Slytherpuff, querer o amar.

Capítulo 3.

Las clases de transformaciones y pociones fueron agotadoras para ser el primer día de clases en Hogwarts.

Los alumnos deambulaban arrastrando los pies por todas partes.

Callie se dirigió hacia el campo de quidditch con un dolor atroz en su espalda causado por su mochila. Tenía la coleta del cabello floja y estaba cansada, muy cansada, pero había hecho una promesa y estaba decidida a cumplirla.

Caminó por la hierba alumbrada por los tenues rayos de luz que quedaban divisibles. ¿Estaría ya el slytherin esperándola ?Que raro sonaba eso, nunca había tenido un amigo en esa casa... en realidad no somos amigos, lo estoy por ayudar, eso sí, pero no somos amigos. Es más, no se siquiera si le caigo bien y además...

-Llegas tarde- una voz la desprendió de sus pensamientos.

Callie soltó un gritito de sorpresa y se dio media vuelta para encontrar dos ojos esmeralda que la miraban desde unos centímetros más arriba.

-Tienes que dejar de hacer eso, o me voy a tener que vengar...- le dijo divertida.

-Ja, Callie Jones, hufflepuff honorable ¿Va a corromper su naturaleza para vengarse? Quiero ver eso-le respondió levantando una ceja mientras sostenía la escoba bajo el brazo.

-¿Dudas de lo que puedo llegar a hacer?-cruzó los brazos y volvió su cuerpo entero hacia el campo, sin desaprovechar la oportunidad de pegarle con su coleta mal hecha a su acompañante. Triunfante, comenzó a acarrear su mochila mientras comenzaba su caminata.

El chico la siguió y le lanzaba miradas de reojo a cada rato mientras esquivaban las escobas de la escuela que se interponían en su camino, como si quisiera decir algo pero se arrepentía al rato.

Ya en el centro del campo, Callie dejó su mochila con un gran alivio y se decidió por dar comienzo al entrenamiento:

- Bueno, te quiero ver volar.

-¿Qué? ¿Yo solo?-el chico frunció el ceño- ¿tú no volarás?

-Ehmm... no puedo.

-¿Es porque trajiste falda? Tranquila, nadie va a quedársete mirando. Tampoco como si hubiera mucho que observar...

-1, auch y 2, no vuelo porque no se hacerlo. Las clases de primero no me sirvieron mucho, por eso pasaba horas y horas examinando tácticas de jugadores de quidditch en partidos, de ahí viene mi conocimiento. El único problema es que se cómo hacerlo, no hacerlo.-le contestó avergonzada ¿Dónde se había visto una profesora que no supiera saber hacer lo que enseña? ¡Que vergüenza!

-Está bien. Pero te voy a dejar que me "enseñes" solo si te subes a una escoba-su voz sonaba tranquila, pero se notaba a leguas la manipulación de sus palabras.

-¿Es esa la única opción que tengo?-rogó Callie esperando que él le dijera que era una broma, se reirían y seguirían con lo que tenían planeado, ella en tierra firme y Oliver en el aire - Espero estés listo para cargarme hasta la enfermería.

-Vamos Jones, no te vas a caer, y si caes, te voy a atrapar- hinchó el pecho y le lanzó una mirada llena de confianza en si mismo.

Con paso vacilante, la aterrada chica agarró una de las viejas escobas del colegio. Sus ramas eran irregulares y desprolijas y al palo le faltaba barniz, raspaba al tacto.

Se paró en frente del chico que sostenía la Nimbus 2001 y suspiró fuertemente, mientras él se reía.

-¿Vas a subirte o no?- con una patada en el suelo, Oliver levantó vuelo a una velocidad increíble.