Directo desde el pasado

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El sonido de las máquinas era lo único que se oía en la sala, y alguna que otra enfermera haciendo una pasada para chequear que todo estuviera bien. Lena se había quedado dormida en la silla, envuelta en una manta que Sam había traído para ella, y cuando despertó a mirar la hora, descubrió que había dormido solo veinte minutos que parecían horas. Tomo su móvil y comenzó a deshacerse de las notificaciones que no le importaban. Contesto algunos mensajes, y lo dejo a un lado otra vez. Nunca había sido amante de las redes sociales. Las usaba para promocionar su trabajo, y en pocas ocasiones subía contenido personal. Recordaba a Sam pegada al móvil todo el tiempo, durante las vacaciones. Y a Alex tomando fotos o haciendo videos constantemente. Ella, sin embargo, podía pasar un día entero sin saber dónde había dejado el suyo. Seguía siendo así, aunque en ese momento lo llevaba a todas partes porque estaba lejos de su gente y amigos, y necesitaba estar en contacto para que no se preocuparan por ella.

La mano de Kara se movió, y ella automáticamente se quitó de encima de la manta y se acercó. No había sido un movimiento leve, y tampoco un reflejo. Se movió como si tratara de agarrar las sabanas, y Lena sintió un cosquilleo que recorría todo su cuerpo. Tomo la mano de Kara, en un agarre suave, y espero.

-Vamos, vamos... Sé que puedes hacerlo- murmuro, mientras la observaba.- Vamos, Kara...

Acarició la palma de su mano, y como cuando los bebés se aferran al dedo de su mamá, Kara se aferró a la suya y movió su cabeza muy despacio antes de abrir sus ojos. Lena llamó rápidamente a una enfermera, y automáticamente hicieron llamar a Sam. Kara quiso decir algo, pero solo se escuchó un balbuceo.

-No te presiones- le dijo la enfermera- La doctora ya viene en camino.

-Ey...- Lena presionó su mano, y movió un cabello de su frente- Tranquila.

-Lena...- alcanzó a decir antes de toser un poco.

-Directo desde el pasado- añadió ella y mostró una sonrisa- No hables, la doctora vendrá a verte pronto.

La mano de Kara la tomó con más fuerza, como si no quisiera soltarla nunca. Lena no pensaba hacerlo. No después de haber pasado todas esas semanas deseando por ese momento. La doctora llegó a los pocos segundos, y la apartó un poco. Revisaron a Kara, y de a poco trataron de reinsertarla en el entorno. Ella reconocía donde estaba, había reconocido a Lena, y podía ver bien. Tenía nublado el día del accidente, pero era normal, y algunas otras cosas que por la conmoción y el tiempo que llevaba dormida, iría recordando al pasar las horas y los días. Sus piernas estaban bien, sus brazos habían recuperado la movilidad casi a un noventa por ciento, y sus heridas ya no dolían. Sí dolía la cabeza, y la espalda a causa de la posición en la que estaba.

Sam estaba en medio de una cirugía, así que tendrían que esperarla. Lena se acercó nuevamente, luego de que la doctora y la enfermera las dejaran solas. Cubrió los pies de Kara con la manta que Sam había traído para ella, y se sentó a orillas de la cama.

-¿Te duele algo?

-No estoy segura si algo me duele o solo estoy incomoda.

-Llevas un mes aquí, seguro estás incómoda. ¿Recuerdas el accidente?

-No. Hay muchas cosas que no recuerdo.

-Fue un choque múltiple. Alguien golpeó el taxi en el que ibas, y este golpeó a otro vehículo adelante. Te trajeron aquí y me llamaron.

-Tu número estaba en mi libreta, por eso te llamaron.

-Lo siento.

-Ey, no... Está bien. Hablaremos sobre eso cuando estés más tranquila.

-No, yo lo siento por todo.

-Solo concéntrate en estar bien ahora, No importa otra cosa- acarició su brazo y mostró una sonrisa con la esperanza de calmarla- Te ves bien.

-Mentirosa- una pequeña sonrisa se asomó por el rostro de la rubia, y Lena rió.

La enfermera regresó a preparar a Kara para hacer algunos nuevos estudios a pedido de su doctora. Y Lena prometió quedarse a su lado todo el tiempo que se lo permitieran. No necesitaban decir muchas cosas. Para Kara todo era confuso, y para Lena todo era una enorme alegría que debía controlar para mantener en calma a la rubia.

Cuando Sam pudo bajar a verla, se habían llevado a Kara para una tomografía. Ella abrazó a Lena y suspiró. Era un alivio saber que su amiga había despertado al fin. Se quedaron sentadas en la sala de espera, y hablaron con Alex para contarle lo que había pasado. Ella estaba en camino. Y pronto, el cuarteto estaría junto, otra vez.

***

-Sam, solo quiero irme de aquí, darme un baño de media hora bajo la ducha, y estirar las piernas.

Kara estaba sentada en la cama, ya en una habitación común desde hace siete días, y esperaba por su doctora para que le diera el alta. Era sorprendente su estado, y Sam no entendía cómo podía ser cierto, pero estaba feliz.

-Alex está llegando, y la doctora firmara tu alta apenas llegue. Irás a casa, ya preparamos una cama para ti hasta que decidas que hacer. Tus cosas están ahí, así que no tendrás que hacer nada de esfuerzo. Yo tengo jornada extendida, y pasaré la noche aquí, así que espero que no hagas renegar a Alex en mi ausencia.

-No tengo completa movilidad en mis piernas, Sam, no podré hacer mucho para molestarla.

-Espero que no- se sentó a su lado y puso una mano en la pierna de su amiga- Estoy muy contenta de tenerte de vuelta.

-Sé que no puedes vivir sin mí.

-Por eso debes cuidarte, y por eso también te quedaras en casa un tiempo. Necesitamos poner ese cuerpo y esa cabeza al ciento por ciento otra vez. Y sobre ese otro tema del que hablamos ayer, debemos seguir hablando.

-Ya te dije que no hay mucho más que decir. Lena y yo tuvimos nuestra oportunidad y la desperdicie. Ella vino, fue súper generosa y linda al quedarse, pero eso es todo. Mientras estuvo aquí lo pasamos bien hablando, nos reímos, fue lindo, pero todo sonó a despedida. No sé si regresará alguna vez.

-Fui a acompañarla al aeropuerto ayer en la mañana. Créeme, Kara, nada sonó a despedida.

-Tiene una propuesta increíble, y su ex novia será parte del equipo de trabajo. Me dijo que Andrea en verdad quería intentarlo de nuevo, y cuando le pregunte qué es lo que ella sentía, solo guardo silencio. Tiene sentido, Andrea la hizo feliz por mucho tiempo.

-Bueno, eso es lo que querías para ella, ¿no?

-Sí. Claro que es lo que quiero para ella. Por eso le dije que estaba bien que se fuera. Casi la empuje a irse otra vez. Le dije que estoy bien, le agradecí todo lo que hizo, y nuevamente le pedí que se fuera detrás de todo lo que la hace feliz.

-Resulta que antes de irse, me dejó esto...- Sam sacó un papel del bolsillo de su bata blanca, y se lo entrego a Kara- Es su número de teléfono. El móvil de uso personal. Me dijo que cuando tuvieras celular, le escribieras para que pudiera agendar tu número. Sigue sin sonarme a despedida- un guiño acompañó el final de esa frase, y Kara sostuvo el papel en mano, mientras sonreía.

-Gracias, Cupido.

-Cuando quieras.

𝑽𝒐𝒍𝒗𝒆𝒓 𝒂 𝒕𝒊 | 𝐴𝑑𝑎𝑝𝑡𝑎𝑐𝑖ó𝑛 𝑆𝑢𝑝𝑒𝑟𝑐𝑜𝑟𝑝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora