𝑽𝒐𝒍𝒗𝒆𝒓 𝒂 𝒕𝒊 | 𝐴𝑑𝑎𝑝𝑡𝑎𝑐𝑖ó𝑛 𝑆𝑢𝑝𝑒𝑟𝑐𝑜𝑟𝑝

Listas para adoptar

-Creo que debería llamar a Alex porque si no saldrá a buscarme con el FBI- habló Kara, cuando ya había pasado suficiente tiempo en el pecho de Lena, sobre el sofá, mirando por la ventana. No había mantas, ni estaba el televisor, pero no necesitaban nada de eso.

-Toma- Lena le alcanzó su celular para que hiciera la llamada. –Por favor pon el altavoz, necesito escuchar eso.

-Dime que mi hermana está contigo o juro que voy a matarla- ese fue el comienzo de la llamada con Alex, justo luego de que el tono sonara una sola vez.

-Estoy aquí, Alex, no hagas drama- respondió Kara.

-Así que eres tú. Voy a matarte, ¿me escuchas? Deberías dejar al menos una nota, un mensaje en el espejo, lo que sea.

-Salí a dar un paseo, eso es todo.

-¿Cómo sabias que estoy en Ciudad Nacional?- preguntó Lena.

-Pues no sé si recuerdas pero tengo demasiados contactos.

-Ah vale. Kara está bien, no te preocupes.

-¿Qué están haciendo juntas y dónde se han metido?

-Lena llegó a la ciudad y quiso saber cómo estoy, compramos un café y fuimos a caminar. Eso es todo- la naturalidad con la que Kara actuaba era asombrosa. -¿Necesitas algo?

-Sí. Sam y yo queremos saber si vienes a cenar. En realidad, queremos pedirte que vengas a cenar.

-¿Algún motivo en especial?

-¿No puedo solo querer tu presencia en la cena después de tantos días de idas y vueltas?

-No lo sé, tú dime.

-Kara, estas empezando a ponerme muy nerviosa y ya tengo ganas de golpearte. ¿Vienes o no? Tú también, Lena, sé que estoy en altavoz porque escucho mi propia voz cuando hablo.

-¿Yo también estoy invitada?- preguntó la CEO. -¿O acabas de hacerlo por compromiso y tu novia va a matarte luego?

-Esposa, no novia. Habla con propiedad- corrigió Alex y las otras dos rieron. –Y no es por compromiso, deberías venir también. Por los viejos tiempos. Además...

-Aquí vamos...- comentó Kara. –Ahí viene el motivo oculto.

-Tenemos una noticia linda- Alex la ignoró completamente, se escuchaba feliz.

-¿Estas segura de...?

-Sí, Lena, tú también ven- la interrumpió rápidamente. –Las esperamos. Bye.

-Tú y yo debemos hablar sobre muchas cosas aún- mencionó Kara cuando Alex terminó la llamada. –Lo sabes, ¿cierto?

-Sí.

-Pero tenemos una cena y sabes cuánto odia Alex que lleguemos tarde.

-¿Y luego?

-Y luego... Veremos.

Kara fue la primera en saltar del sofá, recoger la llave del departamento y esperar a Lena en la puerta, que parecía que no quería salir de allí. Estaba cómoda, se sentía en su lugar, era un reencuentro con sus mejores años, luego de una situación complicada para su vida profesional. Y además, Kara estaba allí, y la había besado. Todo era un caos en su interior, no entendía nada, pero tampoco podía evitar que una sonrisa escapase. Se unió a Kara, la esperó mientras cerraba la puerta, y luego caminó a su lado, pero sin tocarla. Habría querido tomar su mano, como lo hacía en el pasado, pero no era adecuado en ese momento.

Caminaron hasta el edificio donde Alex y Sam vivían, pero antes de llegar se encargaron de comprar el postre, porque Lena odiaba llegar a un lugar con las manos vacías. Sam las recibió a ambas, invitó a Lena a pasar hasta la mesa mientras que Kara buscaba un abrigo en su habitación. La temperatura había bajado notablemente, y parecía que iba a llover. Sin embargo, dentro de la casa, había un clima de alegría, entusiasmo y algo de nerviosismo. Sam había cocinado, algo que no sucedía con frecuencia, pero que se le daba muy bien. La excelente elección del vino, la temperatura exacta de la comida, la mesa bien puesta, todo era propio de ellas dos, y algo que Lena recordaba perfectamente.