|| Todo por Ti || [Victuuri / Yuri On Ice]

14.

Sus pies hacen contacto con el frío hielo de la pista, el lugar está vacío.

Se desliza y lo único que se escucha es el sonido de sus cuchillas raspando la superficie helada.

En su cabeza empieza a sonar una melodía, le es conocida, la ha escuchado en otra parte, pero no recuerda su nombre.

Sólo se deja llevar por las notas de esa canción, sus movimientos tienen carácter pero a la vez son frágiles y delicados, se sentía feliz y un aire de libertad lo relajó por completo.

Se detiene un momento y baja su mirada encontrándose con su reflejo en el hielo, tiene el cabello largo que le daba hasta la cintura y un aspecto más jóven, como cuando tenía diecisiete años, extrañaba lo larga que era su melena. Cómo pasó? Acaso el tiempo retrocedió y él no se dio cuenta? De qué manera le explicaría a su cerdito que rejuveneció de un momento a otro?

-Víctor…_ una voz familiar proveniente de detrás del muro que dividía la pista se escuchó tan clara como el agua

Su vista se alzó para chocar con la mirada chocolate que tanto le fascinaba

-Yuuri! Vaya sorpresa encontrarte aquí_ sonrió el albino desde donde se encontraba_ qué tal me veo? Te gusta?_

Una pequeña sonrisa se formó en los labios del japonés, pero tan pronto como apareció así mismo se desvaneció, pasando a ser una mueca de angustia

-Uh? Yuuri?_ ladeó su cabeza con cierta confusión, rió al pensar que quizás no le agradó su estilo por lo que agregó una pequeña broma_ sé que me veo como una chica de secundaria de esta manera pero no hay de que preocuparse, puedo cortarlo si gustas_

Volvió a bajar su vista para acomodar algunos mechones rebeldes que fastidiaban en su cara, pero ya no estaba su cabellera larga volviendo a tenerla corta y su aspecto volvió a ser el de un hombre adulto

-Olvídalo cielo, ya no tienes de qué preocuparte por es…_ se detuvo al ver que el ambiente había cambiado por completo, estaba en un salón para fiestas elegantes se podría decir, ya no portaba sus preciosos patines de doradas cuchillas y vestimenta de entrenamiento sino que vestía un traje negro que le resaltaba la figura

-Pero qué demonios?_ pensó

Trató de divisar a Yuuri entre tanta gente que había en esa reunión pero sus intentos fueron en vano. Decepcionado se abrió paso entre la multitud y salió a un palco que daba una preciosa vista de la hermosa y nevada ciudad de San Petersburgo mientras se apoyaba del barandal recibiendo el gélido aire de la noche en su rostro

Sintió dos manos deslizarse por su cintura hasta terminar aferrados a su torso, besos y pequeños chupones ir y venir por su cuello, sonrió y se dio la vuelta pasando sus brazos al rededor de la cintura contraria de su querido japonés

-Te estuve buscando, no desaparezcas así…_ pero no era él

-Me extrañaste, Vitya?_ una mujer blanca de ondulados cabellos rubios, ojos profundamente azulados, sonrisa lujuriosa y cuerpo con curvas peligrosas además de exagerados atributos se acercó peligrosamente a l cuerpo del ruso

-Qué…? No te me acerques_ soltó bruscamente el agarre de la fémina quien lo veía con lubricidad

-Por más que quieras no puedes escapar de mi, Nikiforov_ volvió a pegarse a él mientras con ambas manos atraía el rostro del peli plata y estampaba sus labios en los contrarios

Un forcejeo se presentó al principio de la acción pero que no sirvieron de nada, y es que tenía la fuerza suficiente para apartar a esa demente de él, pero había una extraña fuerza que no lo dejaba hacerlo