PROSTITUTA - RALICIA [TERMINADA]

Capítulo 1: Sin palabras

IMPORTANTE: Ortografía no muy buena. Voy mejorando con cada historia.

-Gracias por su compra- Decía una chica castaña mientras entregaba un pedido. Raquel, ese era su nombre, trabajaba en la panadería de la familia. Su mamá ya estaba vieja para seguir llevando el negocio, asi que ahora es Raquel quién lo lleva. Solo era ella y su madre.

-¡Raquel!- Su mejor amigo, Angel, llegó a la panadería muy emocionado.

-Dios Angel, deja de hacer eso- Era amenudo lo de los sustitos y le molestaba eso.

-¿Ya terminaste?- Se scercó al mostrador y apoyó los brazos.

-No, cierro en veinte minutos- Dijo mientras limpiaba las mesas.

-No Raquel, debemos irnos ya, no quiero que te pierdas el espectáculo.

-¿Que?- Ella se acercó a él con cara de confusión- No voy a volver a ese lugar, Angel.

-Esta vez será diferente, hay una nueva chica- Empezó a bajar y a subir las cejas rápidamente.

-No- Se sentó en una de las sillas de la mesa- La última vez que fuimos fue una mierda.

-Esta será la última, te lo prometo- Esperó la respuesta de Raquel hasta que accedió. Raquel había tenido una relación tóxica que no terminó nada bien despues de que le confesara que le atraían más las mujeres, todo fue un desastre, su madre la odia por eso y solo Angel está ahí para ella. Él la habia estado llevando a un prostíbulo pero no a prostituirse, solo por diversión. A Raquel le parecía tan estupido eso pero él le insistía.
La última vez que fue tuvo una experiencia horrible con una mujer y ya no quería volver.

-Esperame- Se levantó y se quitó el delantal para cerrar y por fin irse al dichoso lugar.

Raquel y Angel entraban a ese lugar con entusiamos, uno mas que el otro. Se acercaron a la barra y pidieron algo de alcohol.

-Ya va a salir- Dijo Angel tomando su copa y tomando de esta.

-No sé como me deje convencer- Imitó la acción de su amigo y miró hacía la tarima.

-No te arrepentirás- Empezaron a escuchar gritos de emoción, una mujer preciosa hizo aparición en el escenario- Es ella- Dijo Angel facinado con la imagen.

Era una mujer pelirroja, tenía una falda que prácticamente no tapaba nada, una blusa de tiras con una cremayera en el medio, su cabello estaba suelto, se veia preciosa. Raquel la miró confundida.

-¿Como se llama?

-Le dicen Alicia la de las maravillas

-Alicia...- Susurró. Se quedó mirando la escena frente a sus ojos, ella bailaba en el palo de metal de una forma muy sensual. Se puso delante de el palo y comenzó a bajar la cremayera de su blusa mientras movía las caderas lentamente, la blusa ya no estaba, se la quitó por completo dejando ver sus pechos y provocando los gritos del público.

Raquel miraba atenta, sin expresión, miró el brazo derecho de la chica y ya no pudo negar que sí era Alicia, su Alicia.

-¿Hace cuanto llego?- Preguntó a Angel sin quitar la mirada de la chica.

-Hace dos meses... Y ya es muy querida.

Alicia que aún bailaba en el escenario miró por la barra hasta parar su mirada en Raquel provocando que su cuerpo parara de bailar y se tapara.

-Angel ya vamonos- Raquel entendió que Alicia también la habia reconocido.

-¿Que?- No entendía la reacción de las dos mujeres.

-Que nos vayamos, pero ya- Terminó el último sorbo de alcohol y salieron de ahí.

Una mujer agitada entraba al camerino semi-desnuda.

-¿Me explicas que fue eso?- Una de sus compañeras entró, ella ignoró su pregunta y se sentó, su pecho bajaba y subia sin parar- Dios Alicia, calmate- Cogió una de las botellas de agua y se la pasó, puso sus manos en las rodillas de Alicia y se agachó- ¿Que pasa?

-Perdón yo...- No terminó y la chica la beso.

-Ya esta, mi amor- Acarició su mejilla y le dio un beso en la frente- Toma- Le paso una camisa y salió.

-Raquel...- Susurró.

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