Epílogo

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Narra Guillermo:

En muy pocos meses experimenté más cambios que en toda mi vida, me sucedieron cosas que ni yo imaginé posibles. 

Se podría decir que me secuestró un peligroso, pero con el paso del tiempo extrañamente amable, traficante de drogas, al cual debía hacerle caso. Acabamos teniendo relaciones y enamorándonos, claramente no fue así de fácil como parece. 

Pero esto no acaba así, yo tenía una vida antes de estar aquí...

-Hola, ¿usted es la madre de Guillermo? -Era la voz de Vegetta al otro lado de la puerta, ahora que recuerdo nunca le pedí mi móvil. -Sí, él está bien. Soy... un amigo de Guille. -Hizo una pausa para oír lo que decía mi madre. -Creo que está dormido, espere un momento que le pongo con él. -Abrió suavemente la puerta de mi habitación y articuló mi nombre. -Guille. -Fingí estar dormido. -Despierta, tu madre te ha llamado y yo tengo tu móvil. -Se acercó y me depositó un suave beso en los labios. 

Puse mis pies sobre el suelo frío y Vegetta me entregó el móvil.

-¿M-mamá? -dije antes de dar un pequeño bostezo.

-Hola Guille, he pagado el alquiler, pero me dijeron que no estabas ahí. He llamado a tus amigos y dijeron que estarías de viaje con algún conocido ¿Se puede saber dónde estás Guillermo Díaz? -Era seria y tranquila, como de costumbre.

-En casa de un amigo... B-bueno algo así. -Vegetta me miró frunciendo el ceño y yo sonreí. -Mamá, hay algo que debo decirte.

-Espera, ¿estás bien? Dime que estás bien Guille.

-Sí mamá, estoy bien. E-estoy en casa d-de mi novio. -articulé por fin.

-Me alegro por ti hijo, me gustaría conocerlo. -Una sonrisa se dibujó en mis labios.

-¿Qué has dicho? Creo que no te he oído bien -dije poniendo el altavoz.

-Que quiero conocer a ese chico que, por el tono de tu voz, te hace tan feliz. ¿Qué te parece dentro de tres horas en donde solíamos ir con tu hermana y tu padre?

-G-genial, te quiero mamá.

-Yo también, hijo. -Corté la llamada y abracé a Vegetta.

-No puedo creer que vaya a conocer a tus padres. -Lo besé y nos fuimos a dar una ducha juntos.

Ya fuera del baño, nos arreglamos y jugamos un rato a videojuegos hasta que llegó la hora de salir.

-Bueno chiqui, vamos. -Se levantó y me tendió su mano. La acepté y nos dirigimos al coche.

-¿Algo que deba saber sobre tu madre? -preguntó mientras arrancaba uno de los coches más caros del país.

-No, tranquilo, no es nada formal. Le caerás bien, siempre y cuando no le digas como nos conocimos realmente. Dile que eres pariente lejano de un conocido del hijo del padre de un amigo.

-¿En serio tu madre se tragará esa historia? -Ambos reímos.

Al bajar del coche, vimos a mi madre en la puerta y la saludamos.

-Hola. -saludó Vegetta. -Mi nombre es Samuel, y soy la pareja de Guille. -dijo sonriendo y tendiéndole la mano a mi madre, la cual aceptó sonriente.

-¿Desde cuándo estáis juntos?

-Un par de meses, creo.

-Sí, no mucho tiempo. -Afirmó Samuel.

¿Tragedia o fortuna? [Wigetta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora