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Los días pasan rápido cuando estas con las personas correctas. Parecía que apenas ayer nos reunimos con Tae y Hoby para aclarar un poco las cosas con Kook, pero no era así, ya habían pasado dos días desde aquello siendo ahora que nos encontrábamos en domingo.

No tenía planes en específico, básicamente solo me la pasaría en mi habitación viendo películas, y posiblemente hablando con cierto castaño. Parecía que mis pensamientos fueron escuchados porque mi teléfono comenzó a sonar.

-Diga-

-JIMINIE!!!- aquella voz tan conocida retumbó en el parlante del teléfono, por lo que sonreí.

-Kookie! ¿Cómo estás?-

-Mal- escuche como parecía que su tono era más aniñado de lo normal.

-¿Por qué estás mal Jungkookie? ¿Acaso alguien molesto a mi pequeño conejito?- no podía negar que me gustaba tratarlo como de si de un pequeño niño se tratara cuando parecía hacer un berrinche.

Un bufido se escuchó del otro lado- Estoy enojado contigo- solté una pequeña risa.

-¿Por qué conmigo Kookie?-

-Porque no estás aquí a mi lado para darte mimos-

-Pero si apenas nos vimos ayer-

-Pero eso no es suficiente para mí- escuche como parecía imitar pequeños sollozos, los cuales no le salían nada- yo quiero verte, quiero estar con mi bebé-

-Si quieres nos vemos más tarde, cuando acabes tus compromisos con Jin-

-Sobre eso... ya que me diste tu permiso para verte... ¿Me puedes abrir?-

-Espera... ¿Qué?- no comprendí a qué se refería hasta que escuche como el timbre sonó. Me paré de mi cama y corrí a la puerta, encontrando del otro lado a Jungkook con un ramo de rosas blancas- Jungkook ¿Qué haces acá?- mis ojos se abrieron ante la repentina sorpresa, no esperaba encontrarlo hoy de esa manera.

Levantó su teléfono para cortar la llamada que seguía en curso y con aquella hermosa sonrisa hablo- ¿Sorpresa?- me extendió el ramo que acepte, cambiando mi mueca de sorpresa a una sonrisa por el detalle.

-¿No tenías cosas que arreglar con Seok Jin?- me hice a un lado dejando que el castaño pasara.

-Digamos que le rogué a mi jefe para poder hablar de ello mañana- sonrió mientras se sentaba en el sofá. Desde que Kook entró a trabajar para la remodelación del lugar, se llegaba a quedar algunos fines de semana, lo que por obvias razones descontaban más días del mes que se quedaría en el lugar.

Reí a lo que comento y me dispuse a colocar las flores en un jarrón con agua.

-Entonces ¿A qué debo su repentina visita señor Jeon?-

-Ya te había dicho por la llamada, extraño a mi Jiminie y quiero darle mimos- compuso un puchero desde su lugar.

-Al menos me hubieras dicho unos minutos antes para poder quitarme el pijama- una risa se escuchó de mi acompañante.

-Pero si te ves bien con ella... yo diría que incluso estás sexi bebè- el repentino cambio de su voz me hizo tensar, observe cómo se levantaba de su sitio y caminó hacia mí, advertí como sus brazos se ciñeron en mi cintura sin apartar su intensa mirada de mis orbes.

-Kookie...- mi voz salió en casi un suspiro al momento que sus labios presionaban mi cuello.

No tarde en enredar mis manos en su cabello, el ambiente cada vez se ponía más caliente y dudaba que fuera por el clima natural. Nuestros cuerpos se encontraban tan unidos que solo quería recibir más toques por parte del castaño.

AUN TE AMO - JiKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora