DETROIT: Become h u m a n

Capítulo 10.0

Narra ________.

Las cosas estaban empeorando, Markus iniciaría una revolución y conociéndole no se detendrá hasta que los androides obtengan lo que se merecen, libertad. No quería seguir con la investigación pero solo así evitaría que ocurriera una masacre contra los androides en sus manifestaciones. Nos alejamos de la casa de Elijah, a pesar de tener tiempo encima Hank se había detenido en el parque de la última vez frente al lago, nos quedamos dentro del auto mientras esperaban a que hablara. Les diría quién fui antes de llegar a Detroit, antes de ser parte del departamento de policía, correría el riesgo de ser reportada pero después de los últimos días confiaba en Hank y en Connor. Me acomodé en el asiento girando medio cuerpo dando con las miradas de mis compañeros, jugué con mis manos estando nerviosa pero tenía que hacerlo ahora.

― ¿Qué es lo que te tiene tan perturbada, _________? – pregunta Hank

Aun ya sabiendo de que era, Hank se veía tranquilo después de lo ocurrido en el Club Edén, nunca me preguntó sobre mí pero él sabía que debía decírselo tarde o temprano, no se le podía negar.

― Quiero que sepan que jamás había tenido a dos compañeros como ustedes ― miré a ambos ― Sé que no iniciamos con el pie correcto y que nuestras investigaciones no ocurrieron como pensábamos, pero me divertí persiguiendo divergentes. Con lo que les diré podrían ocurrir dos cosas, una es que me reporten y por ello pierda mi trabajo y me destruyan ― miré a Connor confundido por lo último que dije ― O que entiendan y me den la oportunidad de seguir en su equipo –

― Ya veremos qué pasará después. Anda, cuéntanos, somos todo oídos – Hank se acomodó en su asiento

― Bien... ― cerré los ojos y empecé a revivir lo de hace varios años ― Soy un androide RA900, de los más avanzados que ha creado CyberLife y el último de mi modelo. Soy un divergente y durante años he ocultado lo que era por miedo a ser destruida... –

...

― Fui entrenada en una academia de policías junto con miles de androides RA900 recién diseñados para ser parte del servicio policial y militar, ese mismo año me enviaron a Siria para médico militar especializado en una base de Estados Unidos para ayudar a las familias que sufrían por los atentados del país. Yo junto a los androides estuvimos ayudando en primeros auxilios saliendo por los heridos en zona de guerra, así fue durante cuatro años... y durante cuatro años sufrimos maltratos por parte de soldados, sufrimos daños, golpes y abusos por parte de los humanos solo por ser... diferentes.

En esos cuatro años fueron matando uno tras otro a los que eran como yo, negándose a nuestra ayuda cuando nosotros teníamos órdenes, estábamos programados para ayudar y salvar a los suyos y así nos agradecían. Presencié cada muerte de cada androide, como los desmantelaban, les arrancaban parte por parte y los destruían tan salvajemente... sabía que en algún momento me tocaría.

Mientras los destruían frente a mí, comencé a verlo tan injusto, éramos máquinas, sí, pero ¿Por qué destruirnos por gusto? Les estábamos haciendo un favor. Entonces desperté... Luché contra sus órdenes, rompí esa barrera que limitaba mi programa como solo un androide. Era libre y no había sido la única, quienes quedaban en pie también habían despertado dándose cuenta de lo que nos hacían así que una noche huimos o eso tratamos... Recuerdo bien esa noche, escapamos de la base y empezamos a correr libres que era lo único que nos importaba, corríamos lejos de los humanos, de aquellos quienes nos hicieron tanto daño, un daño que no merecíamos.

Pero caímos, fueron tras nosotros disparándole a todos e incluso a mí, creí poder enfrentarlos pero no fue así, me dispararon en la cabeza y perdí esa batalla de conseguir mi libertad junto a miles como yo. El cuerpo de todos fue llevado de vuelta a CyberLife, tras la brutalidad que sufrieron algunos se deshicieron de los que ya no tenían arreglo, solo rescataron a tres de mil androides, entre esos estaba yo... entonces el mismo Elijah Kamski me reconstruyó con sus propias manos tratando de hallar una falla en mis biocomponentes del por qué reaccionamos así, como si estuviéramos vivos y asustados. Me mejoró dándome un aspecto más real pero lo que a él le sorprendió es que al reiniciarme, yo desperté consciente de lo que había pasado, tuve recuerdos y empecé a sentir miedo, las emociones crecieron dentro de mí cuando era imposible que algo así ocurriera.