Narra Samuel:
Nunca pensé que Guillermo podía llegar a comportarse así de atrevido... Me encantaba saber que era yo quién producía eso en él.
Ahora mi pequeño se encontraba recostado a mi lado durmiendo, después de dos intensas rondas de puro placer. Era más que obvio que no lo aguantaría, y es que se había portado como una fiera.
Me dediqué a admirarlo por varios minutos, su cara relajada, sus mofletes sonrojados, su frente perlada por las gotitas de sudor... Se veía tiernamente guarro.
Disfrutaba de la vista hasta que mi móvil sonó, miré la pantalla y era Borja... ¿Cómo podía llamarme a estas horas?
-Hey, Vegettoide. -saludó alegremente.
-¿Borja? ¿Para qué me llamas a estas horas? -pregunté bastante borde.
-Para ti soy Luzu desde ahora, y Cristian, Xoda... Recuerda, eres parte de nuestro grupo. -Aclaró, se veía que estaba de bien humor. Y son las tres de la tarde, ¿no crees que es un poco tarde? Tienes que venir, hay que coordinar algunos negocios.
-¿¡Las tres!? -grité sobresaltado. ¡Pensaba que era mas temprano! Guille se movió, parece que lo desperté con mi grito. -En media hora estoy allí. -dije. Lo último que escuché fueron las risas de Luzu y luego corté la llamada.
Guillermo se sentó en la cama y me miró con cara de desorientado.
-¿Vas a salir? -preguntó con carita de cachorro.
-Sí, chiqui... Tengo que ir a trabajar.- Respondí con una sonrisa, luego comencé a vestirme.
-¿Qué hora es? -preguntó mientras terminaba de ponerse los zapatos, él ya sabía que debía acompañarme.
Guillermo no se había puesto la ropa de Frank esta vez, sino que tomó ropa mía y se la puso. Le quedaba bastante holgada pero no le importó, se veía adorable.
-Las tres y cuarto. -dije mirando la hora en mi iPhone. -Vamos a tener que comer después, ahora no vamos a tener tiempo. -comenté.
-La verdad es que ni siquiera tengo hambre.
Fuimos hasta la mansión de encuentro, donde Luzu nos estaba esperando.
-¡Hombre Vegetta, Guille! ¿Cómo estáis? -Saludó con entusiasmo. - Vamos, que Xoda nos espera. -Nos golpeó amistosamente la espalda y nos dirigimos hacia la habitación donde Cristian nos esperaba.
Lo que tenía que hacer hoy era simple, debía contactar con un par de personas que llevarán un cargamento a distintos puntos de Madrid. Nada complicado, aunque me tomó demasiado tiempo.
Me asignaron una oficina en el lugar, era amplia y contaba con un escritorio, sillones, librerías más que nada de adorno, un ordenador de última generación y varios teléfonos.
Willy se pasaba el tiempo sentado en el sillón leyendo algún libro que yo no conocía, hasta que su estomago rugió.
-Está bien, suficiente trabajo por hoy. Vamos a comer algo. -dije apagando el ordenador.
Había hecho todo lo necesario para que no hubiesen problemas en el traslado de la droga, incluyendo el comprar algunos policías de la zona.
Salimos de allí, tras despedirnos de mis compañeros y fuimos a comer a un lugar de comida rápida, ya que le hacía ilusión a Guille.
-No sé cuánto tiempo hacía que no visitaba un McDonalds. -Guillermo sonreía como niño pequeño. -Antes siempre venía a este sitio con compañeros de la universidad. -Una sonrisa nostálgica se plantó en la cara de Guille y sus pequeños ojos se llenaron de lágrimas... Esto me estaba partiendo el alma.
-Tranquilo Guille. -Le sequé las lágrimas. -Si quieres, podemos venir más a menudo. -Le sonreí...
Sabía que no era eso exactamente lo que él quería, quería su libertad, pero aún no estaba preparado para dársela... Aún quiero un tiempo junto a él.(Autora: @palomakiessling)
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¿Tragedia o fortuna? [Wigetta]
FanficEsta es la historia de dos chicos, uno tiene una vida medianamente maravillosa y el otro un oscuro pasado. Ambos se cruzan en sus caminos, quedando atados por siempre.