26.

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Contaba con que todo estaría bien en cuanto Yuuri llegara, su mal humor se disiparía por completo y sus besos borrarían todo rastro de esa terrible y asquerosa sensación que Irina había dejado en su boca la noche anterior, se fijó en el reloj que traía en su muñeca y la desesperación por ver a su lindo japonés lo estaba volviendo loco; sabía que tenía que explicarle al azabache todo lo que había ocurrido con aquella mujer y esta vez esperaba que lo entendiera pues las cámaras que habían en el lugar captaron todo lo que había pasado y su mejor amigo no dudó en pedir el video desde el momento en que se encontraba hablando con el senador hasta donde la fémina quiso abusar de él para que, si era necesario, mostrarle que nunca tuvo intenciones de hacerlo o seguir con su juego

-Puedes sentarte? Le vas a abrir un hueco al piso y tus pisadas no me dejan concentrar_ el suizo que se encontraba leyendo en uno de los sillones del despacho lo veía de reojo mientras fruncía ligeramente el ceño

-Hace quince minutos que deberían de haber llegado, por qué Otabek no se apura? Quiero ver a Yuuurii!_ preguntó en un tono infantil cruzándose de brazos sin parar de caminar de un lado a otro

-Le debí haber dicho a Georgi que te pusiera un sedante antes de salir_ suspiró y prosiguió con su lectura

-Que cruel eres, Cris!_ hizo un puchero

-Soy todo un villano_ rodó los ojos

El sonido de la puerta abriéndose abruptamente de par en par los hizo sobresaltar, vieron al rubio adolescente que, juzgando por la respiración agitada y el tener que apoyarse del escritorio en busca de recuperar el oxígeno perdido, había subido desbocado las escaleras

-Qué te trae con tanta prisa mi querido primo?_ preguntó el albino con su típica actitud entusiasta

-Víctor... el cerdo..._ aún se encontraba jadeando pues, tener que correr desde el jardín de la mansión como alma que lo lleva el diablo, resbalar con el recién encerado piso y subir las gradas con un dolor punzante en la  pierna no era del todo fácil y agradable

-Ya llegó mi Yuuri!_

-No, espera!_ no alcanzó a detenerlo pues el ruso había salido disparado del despacho

Corriendo bajó las escaleras hasta llegar al vestíbulo de la casa buscando con la mirada al peli negro más no lo encontró, tras él venían los dos rubios que habían quedado en la oficina, el más bajo siendo ayudado por el suizo quien se compareció al ver la mirada adolorida y con un toque de preocupación vista muy pocas veces ya que siempre se la pasaba con una expresión antipática y de aversión

-Yurio, dónde están? Pensé que ya habían llegado, me hiciste bajar para nada_

-Escúchame viejo, pasó algo con..._ nuevamente fue interrumpido por el sonido de puerta principal siendo abierta por un kazajo quien llegó con una expresión más seria de lo normal

-Bienvenido a casa! Dónde está Yuuri? Aún está afuera?_ rodeó al recién llegado para salir al pórtico de la mansión, pero sólo pudo divisar la hermosa fuente que estaba ubicada en la entrada

-Víctor_ llamó el moreno

-Dónde están Yuuri y Phichit?_ se giró a encararlo con cierta angustia

-Te fuí a decir eso y no me escuchaste idiota! La escoria y la loca de tu ex dieron con ellos!_

El albino quedó esupefacto ante lo que acababa de escuchar, una corriente helada corrió por toda su columna, la sangre que en ese momento circulaba por todo su cuerpo bajó de un sólo golpe a sus pies, tenía que ser una broma, tenía que ser una jodida broma lo que acababa de escuchar y si era así se las iba a cobrar con una peor, rió dejando confundidos a los presentes y una clara tensión se iba apoderando del ambiente

|| Todo por Ti || [Victuuri / Yuri On Ice]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora