pequeña y de hecho es bastante recatada, es linda, pero ninguno de nosotros se atrevería a mirarla con otros ojos, Alenna no solo nos parecía preciosa por su físico, sino por la increíble capacidad que tenía.

Era una chica que no se dejaría mangonear con facilidad, Uno de los compañeros aseguró que su fama era una tontería, y su intento de agarrarle el culo acabó con él siendo golpeado en los testículo con una bota de grado militar, su cabeza contra el piso y su mano derecha rota.

Pero a demás de eso, había algo en ella me tenía como un maldito idiota, debí saber que me tendría dominado desde ese momento en el avión.

Lo peor de todo es que la he visto desnuda así que suelo evocar esa imagen en los peores momentos, como ahora, que estamos en medio de una competencia de puntería y va ganando.

— Ese tiro es imposible — insiste Ken, uno de los guardias que está entrenando, todos se han reunido al ver a Alenna — tendrías que girar en el aire o algo así y lanzar cuatro cuchillas a la vez

— Es posible — insiste ella — pero es solo para cuando estás en apuros — admite, luciendo levemente avergonzada, pero orgullosa

Ha dispuesto cuatro blancos a distancias diferentes y frente a obstáculos fuertes, desde su posición, solo se veían dos, y juraba poder darle a los cuatro, así que las apuestas estaban en la mesa.

Y para darle algo extra, se suponía que yo intentaría derribar la

— De acuerdo... Ya!

Arremeto contra ella, pero se gira, y cuando pasó a su lado clava su codo en mi espalda, haciéndome perder el equilibrio, y lo siguiente que sé es que está sobre mi, sus piernas rodean mi cuello y giro a causa de la inercia en intento mantenerme en pie mientras busco sus muslos intentando soltarla, pero el sonido de las cuchillas al atravesar el aire me hace detenerme en seco, me recorre un escalofrío al sentir el frío metal en mi cuello

— Listo, cinco muertes — estoy ligeramente mareado pero los silbidos seguramente son para ella.

— Igor, pareces a punto de vomitar — se mofa uno de ellos, pongo los ojos en blanco mientras ayudo a Alenna a bajar de mis hombros

— ¿Bromeas? Es un jodido ninja ¿como demonios subiste tan rápido? — sonríe luciendo orgullosa de su habilidad.

— llevó entrenando como usar el cuerpo del enemigo en mi beneficio desde que tengo memoria.








Alenna - El OrigenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora