|| Todo por Ti || [Victuuri / Yuri On Ice]

04.

-C-Cómo... sabe m-mi no-nombre...?_ el nipón estaba sin palabras, aunque no sabía si era por el miedo que tenía o por la belleza que estaba justo delante de él

-Mmm_ el peli plateado se llevó la mano a su mentón como si estuviera pensando qué responder_ bueno, déjame decirte que te ví, me pareciste lindo, te seguí e hice que mis subalternos consiguieran información tuya_ contestó con su típica sonrisa en forma de corazón

-U-Usted estuvo siguiéndome todo el tiempo!?_ ya se había vuelto todo un saco de nervios y estaba empezando a entrar en pánico

-Digamos que desde hace unos... 6 o 7 meses, pero lo importante es que ya te tengo conmigo mi hermoso ángel_ la distancia entre él y el ruso se fue acortando hasta que sentía su respiración chocar contra su rostro_ por fin eres mío_ una de sus manos se posó delicadamente en los redondos cachetes del peli negro haciendo que se sonrojara levemente

Yuuri quería salir de ahí, no quería pensar que iba a pasar el resto de sus días encerrado en ese lugar, sin poder volver a ver a su maestra, ni a sus amigos, y menos a su familia

-Y-Yo no soy suyo!_ ya que estaba libre dió un pequeño golpe en la mano del ruso haciendo que se apartara de su mejilla

-Me voy de aquí ahora mismo!_ como pudo abrió la puerta del despacho y echó a correr por el pasillo hasta llegar a las escaleras y bajarlas rápidamente buscando la salida de la mansión

-Yuuri~_ dijo el peli plata desde la entrada de su despacho con un puchero, suspiró para luego sacar su móvil del bolsillo de su pantalón y hacer una llamada_ no dejen que salga de aquí

El nipón corrió y corrió como alma que lo lleva el diablo por toda la mansión hasta que por fin dió con la salida de ésta, abrió la puerta de un tirón y salió corriendo nuevamente hasta visualizar las rejas altas del recinto

Se dirigió velozmente pensando en cómo rayos escalar esas rejas cuando llegara a ellas, pero su pensamiento se desvaneció cuando un grupo de hombres que salieron de Dios sabe dónde y lo acorralaron sin dejar que diera un paso más

-Mi pequeño ángel, no puedes irte así como así_ se escuchó la voz del ruso con un fuerte acento al hablar

-D-Déjame salir! No quiero estar aquí!_ gritó el peli negro mirando a todos lados en busca de una vía de escape

-Ты моя, no puedo dejarte ir_ se acercó al menor y al segundo ya lo tenía cargado al estilo princesa

-S-Suéltame! Por f-favor bájame!_ y una vez más intentó zafarse pero nuevamente de nada sirvió

-Yuuri estoy tratando de hacer esto por las buenas, no me colmes la paciencia_ posó su mirada en los ojos chocolates del nipón con una actitud seria

El peli negro quedó embobado con esa mirada tan azul como el cielo y el mar, y con un brillo que hacía que parecieran zafiros extremadamente hermosos; pero no se percató que sus miradas se habían sostenido por unos minutos que parecían una eternidad, por lo que con un leve sonrojo desvió su ojos a otro lado

Una vez dentro de la mansión, Víctor llamó a uno de los sirvientes indicándole que preparara la mejor habitación que se encontrara disponible y luego se dirigió a su despacho

Depositó a su chico en uno de los muebles que estaban cerca de su escritorio y acercó una silla para sentarse en frente de él

-No te han dicho que eres hermoso?_ preguntó viendo cada parte del rostro del nipón como si apreciara al ser más perfecto en la faz de la Tierra

-A q-qué viene su elogio?_ en su cara se notaba desagrado, tenía a un extraño muy cerca y eso lo incomodaba_ y por favor le pido que guarde su distancia conmigo