Dolor

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Igor.

Lara se queda dormida pronto, por lo que finalmente suspiro, cansado y repasando una y otra vez toda la situación en mi cabeza, había algo extraño en todo esto, Ekatherina me había ordenado llevarlas a la casa segura, y no sé arriesgaría a que su hija quedara en medio de todo.

Así que habían dos opciones, o atraparon a Ekatherina y quieren hacernos llegar a la casa, o esperan que los llevemos a la casa para emboscar al resto.

Cualquiera de las dos opciones me dejaba en la misma situación : sin opciones, y ahora con Alenna fuera de juego, definitivamente no podría proteger a Lara de la forma en que debería.

Miro a las gemelas, Lara está acurrucada junto a una roca, con la mochila abrazada con fuerza, luciendo como un cachorro indefenso.

Alenna... Verla en ese estado me golpea fuerte, golpearon su cabeza, probablemente esperaban que bajara del auto, lo que quiere decir que era una trampa desde el inicio, tal como lo dijo antes de desmayarse de forma definitiva.

Le habían roto alguna costilla, su rostro estaba hinchado y aunque le había limpiado la mayor parte de la sangre, podía sentir que la herida en su cabeza era sería.

Tenía que llevarla a un hospital, pero sin Ekatherina, no podía conseguir uno en el que no sospechara de actos ilícitos. Y lo último que quiero es llamar la atención.

Maldiciendo internamente el haberla dejado ir sola, saco una lata de salchichas de la mochila, y un pequeño objeto brillante llama mi atención en la oscuridad

Era el anillo que Alenna le había dado a Lara, pero Lara lo traía puesto cuando entramos al bosque, curioso, lo miró de cerca, y luego miró a Lara.

Al darme cuenta, maldigo en voz alta, despertando a una asustada Lara, levantándome, me acerco a ella

- El anillo, dámelo - gruño sin tiempo de dar explicaciones, ella parece querer refutar, pero no tengo tiempo, le quito el anillo del dedo y los comparo.

El anillo de la bolsa era real. El de Lara era un rastreador. Alguien los había cambiado, pero...

Recuerdo la noche que fui a buscar a Alenna, había esperado en el pasillo a que regresara de cenar, era lo primero que hacia luego de días fuera, cenar y luego ducharse, nunca lo confesé pero pasé varios años vigilando la de cerca, siempre estando fuera de su radar, hasta esa noche.

Y esa noche la única otra persona que estuvo cerca del pasillo fue el mismo Alexey, él había dejado la cabeza de mi padre en la habitación de Lara, maldición el probablemente quería asegurarse de que fuera a Japón así que le puso el rastreador... Pero eso no explica... si cambió el anillo ¿como acabó el de verdad en la mochila?

Esta mochila había estado con nosotros desde el ataque a la casa de Ekatherina, era donde estaban las armas de Alenna...

Sacudo la cabeza intentando aclarar mi mente, esta era la oportunidad de despistarlos y conseguir ayuda.

- Escóndete, regreso luego, si necesitas ayuda, hay armas en la mochila - ordenó antes de salir como alma que lleva el diablo, estoy cansado y caminé por horas con Alenna en brazos solo para despistar a esos imbéciles, el que tengan un rastreador me hace sentir atacado.

Traigo un teléfono desechable conmigo, así que tenia que conseguir señal y que nos sacaran de aquí, la situación era una mierda sin tener un lugar al que llegar con seguridad.

Se está haciendo de noche y soy un blanco andante, pero tengo que alejarme lo más que pueda de la cueva, y encontrar la forma de salir de aquí.












Alenna - El OrigenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora