koga

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A la mañana siguiente.

En alguna parte del bosque.

En una esquina del jardín, se encontraban la nueva pareja de madre he hijo durmiendo plácidamente.

Con shippo acurrucado junto a su madre, y a su lado se encontraba Inuyasha, durmiendo en forma de media luna par abrazar y proteger a su pequeño.

En cuanto los primeros rayos del sol golpearon el rostro de Inuyasha, poco a poco comenzó a abrir los ojos mientras gruñía un poco molesta.

Inuyasha: grrr tonto sol.

Mmmmm.

Al bajar la mirada, inuyasha vio con sorpresa al pequeño Kitsuné acurrucado sobre su vientre.

Luego recordó todo lo que pasó el día anterior y su sorpresa paso a una gran felicidad.

Viendo a su nuevo hijo con inmenso amor, inuyasha se acercó a la oreja de su cachorro y dijo dulcemente.

Shippo... despierta, es hora de despertar

Shippo gruño y volvió a acurrucarse.

Shippo: mmmm 5 minutos más kaa-san.

Inuyasha: despierta muzuko, es hora de levantarse.

Shippo comenzó a despertar un tanto molesto por ser despertado, pero al ver a Inuyasha su sueño desapareció por completo.

Shippo: HAAAAA inuyasha que estás haciendo.

Inuyasha río en diversión, y fingiendo dolor le respondió.

Inuyasha: es que acaso una madre no puede despertar a su cachorro?

Shippo parpadeo una, dos, tres veces, hasta que recordó todo lo que paso el día anterior, y más rápido de lo que inuyasha vio en su vida, shippo se colocó en posición de geisha.

Shippo: lo siento lo siento lo siento los siento kaa-san.

Ahora fue turno de Inuyasha de parpadear al ver la conducta de su cachorro, para después sufrir un ataque de risa.

Inuyasha: jajajajaja tranquilo muzuko, no estoy molesta.

Shippo: ¿e enserio?

Inuyasha asintio y cargo al pequeño Kitsuné en sus brazos y le dio un beso en la frente, para su gran vergüenza.

Inuyasha: no mi pequeño muzuko, pero ya es hora de regresar, de lo contrario los demás comenzarán a preocuparse.

Shippo asintio y abrazos a su nueva madre, acurrucándose en un muy generoso pecho.

Inuyasha sonrió al ver esto y tomo su colmillo de acero para irse del claro.

Luego de caminar durante media hora, inuyasha pudo ver el pueblo, viendo que algunos ya comenzaban a trabajar en los cultivos o con los animales, mientras que las mujeres se encargan de hacer la comida o los deberes del hogar, y al verla, las más jóvenes no pudieron evitar soltar un pequeño chillido al ver al pequeño Kitsuné acurrucado en el pecho de la semi demonio.

A simple vista, inuyasha parecía una madre cargando a su hijo.

Si ellas supieran.

Tras caminar un rato, inuyasha llegó a casa de kaede, y al entrar, vio a sus amigos completamente despiertos y por lo que podían ver, estaban apunto de salir.

Inuyasha: ¿A dónde van chicos?

Kagome: inuyasha, justo ahora estábamos por salir a buscarlos.

¡Soy una... QUE!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora