"Jamás nos encontramos tan a merced del sufrimiento como cuando amamos."
-Sigmund Freud.
Narrador.
Cuánto más se acercaba el alma de Ashter a su culmine en alguna recóndita habitación de aquel tétrico lecho, Miley más se adentraba a soñar con toda la ironía de la que su mente se jactaba, proyectaba sobre los brazos de Morfeo que su cuerpo yacía sobre una suave pradera a la que sentía y veía como recortes esponjosos de algodón, se regodeaba de ellos abrazándose a sí misma y balanceándose de un lado a otro, disfrutando del cielo en su plena variedad de seres desde gaviotas hasta ballenas que pasaban finito cerca de su cuerpo, si estirará su mano podría sentir la áspera sensación de contacto con la piel baja del animal y detallar cada una de esas líneas que parecían talladas a pulso de artista, pensó que en aquel mundo la "libertad" no tenía precio más que el que ella imaginara, pero todo sueño cae por su propio peso allí donde el pánico no tenía lugar (a menos a que ella hiciera uso de él) su inconsciente le jugaba una mala pasada, casi en una cómica ilustración de lo que su vida significaba, la nube blanca sobre la cual reposaba plácidamente se volvió completamente negra acompañada de otras que venían a rodearla en un exorbitante nubarron, pensó qué tan simbólico se le hacían para ella aquellos nubarrones del destino que nunca ni en el más mísero de los casos le permitiría llegar donde su primer amor, el miedo no tuvo un apice de piedad dentro de la escena y su cuerpo comenzó a temblar desde la más nefasta fibra hasta su electrificante cabello; los truenos y relámpagos comenzaban a hacerse lugar entre tan hermoso cielo que se vestía de terror; en ese punto se permitió aislarse de todo sentido y enfocarse en qué era lo que su mente le advertía con tanto descaro, pensó en que estaba condenada a que una sola mano vieja y pesada a la que siempre todo individuo justificaría como "fuerza mayor" arruinaría cada gratificante y emocionante sueño que se permitiera vivir, no importaba que fuera el permitido de su eternidad, solo era el hecho de que no debía; era ilógico porque se trataba de una fuerza tan irrevocable como cualquier otra si se empeñaba en la medida justa lo necesario para destruirla, pero su coraza de valor había decaído y la había limitado a ser otro ser humano de simple corte y confección, aunque tenía razón de que siempre salía herida en el proceso.
Unos tacos negros repicotearon por la sala metalizada y el suelo pulido de cemento en manos de quién ahora se hacía llamar "Doctora", siempre y cuando hiciera uso de su coleta pelirroja y su bata blanca, el sonido cesó frente a un sillón de cuero negro acolchado, su corazón cayó en velo sobre su mano y sus yemas viajaron incredulas hacia el filo de sus labios, cuando la desesperanza se apoderó de sus ojos en una gran neblina que la desestabilizó con un gran ventarrón de recuerdos.
Unas manos la tomaron por los hombros y se tensó hasta ver la sombra masculina de su amado, lamentablemente era lo suficientemente lista para darse cuenta que su corazón había elegido erróneamente a alguien que solo la miraría con sed de poder y deseo, eso la perseguía una que otra tarde hasta que la noche la acompañaba con su cabello castaño y su sonrisa a la que ella definía como un "vicio mortal" del que se había vuelto una ferviente fanática, por más que a penas el sol se colaba por el ventanal trasero de su cama matrimonial su personalidad cambiará a una más ruda de la que ella conocía, era su "doble cara" decía ella para liberarse de la culpa que la condenaba de ser ella misma la culpable de tantas atrocidades.
Los brazos del castaño pasaron por debajo de los hombros de la pelirroja, alcanzando un casco similar al del que se usaría en una pena de muerte, y en efecto aquella era una sentencia sin precedentes, se acercó a su oído y susurró erizandole la piel "hazlo"; no tuvo remedio era su manera de amoldarse a su instinto de supervivencia, agarró el artefacto y se inclinó levemente para colocarlo correctamente sobre la cabeza de su amigo que aún persistía en un profundo sueño a causa de los fármacos, cerró sus ojos con fuerza quitándose todo hecho que pudiera perjudicar su psiquis aislándose de toda íntima persecusión y procedió a ubicar los electrodos, aún con la mano de la mentira apoyada sobre su hombro, sintió el plasma encenderse y su vista junto con sus oídos se desenchufaron de toda realidad, volviendo todo un lejano bullicio.
Entre desvaríos Miley despertó con el sonar de un leve "Click" que reconoció al instante, ese sonido la hizo fiel creyente e imploro que fuera solo otro de los montajes de su mente, llegaron a una velocidad tal que con la llegada de una nueva imploración se opacaba la otra y la realidad golpeó su rostro en un desgarro nulo de misericordia; abrió sus ojos de par en par con rabia enfrentándose a su peor pesadilla, escocieron con la entrada de los químicos en ellos, tanto que su primer instinto carecía de humanidad, solo quería quitarlos para dejar de sentir, tiró de sus manos en la repugnante viscocidad del agua con fuerza pero éstas a centímetros de su frente se detuvieron limitadas por una gruesa cadena, sintió la sangre apoderarse de su esclerotica pero aún así sacó fuerzas para mirar hacia arriba, su cabeza se movió frenética negando con rabia y velocidad intentando en un vana idea quitar la sensación de impotencia ante la tapa metalizada de la que pendían sus manos encapsulandola, en sus planes no estaba rendirse, movió su cuerpo en repetidas sacudidas hasta hacer llegar sus pies a la altura de sus caderas, sus plantas hicieron contacto con el blindado al igual que su espalda desnuda contra el de atrás, tomó impulso y arremetió con todas sus fuerzas y esperanzas contra esté pero era inútil, siguió como una triste presa de la ira azotando sus puños por sobre el líquido amarillo, pero la venda cayó y las lágrimas descendieron de su rostro en una cascada sinfín mezclandose con aquellos químicos, su cuerpo tembló en respuesta y un escalofrío la estremeció de pies a cabeza, entonces sus pulmones fallaron con el aire contenido que le proporcionaba, el nerviosismo la sucumbió en una asfixiante hiperventilación con el pesar de una mano rodeando su cuello a la vez que lo aprisionaba con vigor, para entonces lo vio venir, vio venir su último respiro, y solo quedaba eso, dar una gran bocanada de aire que inundaría sus pulmones adormeciendola por un largo tiempo, así fue como vió su última imagen en burbujas que salían tanto de su boca como de su nariz picando en un tortuoso proceso de inhalación acallando su último grito.
Nota de autora: No me maten, es que esto del suspenso, ¿ustedes qué dicen que pasó? quiero saber sus interpretaciones ( * muere ignorada * ); estén pendientes en unos días haré un anuncio.
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Leteo: error 404 | #PGP2020 ✓
Science FictionUsted se encuentra en Leteo, por favor, recuerde esta como una ciudad que vela por su salud. Avance procurando no olvidar los detalles, de lo contrario... -•- Ganadora 1° lugar en Aloha Awards. #496 Ciencia fi...