Capítulo ocho. || Primera temporada.

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Mientras Isabelle se reía de su hermano, Kasandra miraba a todos los presentes. Entre su escáner de humanos, se encontró a la persona que menos deseaba encontrarse en ese momento. Vlad estaba mirando a Alec, vigilandolo, más bien dicho.

Kas: Me tengo que ir. - les dijo a Alec y a Isabelle - Un placer conoceros. - añadió, pero Isabelle la detuvo antes de que Kasandra pudiera irse.

Isabelle: ¿Quisieras ser... Mi compañera de habitación? - preguntó amablemente.

Eso para Kasandra era el colmo: Si Isabelle y ella fueran compañeras de habitación, se enteraria de que se alimenta no exactamente de comida humana, de que no duerme, o de que es demasiado rápida para algunas cosas.

Kas: No creo que sea buena idea, Isabelle. - respondió tranquilamente, lo que hizo que Isabelle agachara la cabeza.

Alec miró a Kasandra con rabia, ya que a Isabelle se la notaba triste y decepcionada.

Kas: ¿Qué ocurre? - preguntó Kasandra, aparentemente preocupada.

Isabelle: No, nada, no te preocupes. Puedes irte. - dijo apartando su cara, ocultandola.

Kasandra la miró por última vez algo apenada, pero miró a Vlad de nuevo y se le pasó. Él se dio cuenta de que su hermanastra estaba allí y cambió su expresión facial rápidamente. Miró a Alec de nuevo.

Vlad: [La rubia puede verme también, en algún momento sabrás el porque. Tengo que irme, a las doce nos vemos.] - dijo en lenguaje de signos.

Alec asintió con la cabeza mirándolo, y después miró a Kasandra haciendo un gesto con la cabeza para que se largara. Ella sabía que se encontraría a Isabelle en la sala común de Darfor, por eso decidió ir a hablar con Vlad y después hablaría con Isabelle. Cogió a su hermano por la camiseta, lo que hizo de Alec se sobresaltara un poco. Kasandra llevó a Vlad al fondo de uno de los pasillos del segundo piso.

Kas: ¡¿En qué c_ño estabas pensando?! - le preguntó acorralandolo en la pared y poniéndole una mano en el cuello.

Vlad: ¿Qué? Soy su fantasma, ¿recuerdas?

Kasandra abrió los ojos como platos.

Kas: ¡¿PORQUE NO ME LO DIJISTE?! - le pegó tal bofetada que Vlad acabó en el suelo - ¡¿SABES LO QUE ME PERJUDICARÁ EN MI ESTANCIA EN DURMSTRANG?! - le gritó desesperada.

No era buena idea de que Alexander Lightwood y su salvadora, Kasandra Greengrass, la vampiresa más poderosa del mundo, estudien juntos.

Alexander: ¿Qué pasa aquí? - preguntó Alexander, más confuso que nunca.

Kasandra miró a Alexander, ahora entendía todo. Después de nueve años, se le veía que era un chico fuerte y determinado, además del tatuaje del cuello le sentaba muy bien.

Kas: Nada que te incumba. Buenas noches Alec.

Kasandra pasó por al lado de Alexander mientras lo decía, pero Alexander la agarró fuertemente del brazo y la atrajo hacia él.

Alexander: No me llames por la abreviatura de mi nombre, puedes llamarme por mi nombre o apellido, Alexander Lightwood, pero por la abreviatura sólo se lo permito a Isabelle, ¿te ha quedado claro? - susurró a su oído, pero Vlad igualmente pudo escucharlo.

Alexander soltó a Kasandra con desprecio. Ella ahora lo entendía todo aún más. Asintió con la cabeza y miró a Vlad mientras Alexander no miraba.

Kas: Cambio de planes, me quedo aquí. - susurró para que sólo Vlad pudiera escucharlo.

Cuando Alexander volvió a mirarla, lo miró inexpresiva, con una ceja alzada

Kas: Vale, Alexander, aunque no vayas tan subidito. - sacudió su pelo y se fue, caminando a paso lento, mirando todos los cuadros, hacia la Sala Común de Darfor.

Infiltrada en DurmstrangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora