XXIII

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Blanco

Adrian: K-kyoko --Dijo el chico jadeando mientras cerraba un ojo-- s-se gentil

Kyoko: Eso intento, pero sigue temblando

Adrian: S-si continuas voy a..

Kyoko: Aguanta un poco, ¿Vale?

Adrian: S-si sigues así de ruda, no podre a-aguantar

Kyoko: Un poco y.. ¡Listo!

Exclame mientras miraba el cuerpo desnudo de mi novio vendado, al parecer por como me dijo tuvo una pequeña discusión de golpes con un ladrón, el cual le dio tres puñaladas en el torzo.

Gracias a su poder que descubrio que es de autoregeneración se salvo de que fuera una herida mortal, pero si quedó con algunos enormes rasguños y cortadas.

Adrian: Eres una salvaje --Dijo mientras miraba su cuerpo por el reflejo de la ventana--

Kyoko: ¿Mira quien lo dice? --arquie la ceja--

Adrian: Vamos, no me recuerdes esos momentos --Dijo mientras se colocaba la mano en la cabeza--

Kyoko: Vale, vale, pero.. Te diré que no te esfuerzes demaciado, ¿de acuerdo?

Adrian: Vale, solo quiero verte en un traje de enfermera sucubo, o de neko maid, o de sucubo maid,o enfermera neko, hay muchas ideas en mi cabeza

Kyoko: De todas las personas, me enamore de un otaku --Dije en tono de burla--

Adrian: Sabes que ofendes, ¿verdad? --Dijo con simpleza, esa no era la reacción que esperaba--

Kyoko: Lo siento --me acerque a él para susurrarle al oido de forma atrevida-- Pero, porque no mejor de neko para que puedas hacerme lo que quieras, Amo~

Mordí el lóbulo de su oreja, lo que hizo una reacción en cadena, ya que podía ver de reojo que sus mejillas se pusieron rojas al igual que pude ver como cierto amiguito se derperto.

Adrian: Deja de hacer eso --Dijo entre sonrojado y avergonzado--

Kyoko: Vamos, es lo que quieres, no?

Me separe para verlo a los ojos, en un acto de broma, use la mutación animal, lo cual unas orejas blancas de felina aparecieron en mi cabeza, mientas la cola salía por debajo de mi falda.

Kyoko: Nya?

El pelinegro se quedó unos segundos antes de caer al suelo empujado por la sangre que salía de su nariz, la cual funcionaron como propulsores de un cohete y lo empujaron hacia atrás.

Kyoko: Cariño! --me acerque a lugar en donde había caído sin desaparecer mis rasgos felinos-- ¿te encuentras bien?

Me acerque a él, para verlo, por suerte no sufrió daño por caída, pero si una fuerte hemorragia nasal. Al parecer fue mucho en verme con este aspecto.

Adrian: Me siento en el paraíso --eso fue lo único que dijo antes de acerce el muerto--

Reí ante su comentario, aveces podía ser tan idiota hasta el punto el hacerme reír. Me detuve las risas después de unos minutos, ocultando los rasgos felinos volviendo a la normalidad.

Kyoko: Eres un idiota --Agarre aquel botiquín para dejarlo en su lugar, en un cajón--

Adrian: Pero amas a este idiota --comentó en lo que se levantaba--

~Colores~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora