13

45 4 0
                                    


[Hace 6 años]

Ya hacía un año que estaba en Seúl, mismo tiempo que llevaba en la universidad y trabajo, en todo ese tiempo no había logrado hacer tantos amigos como quería, solo hablaba con algunos compañeros de la clase por compromiso, realmente extrañaba tener a Tae a mi lado.

-Jimin ve a limpiar las mesas del fondo y ya te puedes ir- me comentó Nam, hoy no había tanto trabajo por lo que me darían más tiempo libre, el cual quería aprovechar para pasear por el parque cercano.

Fui a las mesas que me menciono mi jefe y me dispuse a limpiarlas, a los minutos sentí la fuerte mirada de alguien por lo que me dispuse a buscar de quien provenía, hasta que encontré al culpable. Un chico que se veía más o menos de mi edad se encontraba viéndome desde las mesas pegadas a la estantería de libros, cuando se dio cuenta de que ahora yo también lo miraba se giró de inmediato, "lindo" fue lo que pensé en el momento, no le tome más importancia y seguí con mi tarea.


Ya me encontraba fuera del trabajo por lo que me puse mis audífonos y continúe mi camino al parque. En todo camino sentí que alguien me miraba, con la misma intensidad que el chico de la cafetería. Intenté girarme un par de veces pero no conseguía ver a alguien.

Llegue a el parque y me senté en mi banca favorita que apuntaba al lago, dándome la preciosa vista del atardecer. Mientras veía esa hermosa escena, la intensidad de esa mirada aumentaba y claramente me puse nervioso. Intente buscar al provocador de aquella sensación pero me quede estático y aún más asustado cuando sentí algo puntiagudo en mi torso- Tranquilo pequeño, no te haré daño si me das lo que quiero- escuche una risa proveniente de esa voz.

De inmediato saque mi teléfono y cartera haciendo el gesto de entregárselo, quería acabar con esto cuanto antes, pero en lugar de aceptar las cosas las arrojó a un lado aumentando así su risa- No quiero tus cosas bonito, solo quiero que pasemos un buen rato- y en ese momento se acercó más, si es que eso era posible.

Mi miedo incremento cuando sentí un bulto rozar mi brazo, vaya que entendí bien a qué se refería con "un buen rato"; intente zafarme de su agarre, pero este apretó más fuerte el objeto en mi vientre mientras su otra mano ya rodeaba mis caderas- Tranquilo bonito, esto no tardará-

Su mano empezó a tocarme de una manera repugnante, recorriendo desde mi muslo, cadera y entrepierna, me moví aún más cuando sentí su respiración en mi cuello. ¿Gritar? No había alguien que me escuchara ¿Intentar golpearlo? No era opción mientras esa navaja estuviera apoyada en mí.

Pensé seriamente en dejar que me hiciera lo que sea que fuera, pero esa sí que no era una de mis opciones; forceje aún más, haciendo al tipo enfurecer y que este tomara mi cabello fuerte, lastimándome notablemente- Vuelves a intentar escapar y te mato sin importar lo lindo que seas- amenazó.

No quería morir, eso era un hecho, pero tampoco quería rebajarme a tal nivel de resignación, cuando las opciones ya se habían terminado, escuche como algo golpeaba al tipo en la cabeza, haciendo que el mismo volteara disgustado permitiéndome la oportunidad de escapar- Déjalo en paz pervertido- comento aquel chico, en cuanto gire a verlo me percate de que este era el tipo de la cafetería.

De un momento a otro comenzó una pequeña pelea entre los dos hombres, hasta que se escuchó como los policías llegaban al lugar. Pasó un poco de tiempo y el tipo que me había amenazado ya se encontraba en la parte trasera de una de las patrullas. En una ambulancia estacionada se encontraba el chico de la cafetería con algunas heridas leves hechas con la navaja del agresor, resaltando más una en su mejilla.

-Muchas gracias- susurre mientras me acercaba al chico

-No tienes que agradecer, no podía dejar que ese asqueroso te hiciera algo- repuso en una sonrisa

-Tú... tú estabas en la cafetería Rosse, en la tarde ¿No es así?- pregunté totalmente ajeno al tema de mi "salvación"

El chico empezó a ruborizarse, dejando atrás a aquel tipo rudo de hace unos momentos- ah sí, yo estaba ahí, tú también estabas ahí, los dos estábamos ahí- dijo muy rápido, cosa que me saco una risa- Yo ah... yo te vi en la cafetería...-

-Lo note- sonreí, algo tenía este chico que me hacía ser un poco coqueto.

-Yo ah... perdón por mirarte, pero es que eres muy lindo y no podía apartar la vista- continuaba rápido- y cuando te fuiste yo intente alcanzarte para pedir tu número, pero te perdí, luego te vi el parque y ahí estaba el tipo ese, y yo no me podía quedar quieto, llame a la policía y listo- reí más ¿Cómo podía alguien hablar tan rápido? Peor aún ¿Cómo había hecho para entender todo lo que decía?

-Tranquilo, respira un poco por favor- burle, haciendo que el chico se pusiera más tímido- Empecemos de nuevo- suspire- Soy Jimin, como ya lo sabes, trabajo en la cafetería Rosse, un gusto- extendí mi mano.

-Ya sé quién eres Jimin, vamos a la misma escuela, incluso compartimos algunas clases, pero por lo que veo, tu ni notaste mi existencia- comenzó a reír nervioso- Soy Jungkook, un gusto-

Las palabras del castaño me dejaron atónito ¿Ya me conocía? ¿Por qué no había notado a este chico tan lindo? – Yo... lo siento, no te había visto-

-Jaja no te culpo, suelo sentarme hasta el fondo- me miro directo- lo que me sorprendió es el verte en esa cafetería, nunca me imaginé que alguien así de lindo trabajara ahí, por eso me disculpo otra vez por mirarte- su manera de comportarse había cambiado totalmente ¿Dónde estaba el chico tímido de hace segundos? Ahora era yo quien se encontraba apenado y ruborizado.

-JIMIN!!!- escuche el grito de Namjoon quien iba a toda velocidad a mi dirección junto a un preocupado Jin- Oh dios pequeño, ¿Estas bien? ¿No te lastimaron mucho? HABLA POR DIOS JIMIN QUE ME ESTOY MURIENDO- su voz estaba llena de preocupación, cosa que me resulto muy linda.

-Nam, estoy bien, no pasó nada grave- lo abrace para que el estuviera seguro que me encontraba bien.

- ¿Quién fue? ¿Fue este chico?- ahora Jin atacaba con preguntas mientras se acercaba a Jungkook- ¿Qué le hiciste a Jimin bastardo?- casi sentí que su mano se estrellaba en el otro, pero interrumpí a tiempo.

-Por dios Nam, controla a tu novio- me puse enfrente del castaño- Él es Jungkook y EL fue quien me salvo del pervertido ese- concluí

-Vaya... muchas gracias Jungkook, te debemos una muy grande por nuestro Minnie- comentó  Namjoon- ahora tu niño, recoge tus cosas y nos vamos ahora mismo a tu departamento- ordenó, odiaba pero amaba tanto que me cuidaran como si fuera su propio hijo.

-Bueno, supongo que nos veremos mucho Kook- me dirigí ahora a el chico en la ambulancia.

-Espero eso con ansias Jiminie- me contestó del mismo tono al que yo me había dirigido, normal pero con cierto toque de coquetería.

Vaya que agradecía a ese tipo perverso por hacer que nos conociéramos. 

AUN TE AMO - JiKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora