PROSTITUTA - RALICIA [TERMINADA]

Capítulo 16: Agresión

Con rabia empacaba sus cosas, le dolía todo el cuerpo y con razón, Germán le había dado una paliza que no imaginaba, pero ella no se quedaría sentada suplicandole que ya no la golpeara, ella no era así, estaba dispuesta a no dejarse tocar de esa forma nunca más.

Flashback.

-Estas tomado, Germán.- se quitó la chaqueta y la tiró a la cama.

-Eran las once de la noche, no tienes permiso de estar a esa hora fuera de casa.

-No soy una cría.

-Pero eres mi mujer.- dijo recalcando el "mi"- Por lo tanto, yo decido cuando sales, con quién sales, tus amistades, todo.- se acercó a ella.

-No tienes derecho.- Germán la cogió del cabello tomandola por sorpresa.

-¿Y tú tienes derecho a engañarme con una panadera?- sin soltar su agarre la tiró a la cama- Eres una perra, Alicia.- se comenzó a quitar el cinturon.

-Germán...

-Agradece que no la mando a matar por que está embarazada y los hijos son sagrados.- entonces caminó hacia ella con el cinturon mientras Alicia asustada retrocedía, la habitación no era infinita, asi que cuando llegó a ella no dudo en empezar a darle con el cinturón. La mujer llevaba short ese día, asi que no pudo evitar que le quedaran marcas del accesorio en sus piernas. Tiró el cinturon a un lado y la cogió de la mano, la pegó a sí y la besó para luego tirarla a la cama y violarla. Cada vez que ella le pedía que parará solo recibía golpes a cambio- Espero que hayas entendido que a mí no me puedes mentir.- su mano derecha se deslizó por el pecho y el cuello de la mujer- Por cierto, te queda terminantemente prohibido salir de esta casa.- subió sus pantalones y salió de la habitación.

Fin del flashback.

Con lágrimas de dolor se disponía a salir de la habitación con una maleta. Los trabajadores la miraban con pena por los moretones en su cara y por que habían escuchado los gritos.

-¿Dónde coño crees que vas?- su prometido la cogió del brazo.

-A cualquier parte donde no estés tú.- se soltó del agarre.

-¿De verdad te vas a ir con la panadera esa?

-Sí, prefiero estar mil veces con ella que contigo. Mirame como me dejaste.- Apuntaba a sus moretones en la cara- ¿Así me quieres para nuestra boda? No pienso dejar que me vuelvas a poner un dedo encima, eres un mierda.

-Alicia, llegas a poner un pie fuera de esta casa y no vuelves.

-¿De verdad crees que quiero volver?- soltó una risa sin humor.

-Eres una muerta de hambre, a las mujeres como tú les encanta el dinero, volveras.

-Dejame decirte que estas muy equivocado, tú y tu maldito dinero me valen una mierda.- abrió la puerta detras de ella sin dejar de mirarlo y salió azotando la puerta.

-La quiero de vuelta aquí esta misma noche, ¡Esta noche!- gritó. Nunca le había permidido a una mujer hablarle así, pero a esta mujer la "amaba" según él.

...

-Ayer llegaste más tarde de lo que acostumbras.- dijo su madre entregandole un plato con fruta cortada.

-Sí, se llenó.- tomó un trozo de manzana.

-Es una panadería, Raquel, ¿Quién está en una panadería a las once de la noche?

-Estuve con una persona, ¿Contenta?

-¿Quién es?

-No te lo vas a creer.- la miró con una sonrisa.

-Alberto.

-¿Alberto es pelirrojo? ¿O tiene hermosas pecas y ojos azules?

-No jodas, Raquel, ¿Otra vez esa lesbiana?

-Yes.- su madre chasqueo la lengua y ella comenzó a reír por su reacción hasta que escucharon la puerta.

-Alicia.- dijo Raquel teniendo la corazonada de que estaba en lo cierto.

-Padre nuestro que estas en el cielo...

-¿Que haces?

-Razando por que no sea la lesbiana esa.- Raquel soltó una risa y se levantó a abrir.

Efectivamente era la pelirroja pero en vez de tener una sonrisa, tenía la cara de llena de lágrimas, maquillaje corrido y lo mas obvio, moretones. La castaña la abrazó sin decir nada, sabía que lo necesitaba.

-¿Quién era, Raquel?- Mariví se acercó a ellas y al ver a Alicia se sintió la peor persona por verla así, siempre despreciandola, deseandole el mal y ahora le dolía verla así. La pelirroja lloraba en el hombro de Raquel y la señora fue por un vaso de agua.

...

Ahí estaban Alicia y Raquel sentadas una al lado de la otra, la castaña acariciaba la cabellera de la pelirroja que estaba recostada en su hombro.

-¿Se te ofrece algo más, Alicia?- preguntó Mariví y la mencionada negó con la cabeza.

-Quieres hablar de lo que pasó.- la pelirroja se había mantenido en silencio desde que llegó, sólo quería a Raquel a su lado.

-Quiero entregarlo a la policía.

-¿A quién?- preguntó la mujer mayor.

-A su prometido.

-A Germán.- Mariví se confundió un poco.

-Germán, el mafioso que está siendo buscado por la policía.- Raquel asentía- el mismo que ha matado a sangre fría a personas inocentes.- las dos asintieron- Joder. ¿Era tu prometido?

-Es una historia larga, señora Mariví.- dijo Alicia.

-¿Quieres descansar?- preguntó Raquel a la pelirroja quien asintió- Bien.- se dirigieron a la habitación de la castaña.

...

-Esto me recuerda a cuando nos volvimos a reencontrar.- dijo la mayor metida en la bañera mientras la otra mujer lavaba su cabello.

-Y cuando no me había dejado embarazar de un idiota.- agregó.

-Por cierto, ¿Quién es el padre? Osea ya sé que soy yo...- Raquel estalló en risas- pero hablo del papá biologico.

-No lo conoces. Fuimos novios en último año de secundaria, terminé con él y cuando te fuiste, volvió por que lo había perdido todo. Ahora estoy aquí esperando una hija de él.

-¿Por qué no están juntos?, no es que me gustaría que eso pasase pero si estas esperando una bebé de él...

-Pensaba volver a intentarlo pero me fue infiel y luego tuvimos una discusión en la que me levantó la mano y en ese momento me di cuenta que no valía la pena.

-Desgraciado.

-Germán igual, ¿Quieres contarme lo que pasó?- Alicia suspiró- Si no quieres contarme está bien.

-No sé como pero me vio contigo y al parecer nos vio besandonos por que sacó la conclusión de que lo estaba engañando. Se puso como loco y me pegó como si fuese una niña que se había portado mal en el cole.- su voz se quebró un poco- Y me violó.

-Dios.

-Los hombres se han encargado de que me odie cada día más.

-No digas eso, Alicia.

-¿Sabes el asco que me dan? Tengo como un trauma.

-No tienes por que odiarte, ellos son el problema, ellos dan asco.- la pelirroja no respondió- Listo, juaguemos el cabello.

-Gracias.- se giró y acercó su rostro al de la castaña para besarla. Su relación era rara, no había una etiqueta que dijera que eran exactamente.

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Pues la mayoría eligieron esta. No le quedan mas de 4 o 5 caps.