27

34 2 0
                                    

Nuevo día daba inicio, y con ello una gran sonrisa acompañaba mi rostro.

Desde lo sucedido ayer con Jungkook no podía dejar de sonreír, a pesar del pequeño remordimiento que sentía por Min, solo quería verlo de nuevo...

Con lo anterior no quedaba nada claro en nosotros, ambos tenemos pareja y estar juntos no era tanta opción... Contando con el pasado que teníamos y al parecer él no recordaba. Era raro, si hace cuatro años me dejó en el altar, sería por que no estaba preparado; una persona normal mínimo tendría la decencia de mantener lejanía con su ex prometido, pero él parecía no tener ni idea de quién era yo... ¿Por qué fingía? ¿Si no me quería para algo como una boda, porque no solo lo dijo? ¿Por qué me besaba?... preguntas como esas me acompañaron en todo el trayecto del edificio al trabajo, siendo despertado de aquella ensoñación por Min.

-Jimin ¿Pasa algo?- su mirada denotaba un poco de preocupación, por lo que solo negué y acaricie su cabeza- ¿Seguro?-

-Seguro Min, solo tengo un poco de sueño- mentí.

Asintió a mi respuesta y dejó un casto beso en mis labios- Cualquier cosa, sabes que puedes decirme-

Mierda... ¿Por qué tenía que ser tan bueno? Su atención y todo el tacto que tenía hacia mí era doloroso, me sentía una basura de persona. Entramos a la cafetería y Namjoon nos recibió con una hermosa sonrisa.

-Buenos días chicos- correspondimos a su saludo- Minnie, Jin te necesita en su oficina- asentí a lo que me dijo y tome rumbo a la oficina de mi jefe, era raro llamarlo jefe después de toda la historia que teníamos.

-Jin, ¿Me hablabas?-

-Buenos días para ti también- respondió mientras su vista se enfoca en su computadora, vire mis ojos- Hey! Esos ojos se te van a quedar chuecos después de tanto que lo haces- me regaño, a lo que solo bufe y me senté frente a él.

-Dime que necesitas Jin, tengo que regresar a ayudarle a Min en la cocina- comente, no tenía ánimo de pelear hoy.

-Hablando de la cocina, hoy no trabajas con Yoongi, tomarás el puesto de Tae durante estos dos días- comentó mientras tecleaba en su computador- Se ha enfermado y por eso quiero que estés en el mostrador-

Asentí un poco sorprendido, no sabía que Tae se enfermó y me sentí mal por no hablarle ayer ya que estaba muy ocupado con Jungkook, a quien por cierto tampoco vi en la entrada como de costumbre, tal vez llegaría más tarde.

Me levanté del asiento, y me dirigí al mostrador, donde al poco rato comenzaron a llegar los clientes, la mayoría con pedidos para llevar ya que era horario laboral ahora.

Ya había pasado tres horas de que empezó la jornada, y el castaño no se había aparecido aún. Era algo raro, pero decidí apartar mis pensamientos de todo al percatarme un nuevo cliente enfrente.

-Buen día, que desea llevar- pregunte como era de costumbre.

-Oh, pero si eres el chico apuesto de aquella vez- comento rápido el chico enfrente mío. Al notar su comentario, fruncí las cejas intentando recordar a aquel peli grisáceo... abrí la boca en expresión de recordar quién era, se trataba de aquel chico de la feria, ese que después de sacarme tremendo susto me ofreció su número.

-Si claro, ya me acordé de usted... ¿Que desea ordenar?- corte rápido la conversación, no quería que me regañaran.

-No me hables de usted, me haces sentir más viejo, ya nos conocemos de tiempo- compuse una mueca a su comentario, este tipo parecía ser de los clásicos coquetos, solo nos habíamos visto una vez, ¿Qué le pasa? ¿Qué no sabe que es de mala educación hablar tan confiado con un extraño?- Jajaja, ¿Acaso no me recuerdas lindo?-

AUN TE AMO - JiKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora