Capítulo 1

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Holaaaaa!! Esta es una nueva historia que se me ocurrió mientras no tenía Internet, no será muy larga o al menos eso espero. Ojala les guste y le den su apoyo.

POV LENA
Estoy sentada en una fría sala de espera, mi mejor amiga Kara Danvers tuvo un accidente junto a su esposo, mis lágrimas recorren cada parte de mi rostro, recibí la llamada mientras estaba en una importante reunión, Jess tenía claras indicaciones de no interrumpir, era un negocio importante, ya no me importa, solo quiero saber que Kara, mi Kara esta bien, no me han dado informes por no ser familiar, tampoco sé nada de Mike, debo esperar a que llegue Alex, no lo entiendo me llamaron a mi por aparecer como contacto de emergencia de mi amiga, pero no me dan informes sin ser familia, veo cómo Alex llega corriendo y me da un abrazo, la sujeto con fuerza, siento que he perdido todo el valor que me quedaba.
-Ellos deben estar bien – me dice la pelirroja
- No me han dicho nada, por favor pregunta – le digo con tono suplicante, tal vez más que el que debería si no quiero que mi secreto se sepa. Esa verdad que he guardado por casi tres años, estoy enamorada de Kara.
Recuerdo el día que la conocí, tan hermosa y radiante, su bella sonrisa que me cautivo y rompió cada una de mis barreras.
Recién había llegado a Ciudad Nacional en busca de hacerme. De mi propio nombre lejos de la sombra de mi familia, mi padre, Lionel Luthor era un prominente embajador en Estados Unidos, representaba nuestro país natal, Irlanda.
Tuve una discusión con mi padre, le dije que quería independizarme, crear mi propia empresa y forjar me un nombre por mis propios méritos, él quiso usar sus influencias para ayudarme y cuando me entere deje Metrópolis y viaje a esta ciudad sin saber que aquí conocería al amor de mi vida, mi más grande amor, la mujer de mis sueños, pero también un amor imposible, Kara jamás me ha visto con otros ojos, solo de amistad y yo cobardemente he escondido mis sentimientos porque jamás me he atraído a confesarle mi amor por miedo a perderla, prefiero mil veces ser su amiga a alejarme de ella.
Kara llegó a mi oficina enviada por madrina Cat Grant, le había prometido una entrevista, no sé cómo logró convencerme pues esas frivolidades nunca han ido conmigo, otra razón por la que papá y yo peleábamos constantemente, él era un hombre de mundo y a mi madre le parecía un insulto no aparecer en las más importantes revistas, nunca aceptaba, en realidad el mundo sabía muy poco de mí, hasta ese día, el día en que Kara Danvers me sacó al mundo con su delicadeza en las palabras, a sus 27 años, Kara ya era considerada una de las más importantes repostera del país, ganadora de innumerables premios.
Fue mi condición, lo recuerdo, le dije a Cat que sólo aceptaría una entrevista si enviaba a un reportero serio y la envío a ella. Ese día había tenido varias reuniones consecutivas no siquiera había almorzado y eran las 3 de la tarde cuando la chica llegó, 3:16 para ser exacta, siempre me he considerado una persona sumamente puntual y espero lo mismo de los demás, respeto su tiempo y espero que respeten los míos, Kara ha sido y será la única persona que no me importa si llega 15 o 1 hora tarde, la esperaría toda mi vida, lo hago.
- Señorita Luthor, llegó la reportera enviada por Catco – me dijo Jess, la cica que contrate para ser mi asistente.
- Hazla pasar – le dije con tono de molestia. Recuerdo estar molesta ese día, agotada en realidad, había tenido ya tres reuniones consecutivas y me faltaban dos más y a la reportera se le había ocurrido llegar tarde a su cita.
- Buenas tardes, señorita Luthor – escuche por primera vez su hermosa y melodiosa voz.
- No creo que sean buenas, después de llegar 16 minutos tarde a nuestra cita, acaso usted cree que… - con solo verla las palabras se fueron de mi boca, Dios era bellísima, un ángel caído del cielo había llegado a mi oficina, tan hermosa y, su sonrisa, su maravillosa sonrisa me cautivo, estaba nerviosa y avergonzada, eso era obvio al verla jugar con sus gafas, se veía tan tierna en ese momento que me olvide por completo de mi enojo.
- Pido me disculpe señorita Luthor, pero me avisaron hace unas horas de su entrevista y debía prepararme antes de venir – ella se disculpó conmigo, ni siquiera le preste atención a sus palabras, su belleza me tenia cautivada, podía ver lo nerviosa que estaba, así que debía controlarme.
- Entiendo señorita, espero y usted también pueda comprender que mi tiempo es limitado – ¡Diablos! Ojalá no hubiera parecido tan pretenciosa, seguro Kara pensó la primera vez que me vio que era una más de esas chicas obsesionadas con el trabajo, y sí lo era, por supuesto que sí, pero no esperaba darle esa primera impresión a tan hermosa joven.
- Comprendo señorita, podemos hacer la entrevista en el tiempo que usted tiene programado – tan amable, no podía creer en mi suerte, una hermosa mujer había llegado a mi puerta.
- Me parece perfecto, comencemos – le pedí que tomara asiento, quería aprovechar cada segundo de su compañía, sin duda esperaba impresionarla, pero estaba tan nerviosa por hablar con ella.
- Bien, Señorita Luthor, dígame ¿qué le trajo a Ciudad Nacional? ¿Por qué iniciar una empresa de Ciencia y Tecnología aquí y no en Metrópolis o Nueva York? – la hermosa rubia se mostro tan profesional, de un momento a otro dejo todo nervio y comenzó a entrevistarme
- Vera, señorita - ¡Qué idiota! Ni siquiera le pregunté su nombre por atacarla con su llegada tarde
- Danvers, Kara Danvers – me dijo con su más hermosa sonrisa, al menos eso creí
- Kara – dije bajo, que hermoso nombre, el indicado para tan bello ángel – Pues bien, Señorita Danvers – trate de recomponer mi compostura lo más posible, debía parecer profesional sí esperaba respeto en el mundo de los negocios – quiero iniciar desde cero en una ciudad nueva, forjarme de mi propio nombre, incursionar en los negocios y sobre todo hacer aportaciones al mundo con mi tecnología, creo que Ciudad Nacional es la indicada para ello, tiene grandes científicos y empresarios importantes, sé que no me será fácil, el mundo de los negocios es dominado por hombres, pero las mujeres también podemos lograr imponernos en este mundo – hable con la mayor claridad posible, quería dejar en claro mis expectativas y creo que lo logré, vi el rostro de Kara y noté su asombro por mis palabras.
La entrevista continuo por más de una hora, el tiempo a su lado se me había pasado volando, no podía creerlo, con Kara el mundo parecía detenerse, mi mundo se derretía con cada mirada suya, cada sonrisa y cada palabra me dedicaba.
- Eso sería todo de mi parte, señorita Luthor, su artículo saldrá publicado la próxima semana – ¿tan rápido? Pensé con tristeza, no era posible que mi tiempo con ella se haya agotado tan pronto, la hermosa rubia me dedico una hermosa sonrisa amable a la cual sin dudar le correspondí
- Muchas gracias por todo, señorita Danvers, espero no haber sido muy torpe en mi entrevista - ¡claro que había sido torpe! Me la pase obsesionada mirando sus delicados labios pensando en qué se sentiría besarlos, era tan ingenua
- Pará nada, lo hizo muy bien – de nuevo esa sonrisa que me hacia pensar que todo cuanto pasara valdría la pena, no me importaría nada con tal de volverla a ver
- Señorita Luthor, la esperan en la sala de juntas – mi asistente me interrumpió justo cuando planeaba invitarla a salir, pero qué tonta fui al pensar que Kara me aceptaría ese día, tal vez de haberlo hecho mi sufrimiento hoy no sería tan grande.
- Me retiro Señorita Luthor, cualquier duda que tenga puede contactarme en Catco, le dejo mi tarjeta – Kara me tendió su mano con una tarjeta, pude aprovechar y tocar su piel, su suave y perfecta piel en cuanto nuestras manos se rosaron, ¡Dios! Debo parecer una pervertida obsesionada con una mujer que apenas conocía, pero Kara Danvers volteo mi mundo de cabeza.
- Muchas gracias – respondí nerviosa y juro que mi cara estaba roja como un tomate después de rosar nuestras manos – Kara Danvers – repetí su hermoso nombre mientras vi como mi hermosa rubia salía de mi oficina.
Pareceré una idiota por decir esto, pero lo supe, en ese momento me di cuenta de que Kara había trastornado mi vida, algo ilógico y estúpido para alguien que jamás en su vida había creído siquiera en el amor y mucho menos en el amor a primera vista, pero ella, esa hermosa rubia con su dulzura y belleza me había cautivado a tal grado que no pude evitar hacerme ideas y fantasías en mi cabeza ¡qué tonta! Me regaño cada día por permitirme sentir esto.
- Están operando a Kara, tiene una hemorragia interna, harán todo lo posible por salvar al bebé - ¡el bebé!, como olvidar la ilusión de Kara al enterarse que sería madre, que tendría un hijo con el hombre que amaba
- ¿Y Mike? – le pregunté a Alex, aunque me hubiera arrebatado al amor de mi vida consideraba que Mike era un buen tipo, la amaba y la hacía feliz, eso era suficiente para mí, me conformaba con verla sonreír y ser feliz aunque fuera con él
- Mike, él no – Alex se lanzó a mis brazos y lo entendí, supe que Mike había muerto, me siento tan culpable, tantas veces desees que Mike desapareciera de la vida de Kara para que me diera una oportunidad y hoy que había perdido la vida, me sentía la peor persona del mundo.
Mi mente divago en los recuerdos con mi hermosa rubia, Alex llamo a su madre para que pudiera viajar, la mujer vivía en Midvale y le tomaría varias horas llegar a Ciudad Nacional así que le ofrecí usar mi avión privado de esa forma Eliza estaría con su hija en un par de horas.
Mis recuerdo se fueron a ese maravilloso día en el que Kara y yo nos volvimos amigas, amigas, sí tan solo hubiera podido ser algo más para ella. Yo estaba en la cafetería de Noonan’s, estaba cerca de L-Corp y Jess me dijo que servían el mejor café de la ciudad, eso sin contar que tenían las más deliciosas donas del universo, según Kara, una sonrisa se dibuja en mi rostro con solo recordar ese momento.
Ese día decidí trabajar fuera de la oficina, me vendría bien un café y disfrutar de la vista que la cafetería me proveía, estaba realmente concentrada en mi trabajo hasta que la más hermosa voz del mundo me distrajo de mis pendientes, era tarde, supongo pasaban de las 7 de la noche, siempre que estoy en un proyecto me desconecto del mundo y nada puede hacerme volver a la realidad, bueno, sólo Kara, ella es por la única que dejaría todo y enfocaría mi atención única y exclusivamente a ella.
- ¿trabajando tan tarde? – en cuanto voltee y me tope con sus hermosos y maravillosos ojos azules, aquellos que me dejaron enamorada, sí enamorada desde el primer día en que los vi, mi mundo se paralizo de nuevo y no pude volver a mi trabajo.
- Señorita Danvers, qué gusto verla de nuevo – cerré mi computadora y centré mi atención por completo a ella, no permitiría que nada me distrajera de disfrutar su belleza.
- Lo mismo pienso, pero puede llamarme Kara, las formalidades no van conmigo y ya no estamos en una entrevista – me dijo con tal amabilidad que quebranto las pocas defensas que quedaban en mí
- Entonces, llámame, Lena o me harás sentir vieja – le dije tontamente con una sonrisa que juro que desbordaba mis nervios
- Lena, será, además eres más joven que yo – me dijo tomando asiento frente a mi y regalándome nuevamente esa maravillosa sonrisa
- ¿En serio? Podría jurar que no pasas de los 25
- Tengo 27 años
- No eres tan mayor – y así, sin más comenzamos una fabulosa conversación que terminaría varias horas después
- El tiempo se me fue muy rápido, es muy agradable hablar contigo – agradable, fue su palabra, para mí, había sido el mejor día de mi vida
- Lo mismo digo, me agrada platicar contigo Kara Danvers, ojalá podamos vernos otra vez – tenía la esperanza, la tonta esperanza que entendiera mi coqueteo, que se diera cuenta que buscaba una cita, pero ella tan despistada como sólo ella puede ser no comprendió lo que había provocado en mí
- Me encantaría – me respondió con una sonrisa – qué te parece si vienes a mi casa el vienes, es noche de juegos y nos reunimos con algunos amigos, seguro que les agradas y así conoces más gente en la ciudad - ¿amigos? Sería un primer paso, pensé. Ojalá nunca hubiera aceptado, así mi fabuloso mundo de fantasía no se hubiera derrumbado ante mis ojos
- Eso sería fantástico – respondí emocionada, tontamente pensé que era una cita
- Ten, este es mi numero personal y mi dirección – la rubia anotó sus datos en una servilleta, la cual guarde de inmediato en mi bolso como si fuera el más grande de los tesoros
Los días pasaron y yo me sentía tan nerviosa por ver de nuevo a mi rubia hermosa, sí todo salía bien, esa noche le pediría una cita, pero seria mas clara, ¡ilusa! Que gran imaginación poseía.
Llegue a la dirección que me había anotado, llevaba mi mas radiante sonrisa, no iba muy formal, algo casual para pasar una velada con amigos, pero no iba para nada sencilla, quería impresionar a la mujer que se empeñaba en apoderarse de mis pensamientos. Todo se vino abajo cuando una chica pelirroja me abrió la puerta, pude sentir como si un balde con agua helada cayera directo a mi cabeza haciéndome entender que era una tonta al pensar que una mujer tan bella como Kara estaría libre.
-Hola, debes ser Lena, Kara nos ha hablado mucho de ti – me dijo la chica con una enorme sonrisa
- Si, soy Lena Luthor, un placer – saludé cortésmente esperando que la chica se presentará también
- Alex Danvers, hermana mayor de Kara – se presentó la pelirroja, no puedo explicar el alivio que sentí al saber que era su hermana ¿tal vez Kara sí estaba libre? Pensaba con ilusión.
- Lena, viniste – me saludo efusivamente la rubia con un abrazo – veo que ya conociste a mi hermana, los demás no tardan en llegar
No pasó mucho tiempo y más personas llegaron al lugar, todos eran realmente amables conmigo, conocí a Winn, el mejor amigo de Kara, un chico muy inteligente con el que inicié una amena platica de ciencia y tecnología, todo iba perfecto, los amigos de la rubia me habían aceptado, incluso me había llevado bien con Alex, pero mi mundo se derrumbó al oír el timbre de la puerta y ver la efusividad con la que Kara abrió la puerta.
-Mi amor, por fin llegas – saludo emocionada al chico que llegó a la velada, un hombre alto de ojos azules y cabello castaño, me pude sentir celosa y decepcionada, toda la noche me regañe mentalmente por sentirme de esa forma, Kara nunca me dio señales de sentirse atraída hacia mí, además se le veía realmente enamorada de ese chico, Mike Matwius.
- Lena, Alex – Eliza llegó agitada de tanto correr, Alex y yo le dimos un abrazo, ambas llorando por el dolor de no saber nada de nuestra Kara - ¿qué les han dicho? ¿Cómo está mi hija, mi nieto? ¿y Mike? – el mundo se detuvo, tanto Alex como yo no sabíamos cómo responder a esa pregunta, no le habíamos dicha a Eliza todo lo que había pasado.
- Mamá, Mike, no … - Alex se soltó a llorar y Eliza quedó perpleja sin entender, tal vez se negaba a hacerlo
- Él no sobrevivió – dije con dolor, porque sí, me dolía su muerte, tanto como perder a un amigo, lo éramos, Mike Matwius era un buen amigo y yo le traicionaba al estar enamorada de su esposa ¡soy horrible! ¡soy de lo peor! Me hice amiga de Mike estando enamorada de Kara, la culpa me seguirá toda mi vida.
Llevábamos horas esperando noticias, cada cuanto los médicos salían a informarnos, al parecer la cirugía se había complicado, hacían todo lo posible por salvar a kara y a su bebé, Dios que se salven, ambos, Kara sufrirá el dolor de perder a Mike, sé que la destrozara, que sentirá perder su mundo, porque así me sentí yo cuando acepte que la había perdido, no, no la perdí porque nunca la tuve, pero mis esperanzas sí habían muerto. Al menos ruego a Dios por que su bebé se salve y así tengamos un recuerdo de Mike, el chico dulce y amable que era dueño del corazón del amor de mi vida.
Mis recuerdos se van al tiempo en que nos volvimos mejores amigas, era increíble la complicidad que compartíamos, intente alejarme, claro que sí, no iba a quedarme con ella y dejar crecer mis sentimientos, pero no, mi amor por ella no me dejaba alejarme, debía estar a su lado, ser su confidente, su consejera, su amiga incondicional, yo estaba ahí siempre que me necesitara.
Me enamoré, me enamore perdidamente de Kara, pero tenía claro que para ella sólo podía existir una amistad, una hermosa y maravillosa amistad que jamás podría arruinar por los sentimientos de amor que sentía hacia ella. No, primero muerta a perderla ¿egoísta? Creo que sí, preferí ocultar mis sentimientos a dejarle ir.
-La busca el Sr. Matwius – me dijo mi asistente, Kara y yo teníamos poco más de un año de ser mejores amigas, me pareció extraña la visita del novio de mi amiga, así que lo hice pasar de inmediato.
- Mike, qué milagro verte por aquí – hable con toda la amabilidad que podía reunir cada que veía al hombre que era poseedor del amor de mi hermosa rubia
- Hola, Lena, la verdad yo… - el chico se mostraba muy nervioso, algo que me causó gracia ya que ante mí siempre se había portado galante y prepotente o tal vez esa era mi impresión al inicio, sabía que Mike era un buen tipo y que amaba a Kara, aunque claro no tanto como yo lo hacía.
- Tranquilo Mike, si hay algo en lo que te pueda ayudar – le dije con amabilidad, después de todo si lo ayudaba sería por Kara
- Si, en realidad si, necesito de tu ayuda. Se lo pediría a Alex, pero no le agrado mucho – dijo el chico con rascando su nuca, sí supieras que a mí tampoco me agradas, pensé – no es verdad, lo que pasa es que Alex es muy protectora con su hermana, pero toma asiento por favor y dime en qué te puedo ayudar – el chico se sentó, sus manos no dejan de moverse y eso me alteraba
-Quiero proponerle matrimonio a Kara – soltó de pronto el joven, pude sentir cómo mi mundo se desmoronó por completo, me sabía perdida en una batalla que nunca inició por el amor de Kara, pero ahora, todo sería realidad, jamás podría aspirar a ser algo más que la mejor amiga de Kara Danvers
- ¿Y qué necesitas de mí? – hable tratando de no verme afectada por la confesión del chico
- Necesito que me ayudes, quiero que sea especial, Kara lo merece – Sí, sin duda merece lo mejor y no eres tú, no podía dejar de pensar que sólo yo podría hacerla verdaderamente feliz
- ¿qué tienes en mente? – Mike era un buen tipo, mi amor por Kara me cegaba entonces, pero con el tiempo llegue a apreciarle, tanto que hoy lloro por su perdida
- Es donde necesito tu ayuda, he pensado en fuegos artificiales o una presentación musical, sabes que le encantan, pero no me parece suficiente – mi hermosa rubia amaba lo romántico y los musicales eran su debilidad
- Te ayudaré – sí, lo haría, ayudaría a Mike a proponerle matrimonio a mi mejor amiga y amor de mi vida, sí no tenía oportunidad alguna de estar a su lado como algo más, al menos me aseguraría de que fuera inmensamente feliz y que la propuesta de matrimonio fuera un día inolvidable para ella.
La noche era estupenda, a la luz de la luna y las estrellas, Mike con mi ayuda, o más bien conmigo al frente de la organización, tenía preparado todo para la noche especial, ese momento en el que Mike Matwius le propondría matrimonio al amor de mi vida, intentaba sentirme feliz por su amiga, sabía que Kara aceptaría gustosa casarse con el hombre de sus sueños, la rubia estaba competente enamorada, con mucho dolor podía verlo en sus ojos, en la forma de hablar de él, en cómo su mirada se iluminaba cada vez que estaban juntos, no podía oponerme, no podría jamás hacerle daño a mi mejor amiga, no podría negarle que fuera feliz, mi amor por ella era tan grande que era capaz de sacrificarme a mí misma por verle feliz.
Era una cena romántica, se supone que era para dos, pero me las ingenie para invitar a su madre y a todos los amigos y familiares queridos por mi hermosa rubia, incluido Clark, su único familiar de sangre con vida.
Todo estaba listo, iniciarían con una cena para dos, pero antes de llegar al postre, momento preferido por la rubia, un grupo musical tocaría la canción favorita de la pareja, la primer canción que bailaron en la universidad cuando se conocieron, durante el baile, Kara estaba perdida entre los fuertes brazos de Mike, yo, veía la felicidad de Kara desde lejos, pues debía estar al pendiente de todo y avisar cuando las personas debían entrar para felicitar a la pareja.
-Kara Danvers, desde el primer día que te vi sentada en aquella fuente supe que serias la mujer de mi vida y cuando aceptaste ser mi novia me sentí el hombre más afortunado del mundo, hoy quiero pedirte que me permitas compartir el resto de mi vida contigo, permíteme demostrarte todo mi amor y lo especial que eres para mí, Kara Danvers – pude ver su emoción y nerviosismo, llevo sus manos a su rostro al ver cómo Mike se ponía de rodillas y sacaba de la bolsa de su saco una pequeña caja - ¿me haces el honor de ser mi esposa?
- ¡Si, si! – casi grito de emoción de la rubia, no pude evitar derramar una lagrima al ver que la mujer que amaba aceptaba casarse con alguien más, sequé mi rostro e hice la seña para que todos pasarán a felicitar a la pareja. Aunque sonreía por dentro me sentía morir al saber perdido el amor de mi vida.
El día de la boda llegó, por supuesto que no sentía ánimos de ir, pero ¿cómo fallarle a mi mejor amiga? Era la dama de honor y como si no fuera suficiente tortura verle feliz y emocionada por casarse se me ocurrió la estúpida idea de aceptar apoyarle con todos los preparativos de la boda, sí Lena Luthor era una completa masoquista, no sólo tenía que ver como la mujer de mis sueños se casaba con alguien más, si no que además le ayudaba con cada detalle para ese importante día. ¡estúpida, estúpida! Una completa masoquista que sufriría viendo a su amor darle el sí a otro.
-Kara Danvers ¿aceptas por esposo a Michel Joel Matwius? – preguntó el juez, estaba a un lado de mi amiga con lágrimas en los ojos, tratando de convencer a todos y en especial a mí misma que eran lágrimas de felicidad por mi mejor amiga.
- Si, acepto – esas fueron las dos peores palabras que pude escuchar en toda mi miserable vida, fueron las palabras que sepultaron cualquier mínima esperanza de ser algo más, ese día, sería el funeral de mis sentimientos por Kara, o eso creía.
- Familiares de Kara Danvers – la voz de la enfermera me sacó de mis recuerdos, debía saber cómo estaba mi hermosa rubia
- Aquí – le dijo Alex, las tres teníamos claros signos de cansancio, pero no importaba, teníamos horas esperando noticias.
- La señora tuvo una hemorragia interna que logramos controlar, ahora está en cuidados intensivos, sufrió una fuerte lesión en el cerebro que nos obligo a intervenir, por ahora su estado es reservado y debemos esperar para ver cómo evoluciona – las palabras del médico solo daban vuelta por mi cabeza
- ¿Y el bebé? – esa pregunta no me dejaba en paz, rogaba al cielo porque el bebé de Kara estuviera bien.
- Logramos salvar el producto, pero aún no está fuera de peligro, debemos esperar que el cuerpo de la señora Danvers responda favorablemente o de lo contrario deberemos provocar un aborto – la frialdad de sus palabras me hizo rabiar ¿cómo se atrevía siquiera a pensar en semejante atrocidad? Kara deseaba a ese bebé más que a nada en el mundo y hoy era lo único que le quedaba de Mike.
- Por favor, haga lo posible por salvar la vida de mi hija y de mi nieto, mi pequeña acaba de perder a su esposo y no soportara la perdida de su bebé – Eliza hablo antes de que yo estallara en contra del doctor, tenía razón el mundo de Kara se había destruido por culpa de un maldito ebrio.
Nos permitieron entrar a verla, solo cinco minutos, primero entró Eliza seguida por Alex, yo entré al final, al verla tan vulnerable llena de tubos y rodeada de aparatos sentí que mi vida se iría con ella si me llegaba a faltar, me acerque sin contener mi llanto y tomé su mano, estaba golpeada así que use toda la delicadeza posible.
- Kara, mi amor, debes luchar, no me puedes dejar, no te puedes ir sin saber que te amo, que siempre te he amado, eres mi razón de vivir, eres mi vida entera y no puedo seguir si no estás conmigo, no importa seguir siendo solo tu amiga y no correspondas a mis sentimientos, te prometo mi amor, que estaré para ti y para tu hermoso bebé, los cuidare a ambos, dedicare mi vida entera a cuidar de ustedes, así tenga que seguir renunciando a mis sentimientos, yo estaré para ti, pero lucha, por favor, lucha y vuelve a mí, Alex te necesita, tu mamá te necesita, yo, yo te necesito – me abrace a ella por el tiempo que me quedo a su lado, podría jurar que sentí su mano apretar la mía, pero sólo fue un reflejo, su cerebro seguía marcando que estaba inconsciente.
Confesarle mis sentimientos me hizo sentir liberada, por años los había ocultado y aunque sé que ella no logro escucharme, al menos pude decirle lo que sentía. Mi hermosa Kara, siempre preocupada por mí, insistente en que encontrara la felicidad sin imaginar que ella era todo lo que necesitaba para ser feliz.
- Deberías aceptar salir con Jack, es un buen sujeto y está claro que lo traes loco – me dijo mi amiga durante uno de nuestros almuerzos en mi oficina, Kara tenía un año de casada y el amor que sentía por su esposo era cada vez mayor.
- Te lo he dicho, Jack me agrada, pero no es mi tipo, además me sigo sintiendo más a triada por las chicas
- Entonces acepta salir con Sara, es una chica dulce y atenta y le gustaste desde el primer día
- Pareces empeñada en conseguirme una cita –no necesito a nadie más, te quiero a ti rubia tonta, pero amas a Mike y no puedo hacer nada
- Solo quiero que seas feliz – sólo contigo podría mi vida
- Soy feliz Kara, tengo mi trabajo, amigos y te tengo a ti, mi mejor amiga – no sé cómo pude decir semejante cosa cuando por dentro deseaba tenerle como algo más, por más que quisiera no lograba arrancarla de mi corazón y no podía aceptar salir con nadie pues sentía que traicionaba mi amor por ella
- Deberías tener una pareja, alguien para compartir tus días, tus mejores momentos, Lena – la voz de mi amiga se escuchaba comprensiva– sin contar el sexo, ese te hace falta sin duda – ¡Dios! ¿cómo se le ocurrió decir eso? Sentí sonrojarme al escuchar esas palabras de mi amiga.
- ¡Kara! – le regañe – no necesito de una pareja para completarme y el sexo, bueno he tenido algunos encuentros, pero no me es indispensable – me defendí y era completamente cierto, había tenido varios encuentros casuales sin importarme si eran hombres o mujeres, lo único que buscaba era desahogar mi estrés y no tener compromiso alguno, no quería iniciar ninguna relación, mi amor por Kara me lo impedía.
- ¡Bien, me rindo! Sé que eres una mujer sumamente capaz de estar sola, eres independiente, inteligente, sumamente hermosa y cualquier persona seria feliz a tu lado, pero también creo que mereces ser feliz y darte una oportunidad, nunca he entendido a qué le tienes miedo Lena – no tengo miedo, te quiero a ti y solo a ti, era lo único en lo que podía pensar
- A nada, solo… no me ha llegado la persona indicada – aunque en realidad quería decir que el amor de mi vida ya se había casado con otra persona, deseaba gritarle con todas mis fuerzas que la amaba desde el día en que la conocí, pero era cobarde y su felicidad podía más que cualquier sentimiento que pudiera tener.
No sé por qué entré aquí, soy una mujer de ciencia, nunca he creído en una deidad superior, pero si existe debo rogarle por que mi amada se recupere, porque vuelva a mi aunque no sea para amarme.
- Dios, si existes, si eres real, sálvala, te lo imploro, ella es maravillosa, buena, noble, una excelente persona que merece la oportunidad de vivir, salva a su bebé, a ese pequeño ser que viene en camino y es fruto de su amor por Mike, te lo suplico Dios, te prometo alejarme, enterrar para siempre mi amor por ella, pero sálvala, te lo imploro – no deje de llorar, me recosté sobre mis brazos sin importar el dolor de mis rodillas por la posición en la que estaba.
- Ella se pondrá bien – escuché la voz de Sam – es fuerte y estoy segura que pronto la tendremos de vuelta pidiendo sus poststickers – no pude evitar sonreír ante la mención del platillo favorito de mi amada, me puse de pie y abrace tan fuerte como pude a mi amiga.
Samantha Arias era mi mejor amiga de la universidad, ella inició a trabajar en L-Corp un mes de junio, llegó entusiasta y alegre a saludarme, mi amiga tenía una pequeña hija de 10 años a la que adoraba con locura y yo no me quedaba atrás, adoraba a Ruby desde el día en que nació, Sam había trabajado conmigo anteriormente y cuando L-Corp comenzó a extenderse le llame para que fuera mi CFO y me ayudara con la empresa a lo que mi amiga aceptó encantada, volver a trabajar con su mejor amiga y en una empresa con un prominente futuro era la mejor decisión de su vida o al menos eso me decía.
-No puedo creer que lleves más de 2 años enamorada de Kara Danvers y sigas siendo su mejor amiga, en serio que eres masoquista Lena ¿Cómo pudiste ayudarle con su boda? ¡¡Y ahora le ayudaras con la sorpresa para su esposo!! – Kara me había pedido ayuda con una sorpresa para Mike, no me dijo de qué se trataba solo de que era algo importante y que me diría esta tarde.
- No podía negarme, ella cuenta conmigo y yo…
- Tú eres capaz de voltear el planeta con tal de verla feliz – terminó mi amiga y yo asentí – no entiendo cómo lo soportas
- Debo hacerlo, ya entendí que jamás me corresponderá como mujer, pero al menos me dedicaré a ser su amiga, prefiero ser solo eso a perderla para siempre – lo había intentado, me había ido por un mes a un supuesto viaje de negocios, pero no hice más que llorar y lamentarme por no tenerle cerca, así que decidí volver y seguir a su lado como su incondicional amiga
- Ay, amiga, al menos deberías darte la oportunidad de conocer a alguien más, Kara está perdidamente enamorada de su esposo y tú, bueno perdón, pero no tienes esperanzas con ella – Sam me abrazo y yo comencé a derramar algunas lágrimas, claro que sabía que la rubia jamás sentiría algo más que amistad por mí, nunca la había tenido y nunca la tendría como mujer, lo supe desde el día en que me dio cuenta lo mucho que Kara amaba a Mike.
- Y bien ¿cuál es el motivo de la sorpresa? – le dije a Kara apenas llegando a la casa que compartía con Mike, un lugar hermoso para una futura familia.
- Esta – me dijo y me paso un sobre, casi muero al ver de qué se trataba
- Estas embarazada – dije más como una afirmación que una pregunta, empecé a llorar, mire a Kara y note que ella también lloraba, obviamente sus lágrimas eran de felicidad, en cambio las mías eran de dolor al saber que ya nada la podría separar de Mike, tontamente una leve esperanza seguía en mí, la cual se había desvanecido por completo al ver esa prueba.

Espero que les haya gustado este primer capítulo, como ven Mike no era malo y Lena le apreciaba, ojalá les guste la historia y puedan dejar sus votos y comentarios.
Muchas gracias por su apoyo y si no han leído "secretos" los invito a darse una vuelta por mi perfil.
Saludos

Enamorada de ti (AU Supercorp) Completa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora