¿Tragedia o fortuna? [Wigetta]

23. No hay mal que por bien no venga

Narra Samuel:

Estaba preparando el desayuno, unos huevos con bacon deliciosos, cuando noté que alguien me observaba...

No necesité darme la vuelta para saber de quién se trataba.

Seguramente lo dejé flipando, no creo que se esperase que lo fuera a dejar tranquilo.

-Vegetta. -Escuché a mis espaldas. -¿Necesitas ayuda? -Preguntó con timidez.

-No, gracias. Anda, ve a sentarte y espera a que acabe con esto. - Respondí con indiferencia, sin siquiera voltearme.

-Oh... Está bien. -Su voz sonó desanimada. Decepción es lo que pude notar.

Yo seguía con lo mío, quería que Guillermo se sintiera ignorado, que pensara que ya no me gustaba, que me necesitase... Que me tenga que rogar, pero que las cosas no se confundan... Esto no lo hago porque sea mala gente... Bueno sí, también es por eso... Pero así lo distraeré de todo lo que vio...
La primera vez que ves un asesinato es realmente impactante. Aún recuerdo mi primera vez, Mangel decidió que matar a aquel tío era lo mejor, pero esa historia prefiero olvidarla.
Yo nunca disfruté matando gente, de hecho, Alejandro era la tercera persona que murió en mis manos. Él se lo merecía...

-Ten, come rápido que tenemos que ir a ver a Borja y Cristian. -Le ordené mientras le entregaba su plato con el desayuno y el café.

-Está bien. -respondió rápidamente para comenzar a comer.

El desayuno transcurrió en silencio, Guille me estuvo mirando todo el tiempo y yo sólo pasaba de él. Al acabar de comer, me levanté y me puse ropa adecuada para ir a verlos y luego me dirigí a la entrada de la casa seguido por Guille.

-Vamos a por esa mierda. -dije para mí, sería duro explicarle a Borja que maté a uno de los suyos. Con Cristian no había problema, es casi mi cómplice en esto.

Conduje mi coche hasta la mansión. Cristian estaba en la entrada esperándome.

-Samuel. Buen día. ¿Quién es tu acompañante? -Su profesionalidad asustaba. -Ah, es el mismo chico que te acompañó ayer. -dijo al recordarlo -Mi nombre es Cristian. - Extendió su mano a Guille.

Una vez se saludaron, entramos a la mansión, Guille y Cristian se llevaron bien, cosa que no me gustó un pelo. Aún no confiaba en él.

-Samuel... -Borja se veía más feliz que nunca. -Eres intratable. -Comenzó a reír. -No sabes el peso que me quitaste de encima. -Se abalanzó sobre los tres y nos abrazó

-¿Qué leches...? -Esto me dejó totalmente sorprendido. No me lo esperaba.

-Luzu suéltanos. -¿Cristian lo llamó Luzu? ¿Entre ellos se ponían apodos?

-Bueno, bueno, bueno... Que se agobia el chico. -añadió Borja refiriéndose a mí. Supongo que lo dijo por la cara que puse.

-Y bueno... ¿Qué se sintió al matar a Alejandro? -preguntó emocionado Borja.

-Fue lo mejor. -respondí sincero.

-Ya lo creo. -Sonreía a cada momento. -Lana no se lo va a creer. -Vaya cómo cambian las cosas sin Alejandro... Así que Lana se llama la novia de Borja...

-Pero algo me dejó inquieto... La amenaza de Alex... Deberías tener cuidado Samuel. -Articuló Cristian.

-Lo sé...

-Cualquier cosa que necesites, cuenta con nosotros. -Continuó diciendo Borja. -Por ahora necesitamos encontrar al reemplazo de Alex.

-Pero que sea menos tirano. -agregó Cristian.

Ambos quedaron pensativos por un momento, luego se susurraron un par de cosas.

-Samuel... ¿Quieres formar parte del "equipo". -preguntó repentinamente Cristian.

La idea de ser uno de los cabecillas de una mafia pequeña era tentadora. Tendría que dejar de preocuparme de los tráficos y el trabajo peligroso... Eso sonaba muy bien.

-Acepto. -Claro que aceptaría.

-Bienvenido al grupo. -dijeron Borja y Cristian al unísono con una gran sonrisa en sus rostros.

(Autora: palomakiessling)