AUN TE AMO - JiKook

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Me levante más temprano de lo habitual, hoy debía de llegar a tiempo para las entrevistas, si llegaba con al menos un minuto de retraso, Jin me asesinaría sin importar que sea su amigo.

Al llegar al lugar, entre- BUENOS DIAS!!- grite con todas mis fuerzas

-Agh, ¿A quién quieres hacer sufrir con esos gritos Jimin?- me regaño el pelinegro mientras salía de su oficina- que bueno que llegas a tiempo niño, necesito que me ayudes a acomodar las mesas, quiero que esto se vea más impecable de lo que es- dijo mientras repasaba el lugar con la vista.

Pasamos toda la hora acomodando las sillas y mesas de manera más simétrica y colocamos los cojines que Jin compro ayer. Al dar las 9:00 de la mañana empezaron a llegar los postulados a los diferentes puestos, al abrir la puerta pasaron unas diez personas, no me imaginaba que serían tantas a tan temprana hora. Los recibí y por indicaciones de Nam, les ofrecí una taza de café mientras este llamaba uno por uno a su oficina. Jin nos dejó a cargo de las entrevistas ya que el tenia junta con los proveedores.

Pasaron las horas y cada vez llegaba más gente, ¿No se suponía que eran pocas? Realmente me estresaba que llegaran tantos, pero eso era bueno, ya que significaba que el local era popular como para hacer que tantos quieran trabajar en él.

Al dar las 12 del día llevaba una ronda de tazas a los recién llegados, pero lo que no me esperaba era chocar con alguien mientras lo hacía- ah mierda...- dije por lo bajo

-Oh! Disculpa no te vi, estaba distraído viendo esos peluch... ¿Jimin?-dijo rápido el tipo con quien había chocado.

Me secaba algo el líquido callo en mi ropa, y al escucharlo decir mi nombre alce la vista a aquel rostro que tanto me había acompañado en la infancia- ¿Tae?

-Oh santo cielo, MINNIE!!- me abrazo de inmediato- tanto tiempo sin saber de ti! ¿Dónde te habías metido?- dijo mostrándome aquella hermosa sonrisa cuadrada que alegraba cualquier mal.

-Tae no respiro- dije riendo mientras el moreno me soltaba- Te he extrañado tanto Tete- dije mientras le sonreía con la misma intensidad que él.

Taehyung era y es mi mejor amigo desde que tenía memoria, él siempre me acompaño en los peores y mejores momentos. Cuando decidí salir de mi casa y venir a Seúl, el me ayudó mucho y siempre habíamos mantenido contacto, hasta aquel día en que él se fue, desde ese momento corte toda comunicación con varios amigos, odiaba que me vieran destrozado, siendo los únicos en saber de mí, Jin y Nam, ya que estos son mis jefes.

Cierto era que nunca le comente de mi trabajo en la cafetería, no sabía por qué pero tampoco es que fuera tan importante.

-¿Por qué no me dijiste que estabas aquí? De haberlo sabido me venía desde hace mucho- termino diciendo con un golpe leve en mi cabeza

-Perdona Tata, pero no pensé que fuera tan importante- conteste riendo- ¿Tu qué haces acá en Seúl? Más bien ¿Qué haces acá en la cafetería?- termine intrigado

-Sobre eso... termine mi carrera hace tres años, me vine desde entonces, tenía un bonito trabajo pero por razones económicas, me despidieron- dijo mirando al techo- entonces vi en internet que necesitaban personal acá, y pues no vivo tan lejos, tenía que aprovechar- termino volviendo la vista a mí.

-Siempre me sorprendes Tae, me hubieras avisado cuando llegaste, así nos poníamos al tanto- realice un puchero triste, algo que sabía le gustaba que hiciera.

-Lo siento Minnie, pero... después de ese día no hablaste más conmigo y pensé que ya no me querías a tu lado... aun siento culpa por eso- me respondió con una mueca de dolor al recordar todo lo que paso hace cuatro años.

Le di un abrazo, recargando mi cabeza en su pecho- tu no tuviste la culpa en nada Tae... Solo es que el destino no me tenía preparado estar a su lado- gire a ver sus ojos que ya se encontraban algo cristalinos.

-A pesar de que digas eso, sé que fue mi culpa, si tan solo no te hubiera animado a eso tan pronto, tal vez hoy...- fue interrumpido debido a que Nam lo llamo desde la oficina- bueno creo que me tengo que ir, es mi turno, ¿Hablamos luego?- dijo mientras limpiaba las lágrimas que se habían escapado y poniendo una sonrisa más relajada

-Claro, al terminar tendré la tarde libre, ¿te apetece ir a comer a mi departamento?- sugerí con una sonrisa

-Encantado Minnie- contesto

-Bien, pásame tu número y en cuanto salga te aviso y envió la dirección – concluí mientras sacaba el celular, Tae anoto su número, nos despedimos y continúe con lo que estaba haciendo.