•~Anne with an e ONE SHOTS~• (shirbert y más)❤️

"No me asustes más" (4)

Anne entró silenciosamente a Green Gables, atravesando esa gran puerta.
_Bienvenido a Green Gables, querido Blythe!_ Exclamó con los brazos abiertos y una tierna sonrisa.
_Muchas gracias, zanahoria!_ Bromeó también, guiñándole un ojo.
_No hay de que-_
Cuando Anne intento caminar, se mareó y, solamente, logró tambalearse.
Gilbert no tardó en tomarla entre sus brazos, al estilo princesa.
_Oye, q-qué haces?_ Tartamudeó toda roja, por la fiebre, o, tal vez, por otra razón...
_ Si estuvieses en otro estado, te haría caso, más no lo estás._ Explicó, viendo dulcemente cómo Anne hacía su típica cara de reproche.
Sin darse cuenta, se había quedado totalmente concentrado en mirarla con cariño unos cuantos, muchos cuantos, minutos. Lo más gracioso es que la sonrisa no se le quitaba de la cara en ningún momento al observarla.
De pronto, ella se percató de esto. Rió toda sonrojada, sin poder evitarlo.
_ Qué estás haciendo, Blythe? Ocupado?_ Trató de ponerlo nervioso, mientras alzaba una ceja.
_ Solo estoy admirando arte._
Que mala suerte, Anne no recordó como el chico siempre lograba cambiar de papeles en un segundo y dejarla, al igual que ahora, estática y sin palabras. Algo muy difícil, en realidad, de conseguir el causar efecto eso en Anne.
Gilbert comenzó a carcajear al ver su cara de sorpresa, ganándose un débil golpe de su parte. Sinceramente, tendría que estar agradecido con que no lo dejó tirado en el suelo.
_ No te rías! V-vamos, te vas a quedar aquí parado?_ En un principio, su objetivo era molestarlo, pero terminó dirigiéndose hacía otro rumbo_ Seguro te deben doler los brazos de sostenerme. Y si te lastimas? No quiero que te hagas daño por mi culpa. Mejor bájame y no tardamos más._ Comentó rápidamente y con un tono preocupado.
Intentó bajarse de sus brazos, pero él no la soltó. La miró fijamente a los ojos, sonriendo pícaramente, aunque con una emoción explosiva por dentro.
_ Qué?_ Preguntó la pelirroja.
_Te estabas preocupando por mí?_
Anne reaccionó y se dió cuenta de lo que había dicho. No tardó en desviar la mirada inquieta, no quería verlo. Negó con la cabeza repetidamente, volviéndose más roja al recordar cada palabra.
_ N-no! Bueno, sí... Pero no de esa manera! Y- Bueno, ya sabes... Eh..._
_ Está bien, Anne._ Terminó, sentándola en una silla de la cocina_ Pero tú no te tienes que preocupar por mí, es al revés._ Susurró, con pena de volver a sentir ese dolor en el pecho, teniendo presente todo lo dicho por el doctor sobre la enfermedad.
_ Ok, Ok. Tengo una idea!_ Propuso cambiando el tema_ Me voy a subir a tu espalda, tipo caballo._ No fue una expresión muy exacta, pero se entendió.
Sin decir nada más, Gil se acomodó para que se suba su chica, digo, Anne. Ella se paró en la silla, evitando caer, para acomodarse en su chico. (Ahre) Pudo rodear sus manos por el cuello del mismo. Y, instintivamente, ambos se volvieron tomates.
Mientras subían las escaleras, Anne, sin darse cuenta, comenzó a acariciar el pelo desordenado de Gilbert. Lo tomó por sorpresa, sin embargo, no la detuvo, ni quería hacerlo. Amaba ese lado inocente de ella, como su lado aventurero y rudo. En resumen, la amaba completamente.
En la cabeza de nuestra pecosa favorita, seguro debía de estar imaginando miles de escenarios fantásticos, pero, la verdad, solo pensaba en una cosa.
El como Gilbert era el único que la dejaba sin palabras.
Tantas fueron la veces que le decían que era demasiado charlatana y la intentaban callar. Nunca pudieron.
En cambio, a el chico le encanta escucharla. Mas ella, muchas veces, estando con él, se le ponía la mente en blanco, y no podía pronunciar nada. Ya desde hace tiempo que supuso que no era porque lo odiara. Y, lógicamente, consulto esto con Diana y Cole.
Se llevó la sorpresa de que sus mejores amigos ya supieran la respuesta. Dijeron que era muy obvia.
"Anne, no puedes ser más ciega. Seguro que lo próximo que se te pondrán en blanco son los ojos", había dicho Cole, muy frustrado.
"No entiendo!"
"No entiendes que estás enamorada, querida amiga del alma?!", eso, lo gritó Diana, cansada de las bobas excusas de su mejor amiga.
Pensó, en todo el corto camino hacia su pequeño cuarto, lo que sus amigos le dijeron.
Y si tienen razón? De todas formas, él no gustaría de mí, jamás.
Notó como entraron a su habitación, siendo abierta por la mano del chico. Sintió el nerviosismo de su acompañante mientras la apoyaba en la cama, para que se sentara.
_Está todo bien?_ Consultó dudosa.
Gilbert carraspeó, sentándose a su lado.
_ Creo que es hora de decirte que está pasándote._